Si su caso es como el mío, habrá escuchado cantidad de informaciones en los medios acerca del caso de violación de la Universidad de Duke en el 2006, en el que tres jugadores blancos de lacrosse fueron falsamente acusados de violar a una stripper negra en una fiesta descontrolada en la residencia de uno de los miembros del equipo. Estos chicos, condenados por medios informativos y el claustro de Duke, serían más tarde declarados inocentes. Resultó que el fiscal de distrito del condado de Durham Mike Nifong se presentaba a la reelección. Cortejando al voto negro, ocultó las pruebas de ADN que habrían exonerado a los jugadores de lacrosse todo el tiempo.
Recordará haber oído cantidad de noticias acerca del asesinato en 1990 de James Byrd, un varón negro que fue desnudado, encadenado a una camioneta y arrastrado por las calles hasta ser decapitado en Jasper, Tejas. El suceso proporcionó munición a la NAACP entre otros para atacar al entonces gobernador de Tejas George Bush durante su campaña electoral del 2000 por no apoyar la legislación en materia de crímenes de odio. Al final, dos de los asesinos de Byrd fueron condenados a la pena capital, y el otro a cadena perpetua.
No sé usted, pero sólo recientemente tuve noticias de un grotesco crimen en Knoxville, Tenn., que es mucho peor que las falsas acusaciones del caso de violación de Duke y al menos es igual de horrible, si no más, que arrastrar a James Byrd hasta matarlo. Al contrario que el caso de violación de Duke o el linchamiento de Jasper, la cobertura de los informativos nacionales de los crímenes interraciales de Knoxville palideció en comparación. El 6 de enero de 2007, la estudiante de la Universidad de Tennessee Channon Christian y su novio, Christopher Newsom, sufrían un asalto en su vehículo y eran secuestrados en Knoxville. Ambos eran asesinados más tarde.
Según una acusación con 46 cargos, los sospechosos Darnell Cobbins, Lemaricus Davidson, George Thomas y Vanesa Coleman, todos negros, están acusados de violación con agravante de sodomía de Christian y Newsom, ambos blancos. Tras ser violado, Newsom recibía varios disparos y su cadáver era encontrado quemado junto a las vías del ferrocarril cercanas. Christian fue obligada a ser testigo de la violación, tortura y posterior asesinato de su novio antes de ser finalmente violada, torturada y asesinada. La policía descubría su cadáver dentro de un gran contenedor de basura en la cocina de la casa donde tuvieron lugar los crímenes. Antes de deshacerse del cadáver de ella, los asesinos vertieron cal viva o algún otro agente de limpieza industrial por la garganta de ella en un esfuerzo por destruir rastros de ADN. La fecha del juicio ha sido fijada para el próximo mayo.
¿Qué hemos escuchado a la NAACP, a Jesse Jackson, a Al Sharpton y a los demás que se apresuraron a juzgar y a rasgarse las vestiduras mientras condenaban a los blancos de los casos de "los 6 de Jena", y a Don Imus cuando aludía al equipo de baloncesto femenino de Rutgers como "putas desgreñadas"? ¿Dónde estaban los informativos nacionales y los funcionarios públicos? Puede apostar el dinero del alquiler a que si las víctimas fueran negras y los autores materiales blancos, Knoxville habría sido inundado de equipos de televisión, con Jackson , Sharpton y otros portavoces de los derechos civiles y políticos de ambos partidos condenando el racismo y probablemente echando la culpa de todo a George Bush.
Según la Relación Nacional de Víctimas de Crímenes Violentos 2004 del FBI, en la mayor parte de los casos de crímenes interraciales, la víctima es blanca y el autor es negro. En el caso de crímenes interraciales del 2004 en los que la raza de la víctima y el autor material son conocidos, en más del doble de los casos en los que un blanco mata a un negro los blancos eran asesinados por un negro. La ausencia de los líderes de los derechos civiles, personas como Jackson o Sharpton así como los políticos, a la hora de condenar formalmente los crímenes de negros cometidos contra blancos y el silencio relativo de los informativos a la hora de informar sobre ellos, no es simplemente una cuestión de dobles raseros. Es peligroso, porque contribuye a una mecha de conflicto racial que espera a un incendiario racial que la encienda. No se me ocurre ninguna excusa mejor para los racistas de América, ya sean blancos o negros.
