¿Qué está pasando en Ferraz? ¿Qué turbulencias se están percibiendo en La Moncloa? ¿Qué tormentas perciben los socialistas en el horizonte? Son ciertamente tres preguntas que parece sólo tienen una respuesta: en el PSOE hay nervios, hay muchos nervios. A menos de dos meses para las elecciones generales, es evidente que han perdido la iniciativa; es más llevan semanas sin una sola decisión oportuna. Están ofreciendo el rostro más duro, más hostil, más insultante y más inseguro de la política. No proponen iniciativas, sólo insultan. No sugieren ideas, sólo arremeten contra todo lo que se mueve. No ofrecen un proyecto constructivo, sólo destruyen lo que tienen alrededor. Están en la peor situación de las posibles cuando nos encontramos ya inmersos de lleno en la campaña electoral.
Los socialistas viven fascinados por la descalificación. No sólo por estrategia. Lo hacen especialmente por una sensación, que va a más, de incapacidad real para tomar la iniciativa política, algo básico en pleno fragor electoral. En estas últimas semanas han atacado a la Iglesia, a las familias, a Manuel Pizarro, a Esperanza Aguirre, a José María Aznar y a Mariano Rajoy. Están en una dinámica tan atroz, tan destructiva, tan negativa, tan perversa que pierden terreno a pasos agigantados. Y, cómo no, se han apuntado sin restricciones a la polémica Gallardón. Desde luego es incomprensible lo que está haciendo el PSOE. Si el Alcalde de Madrid es tan importante como dicen para los votos del PP, deberían estar muy contentos. Lo cierto es que sólo están mostrando una actitud de absoluta contrariedad ante la no inclusión de Gallardón en las listas de las generales. Por lo tanto esa es la mejor prueba de que Mariano Rajoy ha acertado. Los enfados y los insultos de De la Vega, de López Garrido, de Chacón, de Blanco y demás tropa vienen a confirmar que Mariano Rajoy enfila la recta final de la legislatura con la dirección bien apuntada.
Decía el inefable Blanco en su "panfletillo internauta" que el PP huele a Varón Dandy con el fichaje de Pizarro. Una tontería más de este personaje pero que en este caso sirve para evidenciar que a este hombre parece que quiere imponernos también a golpe de mandato incluso la colonia que hay que utilizar. Para gustos están los colores y desde luego en el olfato puede existir mucha diversidad. Todo muy respetable. Si le preocupa tanto -señor Blanco- "los olores " del PP es que ustedes tienen atrofiado el olfato político. Pero ya puestos, la pregunta es sencilla: ¿qué colonia utiiza Blanco?. En fin, mejor que no lo haga público. La ruina para esa marca estaría asegurada.
