Menú
Carlos Semprún Maura

Attali Jazz Band

Imitando lo que se ha realizado en otros países europeos (Irlanda, Italia, etc.), el informe Attali propone que se liberalicen ciertas profesiones archicontroladas, tan dispares como los taxis, las farmacias y las peluquerías.

Esta mañana del miércoles 23, la comisión Attali entregó al presidente Sarkosy, su informe con 314 propuestas para liberalizar y dinamizar el crecimiento económico, bastantes de ellas ya conocidas y comentadas en la prensa. Como se trata de un proyecto que debe ser discutido primero con el presidente, luego con su Gobierno y finalmente en el Parlamento, ya tendré ocasión de comentar las reformas que hayan sido aceptadas y se pongan en marcha. Por ahora me limitaré a comentar, brevemente, el espíritu supuestamente liberal de este informe.

Suprimir la edad legal y obligatoria (65 años) para la jubilación me parece bien; los que quieran trabajar más años podrán hacerlo, y los que quieran jubilarse antes, lo mismo (con pensiones más modestas, es de suponer). Pero ¿por qué no suprimir asimismo la norma según la cual es el Estado quien fija los horarios de trabajo, el salario mínimo, etc.? Ya se está reformando el "código del trabajo", pero aún así sigue siendo complicadísimo.

No sé si es una buena idea suprimir los departamentos, como propone Attali, lo que sí sé es que con la demagógica "descentralización" se ha creado una burocracia provinciana fenomenal: municipios, cantones, departamentos y regiones, todos con competencias contradictorias, pero con una plétora de funcionarios-parásitos y el consiguiente aumento de los impuestos locales. Esta es la situación actual y constituye un aquelarre.

También propone el informe reducir las cotizaciones de los empresarios y de los asalariados a la Seguridad Social, pero, en cambio, aumentar la IVA y el maldito "impuesto de solidaridad", creado por Michel Rocard cuando era primer ministro. O sea, que los asalariados pagarán menos como trabajadores, pero más como contribuyentes. No le veo la gracia.

Imitando lo que se ha realizado en otros países europeos (Irlanda, Italia, etc.), el informe Attali propone que se liberalicen ciertas profesiones archicontroladas, tan dispares como los taxis, las farmacias y las peluquerías. Evidentemente el sindicato de taxistas parisinos ha protestado y amenazado con gigantescos atascos si se aprueba el proyecto. Temen, claro, que disminuyan sus beneficios si hay más taxistas. Pero los usuarios que tantas veces lamentamos la ausencia de taxis (1 por 360 parisinos, y en cambio, 1 por 72, en Dublín, por ejemplo) tenemos otra opinión. En cuanto a las peluquerías no me meto, que no voy nunca. Y tratándose de farmacias, mientras no vendan cocaína, no me interesan, aunque seguiré fiel a la mía, debido a los ojos verdes de la farmacéutica.

Las propuestas sobre inmigración son más peligrosas, porque son demagógicas. Aunque digan lo contrario, lo que pretenden es acoger, en condiciones mal definidas, una abundante mano de obra barata. En principio yo prefiero la idea de la inmigración controlada, para que se la pueda acoger decentemente (o casi). Pero en este caso, como en otros, todo depende de los detalles.

Junto a medidas concretas, de las que he comentado algunas, el informe propone "utopías" (empleando literalmente esa palabra), como la creación de diez "Ecopolis" de 50.000 habitantes cada una, en las que todos los habitantes vivirían felices y cada mañana comulgarían con ruedas de molino.

En Internacional

    0
    comentarios