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La caballería acude al rescate... del Gobierno

Cuando hay un bando que se ha colocado en la ilegalidad, desde el punto de vista del Gobierno socialista español, y otro que representa la continuidad de la legalidad, quedarse en medio no es una optar por la neutralidad.

Lo que el Gobierno de Rodríguez Zapatero es incapaz de explicar convincentemente, a saber, que no reconoce la independencia de Kosovo pero que esa negativa no tiene repercusión alguna en nuestra acción exterior, sobre todo en lo tocante al despliegue español en la zona, viene perfectamente explicado por el mando del contingente español, el coronel José Acevedo Espejo, en una entrevista en exclusiva al diario El País. El coronel español afirma tajantemente que "no hay contradicción sobre el terreno" y añade: "Somos exquisitamente neutrales."

Cabe hacerle algunas preguntas al militar español y obligarle a recordar algunos hechos nada baladíes. Es verdad que una cosa es el nivel táctico, donde los militares efectúan su actividad, y otra el estratégico o incluso el político. Pero ninguno de los tres puede encerrar graves contradicciones. Y nosotros creemos que las contradicciones están a la orden del día, diga lo que diga Acevedo Espejo.

Parea empezar, ¿qué quiere decir el coronel con ser "exquisitamente neutrales" en Kosovo? ¿Neutrales entre quienes? El coronel, diga lo que le diga el mando aliado, debe saber que la declaración de independencia kosovar es, según el actual Gobierno español al que sirve, ilegal. Así lo ha declarado el ministro de Asuntos Exteriores y esa es la razón de la negativa del Gobierno a su reconocimiento, la quiebra de la legalidad internacional. Por lo tanto, ¿dónde está la neutralidad cuando lo que se separa es una facción que no por mayoritaria ha dejado de colocarse del lado de la ilegalidad y una minoría que lo que pide es que se siga cumpliendo la ley? El coronel Acevedo Espejo puede creer que interponiéndose entre un bando y otro su actuación es "exquisitamente neutral", pues así fue al fin y al cabo en Bosnia. Pero cabe recordar que allí las partes, todas las partes, otorgaron su visto bueno a la presencia de tropas de la OTAN. Y en el Kosovo actual no es así.

En segundo lugar, ¿en qué principios se basa el mando español para reafirmar su neutralidad? ¿Por qué se es más neutral protegiendo la decisión unilateral, ilegal, de la independencia y no accediendo a lo que ahora pide la minoría serbia, integrarse con los suyos? Hay que recordarle que hasta hace muy poco su presencia en la zona era la de un despliegue en suelo de la república de Yugoslavia y Serbia, la legítima y soberana entidad con la que se negoció la presencia de la OTAN tras la guerra de 1999. Y que ahora los soldados españoles han pasado a estar en un territorio que se autodefine como soberano. Aún peor, soberanía que es rechazada políticamente por el Gobierno español. Al asegurar que él obedece las órdenes de la OTAN, está diciendo muy poco de la autoridad del Ejecutivo nacional.

Cuando hay un bando que se ha colocado en la ilegalidad, desde el punto de vista del Gobierno socialista español, y otro que representa la continuidad de la legalidad, quedarse en medio no es una optar por la neutralidad. Puede que responda a una realidad inevitable, pero en verdad lo que esconde es la cobardía de Rodríguez Zapatero para hacer lo que debe, retirarse de Kosovo, cueste lo que le cueste frente a nuestros aliados de la OTAN.

Puede que las declaraciones del mando español en Kosovo sean bienintencionadas, pero tal y como las ha reflejado El País sólo sirven para salvar al Gobierno del atolladero donde él solito se ha metido. ¿Es esa la tarea legítima de un militar español? Nosotros creemos que no. Diga lo que diga, el militar español está amparando una situación ilegal tal y como la define su propio Gobierno.

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