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Juan Carlos Girauta

Igual da

El mérito de Bibiana es que tiene un blog, de lo cual se deduce que a Cristina Losada, a Pepe García Domínguez y a mí nos deberían dar un ministerio para que nos lo repartiéramos.

Ahora que hay un Ministerio de la Igualdad, a ver si empieza la responsable por entender qué cosas pueden y no pueden igualarse. No se puede igualar un asesinato de la ETA, por ejemplo, con la supuesta crispación del PP, como hizo en su blog la igualadora oficial antes de igualarse ella con las otras ministras de cuota. El mérito de Bibiana es que tiene un blog, de lo cual se deduce que a Cristina Losada, a Pepe García Domínguez y a mí nos deberían dar un ministerio para que nos lo repartiéramos. Me gustaba mucho uno que había antes, de Educación y Descanso; pillar una Secretaría de Estado de Descanso tenía que ser una bicoca. Para sí la quisiera Mariano Rajoy.

Otra bicoca –y otra desigualdad– es que, siendo reo, te toque una cárcel catalana y tengas amigos progres. A tres drag queens y una gogó les cayeron 12 años por violar a un muchacho de 18. Han cumplido sólo cinco meses porque el Departamento de Justicia de la Generalidad puede dejar en nada cualquier sentencia. La UGT, mayoritaria en las cárceles, ha igualado la excarcelación con "una invitación a la impunidad en casos de agresión sexual". ¿Cómo se explica este trato desigual a los presos? ¿Qué tendrán estos violadores para obtener el favor de Montserrat Tura? Se ignora. Sólo consta que habían sido distinguidos con las visitas de una conocida presentadora de la Cuatro y una célebre actriz que es tocaya de la ministra de la Igualdad. ¡Eso se llama poder!

Para sentido de la igualdad, el que demuestran los socialistas en materia hídrica. Ojalá nunca se le hubiera ocurrido a Pasqual Maragall proferir ufano la bajeza: ¡Ni una gota de agua para Valencia y Murcia! Ojalá no se hubiera manifestado Montilla contra el trasvase del Ebro. Ojalá el tripartito catalán, padre de todas las desigualdades a partir de los Pactos del Tinell y el Estatut, no hubiera cerrado el grifo al levante español. Porque así a los barceloneses no nos estaría silbando el oído a todas horas. Bueno es Camps, padre de la igualadora cláusula homónima, para dejar pasar esta ocasión de resucitar el trasvase del Ebro para todos, ahora que lo bendice el PSC, el partido de los grandes logros igualitarios desde Filesa, Malesa y las subsiguientes igualaciones patrimoniales.

A los populares los igualaron los socialistas con asesinos en campaña, cosechando un gran éxito. Pero igualdad, lo que se dice igualdad, llegará con la publicación de las balanzas fiscales, cuyas copias meterán en la maleta los habitantes del cinturón industrial de Barcelona cuando vayan de visita a su pueblo. ¡Cómo sacarán los colores a sus parientes demostrando con cifras el modo en que andaluces y extremeños vienen robando a los catalanes!

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