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José Antonio Martínez-Abarca

El ministro cuenta el chiste del gitano

Que se metan los trasvases por donde les quepan en Moncloa y que a los valencianos, murcianos y almerienses nos capten temporalmente o nos aporten puntualmente todo lo que nos pida el cuerpo.

Uno de los miembros, mejor dicho, pseudópodos del actual Gobierno de Z, un tal Celestino, que con ese nombre hubiese merecido ser la décima y más salsera mujer del ejecutivo, acaba de contarnos al referirse al Trasvase del Ebro su particular versión del conocido chiste de los churumbeles gitanos con más "jambre" atrasada que los alemanes (como se solía decir en la España profunda después de la guerra). Saben aquel que dice que un calé llega a la chabola de madrugada y le dice a su mujer que le va a hacer uso del débito conyugal, de tal guisa que se le van a quitar todas las quejas. "Abúzate, que te va a dar un gusto a pavo que ya verás". Los churumbeles, con dos velas cayéndoles de la nariz y tigres en la barriga, asisten a la escena súbitamente despiertos por la mención gastronómica del "pavo". Y, cuando se despacha con la parienta, le gritan a su hacedor como polluelos, todos a una: "¡paere, anda, abúzanos a tos!"

Celestino, ministro de Trabajo, ha mencionado que va a hacerse algo que a los barceloneses les da mucho gusto a pavo, y ya da igual que lo llame "trasvase del Ebro", que lo llame "aportación puntual", que lo llame "captación temporal", que lo llame abuzarse, que lo llame ayuntarse, que lo llame fornicio o que lo llame hacer el amor o que no lo llame, porque Valencia, Murcia y Almería, como churumbeles hambrones que han estado todos estos años esperando a que regrese con algo el "paere", también van a querer de eso, sea lo que sea eso. Quieren de lo mismo y ya, y, si puede ser, déme dos. Valencia, Murcia y Almería también quieren quedarse con un gusto a pavo que alucinas.

Es inútil, por una vez, que los implicados busquen palabros alternativos que designen lo que pretenden hacer y de hecho harán, porque aunque en tantas ocasiones les ha valido lo de la ingeniería gramatical (llamada mixtificación o falseamiento por los que no nos resignamos), aunque todo lo que connota el idioma sea según ellos discutido o discutible, lo que no pueden cambiar ni ocultar ni sofaldar es el hecho físico en sí. El que se vaya a coger agua de un sitio para llevarla a través de un tubo a otro. Como si quieren agarrar el agua a cubos. Seguirá siendo la misma cosa mensurable, publicable, fotografiable y televisable, que es lo que importa.

Si eso resultara no ser un trasvase porque los socialistas, como se sabe, están contra los trasvases, sino que es otra cosa que no tiene nada que ver, entonces aquí todos estamos también contra los trasvases. Si eso es sólo una captación temporal y nunca un trasvase, entonces, "paere", cáptanos temporalmente a tos. Para qué queremos los trasvases teniendo captaciones temporales, que no tienen problema de sostenibilidad, se hacen en un susto sin importar el precio y encima hasta te apoya Esquerra, el mismo partido que se fue a brindar con cava al delta del Ebro cuando Zapatero derogó el Plan Hidrológico del PP incluso antes de jurar como presidente e incluso antes de retirar las tropas de Irak, probablemente incluso antes de llamarse José Luis.

No. Queremos de eso mismo que van a tener los barceloneses, porque a los barceloneses las desaladoras tampoco les comen. Que se metan los trasvases por donde les quepan en Moncloa y que a los valencianos, murcianos y almerienses nos capten temporalmente o nos aporten puntualmente todo lo que nos pida el cuerpo. Aquí que no falte de nada.

"Paere", abúzanos en el Ebro a tos.

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