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Michelle Malkin

Los escandalosos beneficios del aborto

La mujer ordenó al facultativo que practicaba el aborto y a sus asistentes que parasen, pero le contestaron: "No podemos hacerlo." Para poder terminar la operación, los empleados de Planned Parenthood la sujetaron a la camilla.

Cuando hace unas semanas se unió a los acosadores de la industria petrolera, el candidato presidencial republicano John McCain sonaba como un demócrata, algo por otra parte habitual en él. Preguntado por un votante de Carolina del Norte si apoyaba o no un impuesto sobre los beneficios imprevistos similar al de los años de Jimmy Carter, McCain respondió: "Bueno, a mí no me gustan los beneficios escandalosos en ninguna parte, y no sólo los imprevistos. No es eso lo que me preocupa, pero deberíamos estudiar qué incentivos estamos dando a personas, empresas o sectores que estén distorsionando el mercado."

He aquí una idea para todos los inquietos estrategas republicanos de Washington que se preguntan qué deben hacer para ganarse a los conservadores económicos y sociales desafectos: ¿qué tal un candidato presidencial republicano que se refiera a la industria abortista financiada por el contribuyente de la misma forma en que McCain habla de las petroleras?

En abril, el informe anual de la organización Planned Parenthood Federation of America reveló que el gigante del aborto había obtenido unos ingresos totales de 1.020 millones de dólares, con una estimación de beneficios de casi 115 millones. El contribuyente financia contratos y subvenciones públicas en los niveles estatal y federal valorados en más de 336 millones de dólares, el equivalente a más de un tercio del presupuesto de Planned Parenthood. ¿Y qué resultados distorsionadores del mercado obtenemos a cambio de esos incentivos públicos? Sólo en 2006, 280.750 abortos.

Los ejecutivos de empresas petroleras, tabacaleras, financieras y farmacéuticas y hasta jugadores de béisbol se han visto obligados a acudir ante el Congreso para recibir un rapapolvo altamente publicitado por parte de legisladores ejerciendo su papel de cruzados. Sin embargo, los gestores de Planned Parenthood han evadido todo escrutinio del Gobierno y sus cuentas no se han auditado ante la opinión pública por su comportamiento depredador, sus peligrosas prácticas médicas, sus engaños y sus beneficios letales.

En Washington D.C., la familia de Shantese Butler, de 13 años de edad, presentó una demanda de 50 millones de dólares contra Planned Parenthood después de que un aborto con complicaciones dejase a la menor herida de gravedad e infértil. Students for Life of America informa que Shantese fue dada de alta con "abundante hemorragia abdominal, herida vaginal abierta, herida abierta en el cuello del útero, perforación uterina significativa y absceso del intestino." Además, el abdomen de Shantese todavía contenía restos del feto.

En Nebraska, Planned Parenthood se negó a facilitar los términos de un acuerdo con otra víctima cuyo aborto con complicaciones terminó en perforación del útero, pérdida masiva de sangre, histerectomía de urgencia e infertilidad, además de convulsiones, dolor y sufrimiento de por vida. Según la demanda, filtrada a Life News, la mujer ordenó al facultativo que practicaba el aborto y a sus asistentes que parasen, pero le contestaron: "No podemos hacerlo." Para poder terminar la operación, los empleados de Planned Parenthood la sujetaron a la camilla.

¿Dónde está el representante Henry Waxman, el de las citaciones a declarar ante el Congreso? ¿Podría el senador Arlen Specter dejar de investigar por un momento a los New England Patriots e indagar en los esfuerzos de Planned Parenthood por aconsejar a adolescentes por debajo de la edad legal cómo esquivar las leyes que exigen autorización paterna y así obtener en secreto la RU-486, la píldora del día después? ¿Dónde está la preocupación por las mujeres y niñas maltratadas por las clínicas de Planned Parenthood en Kansas, donde Phil Kline, fiscal del distrito del condado de Johnson ha presentado una denuncia con 107 cargos criminales contra la mafia abortista, con acusaciones que van de la falsificación documental a la práctica de abortos ilegales fuera del período estipulado?


¿Y dónde está Nancy Pelosi y su brigada por los niños para investigar las impactantes pruebas del infame comportamiento de Planned Parenthood dadas a conocer por la estudiante de periodismo de incógnito Lila Rose? El año pasado, Rose sorprendió a un empleado de Planned Parenthood instando a una menor a valerse de las leyes de violación para lograr un aborto en California. En febrero, Rose dio a conocer las grabaciones de incógnito de su conversación con un empleado de Planned Parenthood en Idaho, encantado de aceptar dinero de un donante racista que quería que sus fondos se destinasen a abortos de niños negros. En abril, difundió un vídeo que mostraba a empleados médicos en Nuevo México y Oklahoma ávidos por recoger el dinero de un donante abiertamente racista. Un empleado de Planned Parenthood admite que "aceptamos dinero por la razón que sea".

Por la razón que sea, Washington ha mirado hacia otra parte cuando de esta sangrienta empresa financiada por el Estado se trataba, algo que los conservadores partidarios del Estado limitado y contrarios al aborto han consentido. Eso sí que son "beneficios escandalosos".

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