Jesús Rodríguez entrevista con gran entusiasmo en El País al famoso escritor francés Frédéric Beigdeber. Según el periodista, Beigdeber "escribe desde la cólera... un retrato atroz del nuevo capitalismo". Y hablando de cóleras y atrocidades, el gran pensador galo va y dice: "El sistema ultraliberal nos está llevando a consumir seres humanos. Utiliza la belleza de mujeres cada vez más jóvenes para vender cremas y yogures. Es un nuevo tipo de pedofilia. Y nadie parece darse cuenta. No se puede dejar todo a merced del mercado. Destruye a las personas."
La crisis del comunismo no ha dado lugar a ningún sistema liberal, como sabe cualquiera que se limite a mirar el grado de coacción del poder político en el mundo. Pero cuando don Frédéric habla de consumir seres humanos, no se refiere a los controles, la vigilancia y los impuestos. No. Se refiere al mercado. Y cuando unas empresas contratan a unas mujeres jóvenes para vender yogures, este afamado intelectual llama a eso pedofilia, como si la libertad de contratación fuese una perversión criminal contra la que cupiese lanzar a la policía y a los jueces. En la mayoría de los países el Estado representa en torno al 40 % del PIB de manera directa. Y Beigdeber llama a eso "dejar todo a merced del mercado".
En cuanto a la destrucción de las personas, que el pensamiento único atribuye siempre a la libertad y sus instituciones como la propiedad privada y el mercado, la entrevista da una oportunidad para que Frédéric Beigdeber compare el mercado con sus alternativas. Y hay que agradecerle su sinceridad: proclama que ha trabajado como publicitario para Danone y para los comunistas, ¡y prefiere a los comunistas! La razón es increíble: afirma que Danone sólo quería vender sus bienes, cosa que le parece espantosa. En cambio, "los comunistas contaban con un sueño, equivocado o no; pero con poesía". Qué bonito. Pena que los comunistas asesinaran a cien millones de trabajadores con esta poesía, con este sueño, equivocado, ¡o no!