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Agapito Maestre

Camino de servidumbre

Será esa demagogia colectivista, no importa ahora que la versión de ese colectivismo sea fascista o comunista, la baza principal de Rodríguez Zapatero para seguir dirigiéndonos por el camino de la servidumbre y la esclavitud.

He leído los piropos de Cándido Méndez, el jefe de la cosa sindical de los socialistas, al Gobierno de Rodríguez Zapatero y he sentido vergüenza ajena. Pero reconozco que esa demagogia será el fundamento de la próxima campaña del PSOE. No me ha extrañado. Llevo anunciándolo hace meses. La cosa será elemental pero efectiva. Méndez y los suyos ya cantan las grandezas de Rodríguez Zapatero a través del cruel sentimentalismo que los socialistas manejan con precisión. Primero reconocen que millones de seres humanos sufrirán la crisis económica, pero inmediatamente dirán que Zapatero no tiene ninguna responsabilidad de ese mal. Por el contrario, segunda operación, mantendrán que gracias al Gobierno de los socialistas muchos podrán sobrevivir. Éste le dará todo a los parados y se lo quitará a los ricos. El Estado solucionará cualquier problema.

En resumen, será el Estado, y sólo el Estado, que se identifica totalitariamente con el Gobierno socialista, el único que podrá hacernos conllevar la crisis, que no tiene otro culpable que el capital y el malvado mercado, que siempre es dependiente del gran malvado entre los malvados, o sea de EEUU. Porque el entero sistema se le hace depender de la derecha en general y de EEUU en particular, es menester que el Gobierno de Rodríguez Zapatero actúe como un partido anti-sistema para que todo esté arreglado. Exactamente es lo que ha hecho Rodríguez Zapatero, distanciarse de la crisis y decir que eso es cosa de la derecha. A él sólo le queda aprovecharse de sus ventajas. Eso es exactamente lo que le aplaude el señor Méndez, el sindicalista de UGT, que se olvide por completo de la economía y se centre únicamente en seguir utilizando el gasto social y protegiendo a los parados.

Por supuesto, este sindicalismo cutre y antisistema, del que los trabajadores honrados sienten vergüenza, actúa coordinadamente con Rodríguez Zapatero. Es la famosa correa de transmisión del partido. Es todo tan viejo y ajado. Cansan y aburren, pero su vieja cantinela demagógica sigue arrasando. Me cuesta creer que sea Méndez el sindicalista que se merecen los españoles. ¿Tan bajo hemos caído? No lo sé. Sin embargo, parece indudable que será esa demagogia colectivista, no importa ahora que la versión de ese colectivismo sea fascista o comunista, la baza principal de Rodríguez Zapatero para seguir dirigiéndonos por el camino de la servidumbre y la esclavitud. Éste nos asegurará el pan, aunque sea en forma de chusco duro y seco. Cualquier cosa será aceptable para estos nuevos jefes de esclavos mientras oculte la verdad del sistema democrático: la libertad también es el fundamento para resolver la crisis económica.

Las medidas proteccionistas tienen un límite, cuando éste se traspasa como hará muy pronto este Gobierno no estaremos en crisis sino en bancarrota. La recesión será nuestra tumba, pero los socialistas sacarán rédito electoral. ¿Qué que dice la derecha? Calla y otorga.

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