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Luis Hernández Arroyo

La contracción europea

Países como Alemania, que iban como una máquina, resulta que se están contrayendo un 0,5% en el segundo trimestre. Se va haciendo visible una pesadilla global de recesión en los países del G-7. Hay que revisar previsiones.

De repente, el escenario con el que contaban Trichet y sus asesores se ha convertido en una pesadilla. Países como Alemania, que iban como una máquina, resulta que se están contrayendo un 0,5% en el segundo trimestre. Se va haciendo visible una pesadilla global de recesión en los países del G-7. Hay que revisar previsiones, otra vez.

Hasta hace poco nos quisieron hacer creer que el problema era sólo de EEUU y que Europa estaba haciendo una elegante finta (decoupling) a la congestión crediticia americana. Pero viendo como se deteriora, a pasos de gigante, la economía del euro, parece que esto no va a ser tan fácil. Alemania y Francia, y el total de la zona, se han contraído en el segundo trimestre. Sobre Alemania no hay más detalle que el PIB ha caído un 2% (anualizado), pero el comunicado oficial dice que tanto el consumo como la inversión empresarial se han encogido. En cuanto a Francia, sí que disponemos de cierto detalle, que muestra que la inversión total ha caído un 8% anualizado, destacando la inversión negativa de los hogares (vivienda) en un 11,6% (datos en tasas anuales). Todo ello lleva al PIB francés a un 1,2% por debajo del primer trimestre. Es difícil achacar eso, como dice Trichet, a un simple ajuste al fuerte crecimiento del trimestre anterior.

Repásense los discursos de Trichet, especialmente en el que anunciaba su nefasta subida de tipos de interés, y se podrá ver lo equivocado que estaba. Cito algunas expresiones: "Muy vigoroso crecimiento monetario y del crédito (...). Ausencia de restricciones en la oferta de crédito (...) los fundamentos son sólidos pese a la esperada debilitación tras el excepcionalmente fuerte primer trimestre...".

Y, ¿qué dijo en la siguiente reunión, la de agosto?: "Con la información disponible desde la anterior reunión, se han reforzado las razones que apoyaban nuestra decisión para haber subido los tipos un mes antes". Algo anda descabalado en la información estadística financiera: no es posible que el dinero y el crédito vayan tan bien y que, casualmente, las economías más fuertes, que no habían experimentado una burbuja inmobiliaria, se estén contrayendo en partidas de gasto muy significativas, como el consumo y la inversión, incluidos los hogares (viviendas principalmente).

Si se observan los indicadores fin ancieros del BCE, se verá que las familias de la zona euro han visto reducidos sus flujos de crédito desde 385 mm. a 304 mm. de euros en el año que termina en marzo. Las empresas no tanto, pero es visible una desaceleración del crédito y de la captación de fondos por acciones. De modo que sí hay signos de restricciones, por mucho que la forma de calcular las tasas de variación anual de un resultado positivo (ver el comunicado de prensa del BCE en  http://www.ecb.int/press/pdf/ffi/eaefd_1q2008.pdf , nota 2 página 8). Y es que en el mundo de hoy es imposible que las restricciones crediticias no salten las fronteras.

No culpemos totalmente a Tricky: el tinglado institucional se las trae. Por ejemplo, ¿sabían que en realidad, en los consejos decisivos sobre tipos de interés, no hay votaciones efectivas? Siempre que se le pregunta en la rueda de prensa posterior, Trichet dice que ha habido unanimidad, y los periodistas creen que han votados todos la propuesta del Presidente. Pero no es así, pues luego no hay publicación de actas, por lo que no se sabe lo que pasó. En otras palabras, las opiniones de los gobernadores de los bancos nacionales allí presentes son pura inanidad. Viajes pagados y dietas, para ser convidados de piedra, no está mal. El caso es que no exijan mucha responsabilidad; ya se sabe: yo estaba allí aquel día, pero me abstuve...

Ahora lo lógico es que el BCE se plantee bajar los tipos lo antes posible. No se hagan ilusiones. El sistema recompensa la elusión de toma de responsabilidades. Siguiendo con la doctrina oficial, pueden cargarse la economía europea durante años, pero sus puestos y prebendas están más seguros.. ¿Cuál es esa doctrina? en la Web del BCE se expresa de forma clara y meridiana:

El objetivo principal de la política monetaria del BCE es mantener la estabilidad de precios. El BCE persigue una tasa de inflación inferior, pero cercana, al 2% a medio plazo".

Ese es el mandato de Trichet, y a él se ciñe estrechamente por la sencilla razón de que siempre podrá decir que el riesgo contractivo no era de su incumbencia.

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