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Michelle Malkin

La Hermandad de las Periodistas Progres

Lo que cuestiono es el silencio y la complicidad de las periodistas progres mientras los críticos de Palin imponen a las mujeres conservadoras el doble rasero de "la familia primero". La hermandad femenina está cerrada para la derecha.

Hablemos de conflictos entre vida profesional y vida familiar, dobles raseros y la élite de los medios de comunicación. El pasado viernes, Howard Gutman, miembro del Comité de Financiación Nacional de la Campaña Obama, atacaba la capacidad de Sarah Palin de ser una buena madre y llevar una vida pública tan absorbente al mismo tiempo. En una aparición acusadora en el programa radiofónico de Laura Ingraham, el operativo de campaña de Obama criticaba a la madre republicana de cinco hijos por no dejar aparcada su carrera profesional.

"Su responsabilidad es anteponer a tu familia," impartía doctrina Gutman mientras sacaba a relucir el bebé con síndrome de Down de Palin y la hija adolescente embarazada. "El ataque apropiado no es que una mujer no debería presentarse a vicepresidente teniendo cinco hijos, es que un padre, siempre que tenga una familia que la necesite", debería abandonar la esfera pública y quedarse en casa.

El estándar Gutman ha sido difundido ya a estas alturas por incontables fanáticos de Obama y tertulianos serviles. Detestablemente, las madres con trabajos absorbentes en el sector del periodismo están ayudando a difundir los ataques anti-Palin o, al menos, no están haciendo nada por defenderla.

¿Cómo le sentaría a Katie Couric que le aplicaran el estándar Gutman a ella? Su marido falleció a los 42 años cuando sus hijas tenían seis y dos años de edad. Con dos hijas pequeñas devastadas por la pérdida de su padre, ella optó por no abandonar el periodismo. Siguió presentando el programa de la NBC Today Show durante toda la enfermedad y el fallecimiento de su marido, siguió llevando un horario intensivo sin un minuto libre como una de las presentadoras más conocidas de Estados Unidos siendo una madre que tenía dos hijas sin padre en casa, y a continuación pasó a CBS News, donde mantiene un horario en riguroso directo, planes de viaje y un calendario por temporadas. ¿Dónde están las acusadoras?

¿Qué hay de Soledad O'Brien, de la CNN? Ha estado haciendo horas extra para cubrir la temporada de las campañas presidenciales, presentando a diario la cobertura y las convenciones en horario nocturno, y produciendo documentales que exigen restar a la vida familiar grandes cantidades de tiempo. La página web de Disney's Family Parenting la elogia como "una madre moderna que equilibra una carrera brillante como una de las principales presentadoras de informativos de América con sus cuatro hijos", dos niñas que tienen ahora 7 y 6 años de edad y dos gemelos que tienen 4 años. ¿Dónde están las críticas con Palin para atacar las aspiraciones profesionales de O'Brien?

También en la CNN, Campbell Brown volaba el pasado año a Las Vegas para moderar un debate político estando embarazada de ocho meses y medio. El presentador de Fox News y blogger de izquierdas Alan Colmes, visto por última vez cuestionando el compromiso de Palin con la atención prenatal porque trabajaba y viajaba durante los últimos meses de su embarazo, no dijo nada al respecto. Cuando Brown abandonó Today Show en 2007, dijo que se apartaba para dedicar más tiempo a su familia y su hijo. Inmediatamente cambió de opinión y fichó por CNN, donde ha presentado la cobertura integral de las elecciones en CNN e iniciado un nuevo programa nocturno para noviembre.

En la NBC, la conocida aficionada a conciliar vida profesional y maternidad Meredith Viera reemplazó a Couric en Today Show. Tiene tres hijos en casa y un marido que lucha contra la esclerosis múltiple y dos abscesos de cáncer de colon. En función del rasero Gutman, Viera debería haberse ido hace años para atender a su familia en momentos de necesidad.

Como mujer que ha trabajado en los medios durante 16 años y como madre trabajadora en los medios durante los últimos ocho, conozco de primera mano el compromiso y la energía que les supuso a estas mujeres llegar a la cima. He redactado columnas desde camas de hospital, escrito libros mientras hacía de enfermera, llevado a mis hijos pequeños a estudios de televisión y contado cuentos para dormir al móvil mientras embarcaba en aviones. He trabajado duro por alcanzar el "equilibrio" que buscamos todos. He tomado decisiones buenas y malas, y no lamento las oportunidades que he aprovechado ni las que he rechazado. No lo podría haber hecho sin un marido que me apoya tanto como para estar dispuesto a renunciar a sus propios objetivos profesionales, el tipo de marido que los medios han ignorado en Todd Palin y el tipo de cónyuge que estoy segura tiene cada una de las integrantes de la Hermandad de las Periodistas Progres.

No cuestiono el compromiso que tienen estas compañeras madres trabajadoras en los medios con sus vidas familiares. Lo que cuestiono es su silencio y su complicidad mientras los críticos de Palin imponen a las mujeres conservadoras el doble rasero de "la familia primero". La hermandad femenina está cerrada para la derecha.

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