La corrupción permanente de nuestro proceso electoral continúa. Barack Obama y sus viejos amigos de Acorn y Project Vote van abriéndose paso. Hace dos semanas, estos dos grupos progres anunciaban la maniobra de pedir la creación de registro electoral destinada a minorías y personas de renta baja en aquellos Estados donde, como Ohio, Pennsylvania, Colorado, Florida, Nuevo México y Wisconsin, todavía no existe un ganador claro.
¿Qué tiene esto de malo? Para empezar, estos dos grupos son formaciones partidistas militantes que simulan tomar parte en actividades civiles neutrales. Su campaña, precisamente, llega en medio de una avalancha de nuevas alegaciones de fraude electoral que implican a Acorn en muchos de esos Estados considerados clave. Diez días atrás, los funcionarios del Estado de Nevada registraban la sede de Acorn en Las Vegas, después de que las autoridades electorales acusaran al colectivo de presentar múltiples peticiones de registro con nombres duplicados y falsos.
Acorn, que recibe el 40% de sus ingresos del contribuyente estadounidense con el objetivo de llevar a cabo una campaña agresiva a favor del estado del bienestar, ya ha ayudado a registrar a más de 1,27 millones de personas en toda la nación. El resto de sus fondos provienen de pesos pesados de la extrema izquierda, como el multimillonario George Soros o Democracy Alliance. Project Vote, por su parte, es una organización exenta del impuesto sobre la renta, que fue fundada por la letrada de izquierdas Sandy Newman para registrar votantes en las oficinas de ayuda social y las colas del paro con el objetivo explícito de invertir la revolución Reagan. Los dos grupos están inseparablemente relacionados y su nexo común es Barack Obama.
En 1992, Newman contrataba a Obama para dirigir los esfuerzos de Project Vote en Illinois. El lema de la campaña era: "El secreto está en la fuerza". Como ya expliqué, Obama también instruyó a miembros de Acorn en Chicago. Como contrapartida, los voluntarios de esta organización trabajaron en sus campañas de Illinois y el comité de acción de ACORN apoyó su candidatura en las primarias.
A pesar de haber negado en numerosas ocasiones que tuviera alguna relación con el grupo, Obama lleva los planes de ACORN incrustados en sus genes. La iniciativa de registro "Vote for Change" de la campaña de Obama, paralela a Acorn/Project Vote, es una lucha a muerte por arañar hasta el último voto sin registrar que sea favorable a la visión de gobierno mastodóntico de Obama. "Nuestra aportación", presumía el director de la campaña de Obama David Plouffe a propósito del programa de registro electoral, "será enorme". Cantidad antes que calidad: es el sello de Acorn.
Además del registro de Las Vegas, las alegaciones de fraude electoral siguen amontonándose:
– En Lake County, Indiana, varios funcionarios electorales rechazaban este mes una gran parte de las 5.000 peticiones de registro que presentó Acorn. Algunos voluntarios habían tomado nombres y direcciones de las guías telefónicas y falsificado las firmas. Según las noticias locales, "una gran cantidad de peticiones al registro electoral mostraron firmas escritas con la misma letra" y "aparentemente, este intento de falsificación se hizo para alcanzar el cupo mínimo de inscripciones fijadas por Acorn para pagar a sus empleados". Los votantes registrados falsos incluían fallecidos y menores de edad.
En una conferencia telefónica, varios funcionarios republicanos observaban que hasta 11.000 peticiones de registro electoral eran falsas.
– El mes pasado en Milwaukee, Wisconsin, diversos funcionarios descubrían a siete delincuentes que habían sido contratados por Acorn. También descubrían una partida de tarjetas de registro electoral falsas. El Partido Republicano acusó a Acorn de intentar inscribir en el censo electoral a muertos, reclusos o personas ficticias.
– En Florida, solamente en Orange County, los empleados de ACORN entregaban múltiples instancias de inscripción copiadas de seis votantes diferentes a lo largo del verano. Según el Miami Herald, "Un individuo tenía 21 peticiones duplicadas". Los funcionarios electorales habían acusado las prácticas fraudulentas de Acorn desde hacía varios meses, pero podría ser ya demasiado tarde: en los condados de Orange, Broward y Miami-Dade counties, Acorn lleva registrados a 135.000 votantes nuevos, casi el 60% de ellos como demócratas (lo que constituye la quinta parte de todos los votantes nuevos en esa región).
– En Ohio, se regalaron viajes en autobús y en coche a una gran cantidad de personas sin casa para registrarse. Shelby Holliday, una periodista de Palestra.net, grabó a Acorn llevando a futuros electores hasta los registros y me contó que habló con una mendiga que le dijo que ACORN "me dijo que votase si quería una vida mejor, y que no me preocupara por el sorteo para ejercer de jurado (uno de los motivos por los que esta mujer sin techo no quería registrarse) porque probablemente el Gobierno no podría encontrarme. Me registré utilizando una dirección temporal".
Obama y Acorn han creado durante años una comunidad de votantes falsos, impresentables y marginales para ampliar su base electoral. Las reglas están para saltárselas.