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Maite Nolla

Lo que ha dicho Carmelo

La pata del banco –nunca mejor dicho– que falla más es el PP de Cataluña; por supuesto, cualquier propuesta en el sentido que les he dicho es imposible con la actual dirección, pero nada es eterno.

Decir que no les voy a hablar del divorcio de Carmelo González, porque no es asunto mío y porque lo que ha trascendido y lo que no ha trascendido es propio de un artículo contundente como los de Arturo Pérez-Reverte, con blasfemias y todo, y yo no tengo el talento del maestro, y, como pueden comprender, no estoy autorizada por los jefes de mi periódico.

Lo que me interesa es lo que dijo Carmelo en la entrevista que concedió a El Mundo y es que entre el PP, UPyD y Ciudadanos hay un espacio común que debería aprovecharse. Un pacto similar al de Jaime Mayor-Oreja y Nicolás Redondo hace unos años, sería una buena noticia para Cataluña. Aquel pacto, bendecido por Fernando Savater y muchos de los que hoy conforman el partido de Rosa Díez, se quedó a unos pocos votos de gobernar en el País Vasco y se hubiera conseguido de haber presentado listas conjuntas. Luego vino el editorial de Juan Luis Cebrián –con el PNV íbamos tirando– y de postre Idiazábal y membrillo con Otegi y se acabó.

En Cataluña la situación política no tolera hilar excesivamente fino y, hoy por hoy, sólo hay dos opciones: los nacionalistas y los que no lo somos. Dicho esto, que es muy bonito, también es verdad que no existe ninguna posibilidad de que ni siquiera se plantee.

Puedo empezar por cualquiera de los tres interesados; no tengo muy claro que el problema entre Rosa Díez y Albert Rivera sea tan sólo personal como se dice, sino que el cálculo de Rosa Díez y de UPyD es que Ciudadanos, tal y como hoy lo conocemos, se va a acabar y que, de momento, no tiene porque ofrecer nada a una organización que, según ellos, tiene los días contados. Para las próximas elecciones, las europeas en mayo de 2009, el hecho de que España sea una circunscripción única no requiere un esfuerzo especial en Cataluña; luego hasta el otoño de 2010, que es cuando se prevé que sean las elecciones en Cataluña, queda mucho. Arriesgado y discutible, sin duda.

Aunque la pata del banco –nunca mejor dicho– que falla más es el PP de Cataluña; por supuesto, cualquier propuesta en el sentido que les he dicho es imposible con la actual dirección, pero nada es eterno. De hecho, algo así fue lo que intentó hacer Daniel Sirera durante su breve reinado. Perdón por darme tono, pero ya saben que a mí me ficharon a bombo y platillo, con rueda de prensa y mi chaqueta de Purificación García; Carmelo se dejó ver en algún mitin del PP y parecía que Daniel pretendía aglutinar a una parte del voto que se había ido con Ciudadanos.

Sin embargo, el PP puso freno al Let Sirera be Sirera, le hicieron las listas y no dejaron ni que se equivocara. Por ejemplo, al inicio de la campaña se dijo de Ciudadanos que era un partido folclórico de extrema izquierda, que para pretender que alguien de allí te vote no está mal; además, dejaron la frase de marras durante toda la campaña en la web del PPC, para que el que no lo hubiera leído y se hubiera ofendido, lo viera y se ofendiera. Y así fue la cosa; de hecho, en Lérida, el candidato, aunque recuperó el escaño –beneficiándose del tortazo de ERC– perdió casi dos mil votos en relación al candidato de Piqué, teniendo en cuenta los sucesos del 11 al 13 de marzo de 2004.

Meses más tarde, yo no tengo ni siquiera el carnet, que ya les vale, Carmelo ha decidido irse –lo dijo Pedro J. en su carta del domingo–, y la alternativa a Alicia Sánchez-Camacho es Montserrat Nebrera. "Nunca he sentido igual una derrota...".

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