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NOVELA
Polígamo con corazón
Las mujeres de Adriano es un libro ligero y curioso de uno de los mejores escritores mexicanos actuales. Encarna Jiménez

En esta obra, Héctor Aguilar Camín desgrana la relación de un intelectual con las cinco mujeres de su vida que, durante un año, coinciden en el tiempo haciéndole ir de cama en cama.

La noticia aparecida en un diario mexicano sobre un varón que atendía simultáneamente 8 hogares y tenía 39 hijos, es el punto de partida de la confesión de Justo Adriano Alemán, historiador y abogado de grandes causas, a un joven periodista. En ella va relatando su vida con cinco mujeres que marcaron su existencia: Regina Grediaga, Carlota Besares, Ana Segovia, María Angélica Navarro y Cecilia Miramón. Regina es el amor de su juventud que va y vuelve de su vida con la fuerza de ser la primera. Carlota es la mujer independiente y lúbrica que le descubre los límites del sexo, Ana y María Angélica las que le hacen ser más fecundo intelectualmente y Cecilia la alumna que lo arrastra a orgías de alcohol y lo reclama como sustituto del padre.

A través de estas relaciones, Aguilar Camín construye un relato que no es sólo la justificación de una peculiar poligamia, sino el retrato de cinco personalidades femeninas que resultan cercanas y verosímiles y, a la vez, funcionan como arquetipos. El personaje central, Adriano, ya aparecía en su excelente novela La guerra de Galio. En él, Aguilar Camín encuentra la voz que habla de la realidad política mexicana y de sus propias convicciones y sentimientos. Las mujeres de Adriano no es, pues, un divertimento entre otras obras de mayor calado del escritor, sino una forma de hacer memoria y ficción que funciona como una rama del mismo árbol narrativo.

"Poned atención: /un corazón solitario/ no es un corazón". Estos versos de Antonio Machado que introducen el libro son el lema de un hombre, Adriano, que necesita y ama a las mujeres, aunque siempre guarda algo para sí. Uno se morirá sólo pero, entretanto, la vida es una cuestión de horarios y el adulterio una forma de garantizar el matrimonio propio y ajeno.

En Las mujeres de Adriano Aguilar Camín da cuenta de la tendencia del hombre a rechazar la paz, buscar lo extraordinario, la trasgresión y el riesgo: "Quien mata ese espacio salvaje en su vida, se mata un poco". Esa es la razón que lleva a Justo Adriano Alemán a vivir un año loco en el que el goce y las estrategias del engaño le impiden trabajar. Llega, sin embargo, un momento en el que, al igual que ocurrió con el polígamo de los ocho hogares, Adriano, se ve descubierto y pierde el favor de sus mujeres. Favor que, con el tiempo y ciertas dosis de generosidad, recuperará debidamente dosificado.

En la confesión de Adriano, que tiene 200 páginas, no faltan referencias a los temas favoritos de Aguilar Camín. El universo del poder en México con su trama de intereses políticos, económicos, periodísticos e intelectuales se entrelaza con las historias amorosas sin ahogarlas. "Las mujeres de Adriano" se sostiene con el relato de los amores, pero no prescinde de algunos apuntes sobre lo que constituye la principal aportación de un escritor en el que memoria y ficción han armado una obra imprescindible para conocer el corazón de México.


Héctor Aguilar Camín, Las mujeres de Adriano, Alfaguara, Madrid, 2002.