DIARIO  
Portada  
Opinión  
España  
Mundo  
Economía  
Bolsa  
Internet  
Sociedad  
Cultura  
Deportes  


 SERVICIOS  
Correo  
Postales  
Titulares  



PARLAMENTO EUROPEO
Entrevista con José Manuel García Margallo
El parlamentario español del Partido Popular presidió una delegación del Parlamento Europeo que realizó recientemente una visita oficial a Cuba. Víctor Llano

José Manuel García Margallo nos explica en esta entrevista su percepción de la realidad cubana, los temores del ‘Grupo de Trabajo de la Disidencia Interna’, y las peticiones del gobierno cubano.

‘Mientras no se cumplan las previsiones sucesorias, no creo que haya la menor posibilidad de cambio político en Cuba’.

Pregunta: Usted se entrevistó con tres miembros del ‘Grupo de los cuatro’, con Bonne, Gómez Manzano y Martha Beatriz Roque; no pudo hacerlo con Vladimiro Roca porque está preso. ¿Qué le pidieron los miembros de este destacado grupo de la disidencia interna cubana?

Respuesta: Nosotros les explicamos la última resolución que hizo el Parlamento Europeo en 1999, resolución que se produce a raíz de la detención de los cuatro autores del opúsculo: ‘La patria es de todos’. Ellos nos pidieron que nos interesáramos por Vladimiro Roca que continúa preso, y por otros dos disidentes que no estaban en esa resolución. Cuando nos entrevistamos con Lage, Pérez Roque y Alarcón, les trasladamos el contenido de la resolución del parlamento, su preocupación por la detención que sufrieron los disidentes y por las anomalías del proceso sin garantías que los condenó. Los argumentos de Alarcón fueron fundamentalmente dos: nos preguntó por el nombre del manifestante del movimiento antiglobalización muerto, y nos dijo que a santo de qué los procesos tienen que ser públicos y abiertos.

P: ¿No se habló de poner en libertad a los presos de conciencia cubanos?

R: No. Yo espero que en una próxima resolución que haga el parlamento Europeo, logremos establecer una mención expresa, en la que se refleje la preocupación de la UE por la suerte que puedan correr estos disidentes que continúan presos.

P: Esta reunión que ustedes mantuvieron con los disidentes, ¿dónde se produjo?, ¿en qué condiciones?

R: Nos vimos con ellos en la embajada belga. Al gobierno cubano le molesta que nos entrevistemos con los disidentes, les molesta muchísimo, aunque digan que no les importa, que les da igual porque los tienen a todos infiltrados.

P: A pesar de esta chulería pública, propia de desalmados mafiosos, ustedes insisten en hablar con estos canallas que llevan casi cuarenta y dos años matando y robando a su pueblo.

R: La política es el arte de lo posible. Dígame usted, ¿Qué otra cosa podemos hacer? Creo que es bueno que visitemos la Isla y que hablemos allí con toda la gente que podamos. El gobierno cubano ha de saber que vigilamos por la suerte que puedan correr los disidentes.

P: Llevan ustedes cuarenta y dos años vigilando. ¿No le parece que Castro se burla de ustedes y de su actitud vigilante?

R: Le repito la pregunta, ¿qué otra cosa podemos hacer?

P: No darle ningún tipo de cancha a estos bandidos.

R: La inversión extranjera en la Isla, la posibilidad por parte de los cubanos de tener dólares, y la cierta apertura económica que se observa en Cuba, unido todo ello al hecho que los cubanos cada vez tienen más noticia de cómo se vive fuera, son realidades que van a producir un cambio sociológico y cultural que permitirá que el cambio político sea más suave.

P: ¿Raúl heredará la tiranía de Castro?

R: No tiene el carisma de Fidel. Los ministros de Castro son impenetrables en ese tema. Sólo prometen más socialismo. No quieren una transición como la que se ha producido en los países del Este.

P: Siempre que se habla de las relaciones de la UE con Cuba, se hace referencia a la ya famosa posición común respecto al régimen de Castro.

R: La posición común es que no se establecerá ningún tipo de acuerdo o asociación con Cuba, que las relaciones se limitarán sólo a la ayuda humanitaria, y que esto continuará así, mientras no se produzca un signo positivo del régimen cubano que muestre un mayor respeto por los derechos humanos y una apertura a la democracia.

P: ¿Qué peticiones recibieron por parte del gobierno cubano?

R: Fundamentalmente las siguientes: un gesto de la UE hacia una mayor colaboración, en su caso con un acuerdo de asociación que le sacase del aislamiento en que se encuentran; el ingreso en la ACP (países de África, Caribe y Pacífico), garantizando la no-oposición por parte de la UE; y por último una mayor independencia de Europa respecto a los EEUU, tema éste en el que no hay caso, ya que somos totalmente independientes respecto a la política estadounidense, como lo prueba el hecho de nuestra oposición al Título III de la ley Helms-Burton.

P: Mientras ustedes se oponen a esta ley, Castro confisca las nuevas propiedades que al amparo del dólar han renacido en Cuba.

R: Ellos intentan mantener los principios socialistas y al mismo tiempo aprovechar los dólares y la inversión extranjera. Eso les crea unas contradicciones tremendas. Intentan evitar el surgimiento de clases económicas con una fiscalidad enorme, al tiempo que no autorizan la propiedad privada. No es posible comprar y vender, sólo permutar. Todo necesita un permiso, una autorización, una concesión. Pero poco a poco y a pesar de todo eso, en Cuba se empieza a vivir de otra manera. Dudo que lo que ocurre hoy en Cuba, pueda ser calificado como economía socialista, es una especie de capitalismo de estado.

P: Dólares para Castro significa todo eso, Don José Manuel, dólares para que siga tiranizando a su pueblo, cargando las pistolas, persiguiendo a los que huyen, matando y encarcelando a los que no pueden hacerlo.

R: A mí no me parece mal que las empresas españolas estén tomando posiciones allí. Una de las cosas que puede ocurrir, es que si cambia el régimen, se produjese una americanización absoluta, que Cuba entonces se convierta en otro Puerto Rico. Me parecería lamentable que se perdiese la identidad cubano-española.

P: A Castro le importa poco tal identidad, en los medios de propaganda castristas, siempre buscan la ocasión para hacer burla de Aznar, de su gobierno y de los españoles.

R: Estando yo allí les tocó a los canadienses, y eso que se llevan muy bien con ellos. Es verdad que nos critican muchas veces, pero tampoco nosotros somos muy amables con ellos.

P: Se supone que ustedes tienen autoridad moral y democrática para denunciar los crímenes de estos bandidos.

R: Ellos no piensan así.

P: Cuando uno oye hablar a los políticos europeos de Cuba, llega a la conclusión, que según ellos, sólo cabe esperar no se sabe bien qué.

R: He viajado once veces a Cuba, y creo que puedo afirmar con conocimiento, que mientras no se cumplan las previsiones sucesorias, no hay la menor posibilidad de cambio político.

P: Dicen que Castro está gravemente enfermo, que no puede mantener un diálogo con un mínimo de criterio. ¿Ustedes no tenían que haberse reunido con él?

R: Es cierto, teníamos programada una entrevista y no se produjo. En cualquier caso sus ministros niegan su enfermedad, prometen más de lo mismo, con él y después de él. Sin embargo, a mí no me parece posible mantener en Cuba un régimen de fuerza de forma permanente.

P: ¿Cuarenta y dos años le parecen poca permanencia? Cuarenta y dos años tragando con estos canallas. Toda mi vida.

R: Rendirlos por hambre no me parece posible, ni bueno. Buscar un baño de sangre allí no puede ser la solución.

P: La única solución para los cubanos es lograr sobrevivir a las tormentas del Caribe y evitar los tiburones.

R: Espero que las cosas cambien pronto, ya verá.

P: En fin Don José Manuel, que la UE no va a endurecer su política frente a Cuba.

R: Antes al contrario, creo que va a haber un intento para que se suavicen las exigencias políticas respecto a Cuba. Esta postura se defenderá argumentando la diferencia de trato con respecto a otros países en los que tampoco hay libertad, y en la ineficacia de una política de dureza frente a Castro.

P: ¿Cree posible que ese intento tenga éxito?

R: No. Creo que se va a producir como tal intento, pero no creo que tenga posibilidades de éxito.

P: Por último, Don José Manuel, ¿puede, con una palabra, ofrecer alguna esperanza a los cubanos?

R: Esperar.

Me lo temía. Desde España podemos esperar bastante bien, lo terrible es esperar en Cuba, con Castro y sus perros.

Entrevista realizada por Víctor Llano para Libertad Digital.