‘El régimen cubano, cuando nacionalizó las empresas de los españoles lo hizo legalmente, otra cosa es que no pagase’.

Pregunta: ¿Qué opinión le merece que Bush mantenga la suspensión del título III de la Ley Helms-Burton? Ley que permitiría demandar a las empresas o personas que negocien en Cuba con las propiedades incautadas a ciudadanos estadounidenses.

Respuesta: Me parece que está muy bien. Pretender que normas internas alcancen a terceros países es una barbaridad.

P:¿Me podría decir cuántas empresas españolas hacen negocios en Cuba?

R:Instaladas en la Isla hay 120, que trabajen con Cuba por lo menos el doble, alrededor de 240.

P:¿Las empresas españolas pueden contratar ellas mismas a los trabajadores cubanos?

R: Se les contrata a través de una oficina de empleo cubano.

P:Los empresarios españoles no pagan directamente a los trabajadores cubanos que trabajan para ellos. Su salario en dólares lo entregan al gobierno de Castro, más tarde los trabajadores reciben su sueldo, pero en pesos cubanos. Castro se queda con los dólares, los obreros con los pesos. En Cuba se pagan cuando menos 26 pesos por un dólar, sin dólares allí se vive en la más absoluta precariedad.

R:Probablemente sea así. Pero ya le digo, no tengo la prueba fehaciente, yo no he contratado nunca a nadie.

P:Es así. ¿Qué juicio le merece?

R:Pues hombre... Cuba tiene un sistema que hay que respetar, y que el que no lo quiera respetar que no vaya a comerciar a allí. No obstante nosotros pensamos que es preferible que las empresas paguen directamente a los empleados, y si no es así, que al menos se les permita hacer uso de una serie de incentivos con objeto de impulsar la productividad. Por supuesto que aplicando nuestros criterios el sistema cubano es una barbaridad, pero es el sistema cubano, distinto en muchas cosas.

P:Para la mayoría de los cubanos los empresarios que invierten en Cuba son amigos de Castro. Piensan que van allí a enriquecerse con una mano de obra barata, con obreros que no cuentan con derecho alguno ni como trabajadores ni como ciudadanos. ¿No tienen miedo, que el día que aquello cambie, cosa que va a ocurrir más pronto que tarde, los cubanos les pidan cuentas por haber hecho negocios con su verdugo?

R:Si es que cambia algún día. Mire, las empresas españolas van allí, les ofrecen unas condiciones, las aceptan o no. Si las aceptan se quedan.

P:Sin ningún escrúpulo.

R:¿Cómo sin ningún escrúpulo? Las empresas españolas tratan perfectamente a sus trabajadores. Si la oficina de empleo cubana trata de una manera o de otra a los cubanos, yo lo desconozco. Ellos tendrán que pedir responsabilidades a esa oficina, no a los empresarios españoles que cumplen con todo lo que les exige la legislación cubana.

P:Está claro. Los empresarios españoles no ven ningún problema en utilizar una mano de obra esclava.

R:Las empresas españolas no lo sé, hable con las empresas. Yo le digo el sistema que hay. Cuando las empresas van a trabajar a un país se amoldan al sistema que hay, ya sea en Indonesia, en India o en Chile. Otra cosa es lo que me está planteando, que es si me gusta el régimen que hay en Cuba o no. Esa es otra cuestión, pero no culpe a las empresas, que como todas las del mundo, trabajan donde las dejan y pueden.

P:Son simplemente negocios.

R:Yo no soy empresario, insisto. Pero si aplicásemos la conciencia, ¿creé que habría alguna empresa que trabajase en África o en un montón de países de Asia?

P:Don Fernando ¿le puedo preguntar si el régimen cubano le parece una tiranía?

R:El régimen cubano es totalmente distinto al nuestro. A mí no me parece nada más que eso, que es distinto.

P:Miles de españoles emigraron a Cuba y pudieron muchos de ellos prosperar, cuando Castro llegó al poder les robó todo lo que con mucho sacrificio consiguieron. Si algún día en Cuba hubiera libertad y ellos o sus hijos volviesen allí, les parecerá una canallada y una burla ver una empresa española en lo que fuera su propiedad, muy probablemente no se conformen fácilmente y reclamen justicia.

R:Las nacionalizaciones que se hicieron en Cuba se hicieron legalmente, otra cosa es que no se pagasen porque en Cuba no hay dinero.

P:¡Qué me está contando Don Fernando! Las nacionalizaciones se hicieron al amparo de unas leyes dictadas por un Tirano.

R:Eso es una apreciación suya.

P:No se preocupe, por supuesto que es una apreciación mía.

R:Yo en esos temas no puedo entrar. Yo me dedico a mi trabajo, a defender a los empresarios españoles.

Entrevista realizada por Víctor Llano para Libertad Digital