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Zapatero incumple su principal promesa electoral y ordena la inmediata retirada de tropas de Irak

Horas después de que los nuevos ministros prometieran sus cargos, y sin que se haya producido todavía el traspaso de la cartera de Defensa, el presidente del Gobierno ha dado la orden a Bono para la inmediata retirada de las tropas españolas en Irak. Zapatero justifica su decisión en que "no hay avances para que la ONU asuma el control". En el discurso de investidura y durante la campaña electoral, había mantenido que esa medida se aplicaría a finales de junio. Rajoy le ha acusado de mentir en el Congreso porque ya tenía tomada la decisión.

(Libertad Digital) Aunque Zapatero ha explicado, en su primera comparecencia como presidente del Gobierno, que con la retirada de las tropas cumple así un compromiso adoptado hace un año, lo cierto es que este mismo jueves, durante el debate de investidura, señaló el 30 de junio como fecha de esa retirada si antes la ONU no había asumido el control en Irak. Días antes, José Blanco dejaba la puerta abierta a un posible retraso en ese aspecto al explicar que el 30 de junio era sólo una "fecha de referencia".

Este domingo, y sin que Trillo haya escenificado con Bono el traspado de cartera, previsto para este lunes, Zapatero ha leído una declaración institucional en la que ha explicado que ha dado la orden al ministro de Defensa "para que las tropas españolas destinadas en Irak regresen a casa en el menor tiempo y con la mayor seguridad posibles". Sólo hace tres días que Ben Laden anunció una "tregua" en los países que cedieran a su chantaje terrorista y "no atacaran a los países musulmanes".

Zapatero, diciembre de 2003: "Sería un grave error abandonar a los iraquíes"

El jefe del Ejecutivo ha recordado que en marzo de 2003 formuló un "compromiso público" reiterado nuevamente el pasado mes de febrero. Entonces dijo que en caso de ser elegido presidente ordenaría el regreso de las tropas si la ONU no se hacía cargo de la situación política y militar. "Con la información de que disponemos, y que hemos recabado a lo largo de las últimas semanas, no es previsible que se vaya a adoptar una resolución de la ONU que se ajuste al contenido al que quedó condicionada nuestra presencia en Irak. Tanto las manifestaciones públicas de los principales actores en este conflicto como los contactos mantenidos por el ministro de Defensa (cuando todavía no había jurado el cargo) a petición mío en el curso del último mes no aportan indicios que permitan prever una variación sustancial en la situación poitica y militar en los plazos previstos".

Esta decisión, ha dicho, responde a la voluntad de "hacer honor a la palabra dada a los españoles". El Gobierno "no quiere, no puede y no va a actuar de espaldas a la voluntad de los españoles. Es su principal obligación y su principal compromiso". Zapatero ha explicado que con la retirada de las tropas, su Gobierno contribuye a "la lucha que libra la comunidad internacional contra el terrorismo desde el más estricto respecto a la legalidad internacional".

Aunque Zapatero ha justificado este anuncio por el compromiso adquirido con la sociedad española, el pasado 2 de diciembre, durante el pleno de control al Gobierno, era el mismo Zapatero, entonces jefe de la oposición, el que sostenía que sería una equivocación "empeñarse en continuar en el error" de "los tres mandatarios de las Azores que prmovieron esta guerra" aunque todavía sería más grave "abandonar" ahora a los iraquíes "en la situación creada" a causa de la guerra. "Quiero que nuestros soldados puedan regresar cuanto antes, pero si abandonamos Irak a su suerte, el desastre humano en ese país puede tener dimensiones históricas", dijo Zapatero, que añadió que "no será por nosotros que a los errores cometidos se sumen nuevos y dramáticos errores".

Sesión extraordinaria en el Congreso

El Gobierno ha informado a los presidentes de las Comunidades Autónomas y a los portavoces de los grupos parlamentarios de la decisión adoptada. Zapatero ha informado a los líderes del PP, Mariano Rajoy, y de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares. También se ha puesto en contacto con el presidente del Congreso, Manuel Marín, para solicitar la convocatoria de un pleno en el que se debata esta decisión.

La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de la Presidencia, María Teresa Fernández de la Vega, ha sido la encargada de comunicar esta medida a todos los presidentes autonómicos. Por su parte, el portavoz socialista en el Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha informado a los portavoces de todos los grupos parlamentarios.

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