L D (EFE) Durante el interrogatorio que el juez Garzón llevó a cabo el 3 de agosto de 1995 por tráfico de armas, Paesa admitió que participó en la operación de compra de cien pistolas para engañar a ETA. El ex agente explicó que la operación en la que participó fue “totalmente oficial”, por encargo del Ministerio del Interior y con permiso del Ministerio de Exteriores, y consistió en la compra de cien pistolas "Sig Sahuer" al representante legal de esta fábrica en Vietnam.
La operación se inició entre los meses de febrero y marzo de 1986, por encargo de la Secretaría de Estado para la Seguridad, y consistía en un señuelo para ETA, ya que se esperaba que las adquiriera la banda terrorista y así poder localizar a sus dirigentes. El objetivo de esta misión se logró cuando Paesa vendió un misil a ETA, lo que llevó a la localización y desmantelamiento de Sokoa, donde la banda guardaba armas e importante material sobre las finanzas y estructura de los terroristas.
Sin embargo, con las pistolas “Sig Sahuer” se frustró la operación. Paesa afirmó que no sabía que las armas eran para ETA, ya que, siempre según su versión de 1995, le dijeron que iban destinadas a la policía de Perú. Contó que después supo que "la operación falló y falló porque hubo un fallo en la vigilancia establecida por los franceses. Entonces las pistolas se perdieron y fueron a parar a manos de ETA; era una operación controlada que salió mal".
Preguntado sobre si con las pistolas se había cometido alguna acción de los GAL contestó con un "desgraciadamente sí", y también reconoció que las usaron los terroristas de ETA en atentados como el que costó la vida a la fiscal Carmen Tagle o a un general que no identificó.
Sobre su participación, Francisco Paesa relató que se limitó a actuar como intermediario "con un amigo que era amigo del agente de Vietnam y nada más".
A la pregunta de por qué Interior le encargó a él el asunto, el ex diplomático contestó que desde meses antes a la operación tenía "una relación de amistad" con el policía Francisco Álvarez y con el ex director de la Seguridad del Estado Julián Sancristóbal.