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El controlador de Cartagena ocultó a Del Olmo que tenía un infiltrado en la célula de "El Tunecino"

Durante su declaración del miércoles como testigo, el confidente Cartagena planteó numerosas incógnitas que pueden dar un vuelco al juicio del 11-M. Ese día desveló el nombre de su controlador en la Unidad Central de Información Exterior: Guillermo Moreno. De él dijo que fue el agente que le pidió, en la mañana del 3 de abril, que fuera al piso de Leganés. Ahora El Mundo desvela que este inspector ocultó al juez Del Olmo que tenía a Cartagena infiltrado en la célula de "El Tunecino" y que le había dado información sobre otros supuestos implicados en los atentados.

Durante su declaración del miércoles como testigo, el confidente Cartagena planteó numerosas incógnitas que pueden dar un vuelco al juicio del 11-M. Ese día desveló el nombre de su controlador en la Unidad Central de Información Exterior: Guillermo Moreno. De él dijo que fue el agente que le pidió, en la mañana del 3 de abril, que fuera al piso de Leganés. Ahora El Mundo desvela que este inspector ocultó al juez Del Olmo que tenía a Cartagena infiltrado en la célula de "El Tunecino" y que le había dado información sobre otros supuestos implicados en los atentados.
(Libertad Digital) Este viernes desvela Fernando Lázaro en El Mundo que Guillermo Moreno, el inspector de la UCIE que controlaba al confidente Cartagena, ocultó al juez Del Olmo que lo tenía como infiltrado en la célula de "El Tunecino" y que le había dado información sobre otros implicados en la masacre. El agente, que fue nombrado instructor policial de las diligencias por el 11-M, ni siquiera trasladó al magistrado las notas informativas que la Unidad Central de Información Exterior había elaborado sobre los encuentros con el confidente y que archivaba la Comisaría General de Información.
 
Tuvieron que pasar cuatro meses de la masacre para que, en el mes de julio, la Audiencia Nacional supiera de la existencia de Cartagena. Sin embargo, matiza el diario, no lo conoció el juzgado que instruía los atentados sino que los agentes de la UCIE prefirieron informar al juez Garzón.
 
Este magistrado conoció que Cartagena, según expone El Mundo, "tenía datos precisos sobre una célula islamista que estudiaba poner en marcha una acción contra la Audiencia Nacional". Con estos datos se puso en marcha la operación Nova. Garzón, decidió entonces convertir al iman de Villaverde en testigo protegido. Al juez le aportó todos los datos que conocía sobre la célula de "El Tunecino".
 
Sólo cuando El Mundo desveló la existencia de este confidente, Del Olmo se dirigió a su compañero en la Audiencia Nacional para reclamarle todos los datos. También le tomó declaración. Nada dijo Cartagena porque se remitió a la declaración que prestó ante Garzón en el mes de septiembre. Según explicó este miércoles en el juicio del 11-M, estaba siguiendo órdenes de su controlador en la UCIE. En su relato atribuyó a este inspector presiones y amenazas y explicó que Guillermo Moreno se reunía con él antes de testificar en la Audiencia Nacional y le decía lo que podía declarar y lo que tenía que evitar citar ante los jueces.
 
 

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