L D (EFE) El Hospital de Ditan (500 camas, norte de Pekín), uno de los seis designados por las autoridades para tratar a los enfermos de neumonía atípica, ha cerrado sus puertas de manera provisional y no permite la entrada de visitantes al recinto. Las autoridades chinas habilitaron hace tres semanas este hospital, especializado en enfermedades infecciosas, y el de Xiehe (sureste) para tratar a los miembros de la colonia extranjera con síntomas del Síndrome Respiratorio Agudo y Severo (SARS).
Pese a alarma social que se ha desatado en los últimos días en Pekín, las autoridades han descartado que se planteen imponer la ley marcial en la capital china, como ocurrió a finales de mayo de 1989, días antes de la matanza de Tiananmen.
Aunque Cai rechazó que existan "áreas de infección masiva en Pekín", el último comunicado del ministerio chino de Salud ha situado ya en 42 el número de muertos -10 veces más que hace cinco días- y en 877 los enfermos de SARS en la capital, que alberga a 15 millones de personas. El Ministerio de Salud chino anunció este viernes cinco nuevas muertes y 179 infectados, con lo que el total en el país asciende a 115 fallecidos y 2.601 enfermos. En Hong Kong ascienden también a 115 las víctimas mortales y a 1.510 los afectados.
Cai subrayó que "la cadena de suministro de alimentos de primera necesidad en Pekín esta perfectamente preparada para afrontar un alza drástica de la demanda por parte de sus ciudadanos". No obstante, miles de personas están haciendo acopio de alimentos no perecederos -como arroz, aceite y sal- en Pekín, donde los precios de los productos se han disparado, pese a las advertencias de las autoridades.
Con el objetivo de evitar la expansión de la enfermedad al campo, el Gobierno local ha promulgado un edicto por el que se prohíbe abandonar la ciudad a los estudiantes y profesores universitarios, a no ser que presenten un certificado médico de buena salud. Además, las autoridades han cerrado el acceso a 4.000 edificios y obras de ingeniería en construcción, medida que se suma a la clausura el jueves de la Biblioteca Nacional.
Por su parte, el subdirector general de la Oficina de Sanidad de Pekín, Guo Jiyong, anunció hoy que "más de 4.000 residentes de la capital, que mantuvieron estrecho contacto con enfermos de SARS, han sido sometidos a cuarentena".
Las autoridades han habilitado otros 8 hospitales con 1.200 camas para atender a los enfermos de SARS, aunque se desconoce si disponen de pabellones de aislamiento, mientras los enfermos con otras afecciones han comenzado a abandonar los hospitales por miedo al contagio.
Según la prensa independiente, varios hoteles en Pekín han sido evacuados por las autoridades con el propósito de transformarlos en improvisados hospitales de campaña, dado el drástico incremento en el número de casos de SARS en la ciudad.
Pese a alarma social que se ha desatado en los últimos días en Pekín, las autoridades han descartado que se planteen imponer la ley marcial en la capital china, como ocurrió a finales de mayo de 1989, días antes de la matanza de Tiananmen.
Aunque Cai rechazó que existan "áreas de infección masiva en Pekín", el último comunicado del ministerio chino de Salud ha situado ya en 42 el número de muertos -10 veces más que hace cinco días- y en 877 los enfermos de SARS en la capital, que alberga a 15 millones de personas. El Ministerio de Salud chino anunció este viernes cinco nuevas muertes y 179 infectados, con lo que el total en el país asciende a 115 fallecidos y 2.601 enfermos. En Hong Kong ascienden también a 115 las víctimas mortales y a 1.510 los afectados.
Cai subrayó que "la cadena de suministro de alimentos de primera necesidad en Pekín esta perfectamente preparada para afrontar un alza drástica de la demanda por parte de sus ciudadanos". No obstante, miles de personas están haciendo acopio de alimentos no perecederos -como arroz, aceite y sal- en Pekín, donde los precios de los productos se han disparado, pese a las advertencias de las autoridades.
Con el objetivo de evitar la expansión de la enfermedad al campo, el Gobierno local ha promulgado un edicto por el que se prohíbe abandonar la ciudad a los estudiantes y profesores universitarios, a no ser que presenten un certificado médico de buena salud. Además, las autoridades han cerrado el acceso a 4.000 edificios y obras de ingeniería en construcción, medida que se suma a la clausura el jueves de la Biblioteca Nacional.
Por su parte, el subdirector general de la Oficina de Sanidad de Pekín, Guo Jiyong, anunció hoy que "más de 4.000 residentes de la capital, que mantuvieron estrecho contacto con enfermos de SARS, han sido sometidos a cuarentena".
Las autoridades han habilitado otros 8 hospitales con 1.200 camas para atender a los enfermos de SARS, aunque se desconoce si disponen de pabellones de aislamiento, mientras los enfermos con otras afecciones han comenzado a abandonar los hospitales por miedo al contagio.
Según la prensa independiente, varios hoteles en Pekín han sido evacuados por las autoridades con el propósito de transformarlos en improvisados hospitales de campaña, dado el drástico incremento en el número de casos de SARS en la ciudad.