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García Márquez y Rigoberta Menchú se unen a Castro para acusar a EEUU de querer invadir Cuba

En plena ola de represión en Cuba, el dictador Fidel Castro ha calificado de "nazi-fascista" la política internacional de George W. Bush. Además, dijo que EEUU planea una agresión contra Cuba. Esta misma acusación ha sido vertida por 160 "intelectuales y artistas" entre los que destacan García Márquez, Rigoberta Menchú y Hebe de Bonafini.

L D (EFE) Castro intentó justificar, durante el discurso del Primero de Mayo en La Habana, las recientes condenas a disidentes y la ejecución de tres secuestradores de un lancha y reiteró que Estados Unidos y la "mafia terrorista" de Miami planean una agresión contra Cuba. Castro aseguró no estar preocupado "en absoluto" por si EEUU intenta eliminarle porque "las ideas por las cuales he luchado toda la vida no podrán morir y vivirán durante mucho tiempo".

El sátrapa de un país donde la gente muere de hambre mientras él encabeza la lista Forbes de las mayores fortunas del mundo explicó que "si la fórmula fuese atacar a Cuba como a Irak, me dolería mucho por el costo en vidas y la enorme destrucción que para Cuba significaría". Antes de su llegada al poder, millones de emigrantes llegaban a La Habana en busca de fortuna. Hoy, miles de cubanos siguen construyendo balsas para intentar huir de la miseria provocada por la dictadura castrista. Mientras, Castro se refirió a los disidentes como "mercenarios a sueldo pagados por el gobierno hitleriano de Bush" y afirmó que "traicionan no sólo a su patria, sino también a la humanidad". Fidel pidió a quienes han criticado a Cuba por las condenas a disidentes y las ejecuciones de secuestradores que condenen también la "siniestra política internacional nazi-fascista" de Bush.

Sin embargo, hay quienes no han criticado la represión de Castro y sí las supuesta campaña de EEUU contra Cuba. Así, “más de 160 intelectuales y artistas” de todo el mundo han suscrito un manifiesto de condena a Estados Unidos y de solidaridad con Cuba. El texto fue presentado en La Habana durante el acto central del Primero de Mayo. El documento, leído por el mexicano Pablo González Casanova en la Plaza de la Revolución de la capital cubana está suscrito, entre otros, por los Premios Nobel Gabriel García Márquez, Rigoberta Menchú, Nadine Gordimer y Adolfo Pérez Esquivel. Por cierto que García Márquez ha dicho que sus críticas al régimen cubano (aseguró que había ayudado a escapar "a muchos disidentes y conspiradores") han sido malentendidas y dijo que algunos medios "están manipulando mi respuesta a Susan Sontag para que parezca contraria a la revolución cubana". Alguien debe haber recordado a "Gabo" cómo trata Fidel a los que ayudan a conspiradores.

Dice el manifiesto que "hoy existe una dura campaña en contra de una nación de América Latina. El acoso de que es objeto Cuba puede ser el pretexto para una invasión". "Frente a eso, oponemos los principios universales de soberanía nacional, de respeto a la integridad territorial y el derecho a la autodeterminación, imprescindibles para la justa convivencia de las naciones", concluye el documento. El texto también está firmado Mario Benedetti, el bailaor español Antonio Gades y la presidenta de las Madres de la Plaza de Mayo y reconocida proetarra, Hebe de Bonafini.

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