L D (Agencias) Pese al triunfo y la liberación de Irak, el presidente de EEUU ha advertido que “no conocemos el día de la victoria final”, ya que “la guerra contra el terror no ha concluido”. Como estaba previsto, el discurso de Bush en el portaaviones ha servido para poner fin a la guerra que comenzó el 21 de marzo y en la que Sadam Husein fue derrocado. Bush llegó al “Abraham Lincoln” pilotando un helicóptero.
La nueva doctrina ya ha quedado “clara a todo el mundo”, dijo Bush en un discurso interrumpido por vítores y aplausos: “Cualquier persona que participe en actos de terror contra los Estados Unidos se convierte en un terrorista”. Afganistán y Filipinas son algunas de las batallas de esta guerra que el presidente enumeró. La última, la de Irak, sirvió para “eliminar un régimen” con “conexiones con Al-Qaeda”.
Una enorme pancarta subrayaba una de las primeras expresiones pronunciadas por Bush en el discurso: “Misión cumplida”. Concluyó el “trabajo difícil en Irak” y el “régimen pagará por los crímenes”, señaló Bush, que elogio “el coraje y la voluntad al afrontar el peligro” de sus soldados. “La operación de libertad en Irak se hizo con una velocidad (...) que el enemigo no había visto ni el mundo esperaba”, señaló. El avance fue, dijo, “uno de los más rápidos de la historia y mostró la habilidad y el poder de las fuerzas estadounidenses”.
En su discurso triunfal, Bush se ganó la más larga ovación al anunciar el regreso de los marines del portaviones a sus hogares. También aludió al motivo por el que comenzó la guerra de Irak, las armas de destrucción masiva, para lo que acudió a un artificio lingüístico: “ningún país conseguirá armas de destrucción masiva de Irak porque el régimen ya no existe”.
La nueva doctrina ya ha quedado “clara a todo el mundo”, dijo Bush en un discurso interrumpido por vítores y aplausos: “Cualquier persona que participe en actos de terror contra los Estados Unidos se convierte en un terrorista”. Afganistán y Filipinas son algunas de las batallas de esta guerra que el presidente enumeró. La última, la de Irak, sirvió para “eliminar un régimen” con “conexiones con Al-Qaeda”.
Una enorme pancarta subrayaba una de las primeras expresiones pronunciadas por Bush en el discurso: “Misión cumplida”. Concluyó el “trabajo difícil en Irak” y el “régimen pagará por los crímenes”, señaló Bush, que elogio “el coraje y la voluntad al afrontar el peligro” de sus soldados. “La operación de libertad en Irak se hizo con una velocidad (...) que el enemigo no había visto ni el mundo esperaba”, señaló. El avance fue, dijo, “uno de los más rápidos de la historia y mostró la habilidad y el poder de las fuerzas estadounidenses”.
En su discurso triunfal, Bush se ganó la más larga ovación al anunciar el regreso de los marines del portaviones a sus hogares. También aludió al motivo por el que comenzó la guerra de Irak, las armas de destrucción masiva, para lo que acudió a un artificio lingüístico: “ningún país conseguirá armas de destrucción masiva de Irak porque el régimen ya no existe”.