L D (EFE) El Gobierno de Pekín requisará hoteles, albergues y sanatorios psiquiátricos con el propósito de convertirlos en improvisados hospitales de campaña para el tratamiento de los enfermos de neumonía atípica. La medida tiene por objetivo paliar la alarmante falta de médicos y camas para combatir el Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SRAG), que se ha cobrado ya la vida de 96 personas y contagiado a 1.772 en la capital china.
El último comunicado del Ministerio de Salud sitúa en 190 los muertos y en 4.004 los enfermos de neumonía atípica en China, donde la enfermedad ha paralizado la vida política, social y económica. La epidemia mantiene su presencia en todo el territorio nacional menos en la Región Autónoma del Tíbet (suroeste) y las provincias de Qinghai (oeste), Yunnan (sur) y la isla meridional de Hainan.
Las autoridades ya habían habilitado dos hoteles céntricos en Pekín para el tratamiento de los enfermos de SRAG, pero el dramático alza en el número de casos -más de 100 enfermos diarios en los últimos 8 días-, no les ha dejado más remedio que adoptar esta drástica medida. En la actualidad, Pekín dispone de 24 hospitales dedicados exclusivamente a combatir la epidemia, entre los que se encuentra el hospital especial para aislamiento de enfermos de SRAG construido en sólo una semana y que se encuentra a escasos 30 kilómetros de la ciudad.
El alcalde en funciones de Pekín, Wang Qishan, reconocía esta semana que "no hay suficientes médicos en Pekín para combatir la epidemia. Además, la mayoría de nuestros hospitales no está preparado para el tratamiento de enfermedades epidémicas". Siguiendo los consejos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las autoridades de Pekín también han solicitado partidas de mascarillas y desinfectantes al resto de Gobiernos provinciales, debido a los problemas en la cadena de suministro.
El departamento de Salud de Pekín ha puesto en cuarentena a alrededor de 13.600 personas en dormitorios universitarios, hospitales, urbanizaciones, edificios de oficinas, asilos y escuelas. Por su parte, el subdirector del departamento de Salud, Liang Wannian, señaló en la prensa oficial que "la epidemia de neumonía atípica en Pekín está llegando a su punto álgido. En los próximos días se seguirán registrando un centenar de casos diarios de la enfermedad". "Nos llevará mucho tiempo erradicar esta enfermedad y acabar con la actual epidemia. La situación en Pekín aún es muy grave, aunque no hay razón para abandonar la ciudad", admitió.
La OMS, que criticó una vez más esta semana a las autoridades chinas por "falta de transparencia", considera posible la existencia en Pekín de focos de contagio como la urbanización "Amoy Garden" de Hong Kong.
En un intento de evitar un éxodo masivo entre la comunidad universitaria, el departamento de Educación de la capital ha aconsejado a los estudiantes que permanezcan en los campus "por su propia seguridad". Cai hizo también un llamamiento desesperado a los residentes en Pekín para que "no abandonen la ciudad. Es más fácil contraer la enfermedad en un tren o en avión, que si se quedan en sus casas".
Mientras Pekín reitera que no tiene intención de cerrar los accesos a la ciudad, el Gobierno central ha apuntado la posibilidad de cerrar las fronteras ante la creciente presión internacional. En este sentido, la Región Autónoma Especial del Tíbet, uno de los cuatro territorios chinos libres de SRAG, cerró el sábado pasado la frontera con Nepal y se han prohibido terminantemente los viajes a la zona.
El último comunicado del Ministerio de Salud sitúa en 190 los muertos y en 4.004 los enfermos de neumonía atípica en China, donde la enfermedad ha paralizado la vida política, social y económica. La epidemia mantiene su presencia en todo el territorio nacional menos en la Región Autónoma del Tíbet (suroeste) y las provincias de Qinghai (oeste), Yunnan (sur) y la isla meridional de Hainan.
Las autoridades ya habían habilitado dos hoteles céntricos en Pekín para el tratamiento de los enfermos de SRAG, pero el dramático alza en el número de casos -más de 100 enfermos diarios en los últimos 8 días-, no les ha dejado más remedio que adoptar esta drástica medida. En la actualidad, Pekín dispone de 24 hospitales dedicados exclusivamente a combatir la epidemia, entre los que se encuentra el hospital especial para aislamiento de enfermos de SRAG construido en sólo una semana y que se encuentra a escasos 30 kilómetros de la ciudad.
El alcalde en funciones de Pekín, Wang Qishan, reconocía esta semana que "no hay suficientes médicos en Pekín para combatir la epidemia. Además, la mayoría de nuestros hospitales no está preparado para el tratamiento de enfermedades epidémicas". Siguiendo los consejos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las autoridades de Pekín también han solicitado partidas de mascarillas y desinfectantes al resto de Gobiernos provinciales, debido a los problemas en la cadena de suministro.
El departamento de Salud de Pekín ha puesto en cuarentena a alrededor de 13.600 personas en dormitorios universitarios, hospitales, urbanizaciones, edificios de oficinas, asilos y escuelas. Por su parte, el subdirector del departamento de Salud, Liang Wannian, señaló en la prensa oficial que "la epidemia de neumonía atípica en Pekín está llegando a su punto álgido. En los próximos días se seguirán registrando un centenar de casos diarios de la enfermedad". "Nos llevará mucho tiempo erradicar esta enfermedad y acabar con la actual epidemia. La situación en Pekín aún es muy grave, aunque no hay razón para abandonar la ciudad", admitió.
La OMS, que criticó una vez más esta semana a las autoridades chinas por "falta de transparencia", considera posible la existencia en Pekín de focos de contagio como la urbanización "Amoy Garden" de Hong Kong.
En un intento de evitar un éxodo masivo entre la comunidad universitaria, el departamento de Educación de la capital ha aconsejado a los estudiantes que permanezcan en los campus "por su propia seguridad". Cai hizo también un llamamiento desesperado a los residentes en Pekín para que "no abandonen la ciudad. Es más fácil contraer la enfermedad en un tren o en avión, que si se quedan en sus casas".
Mientras Pekín reitera que no tiene intención de cerrar los accesos a la ciudad, el Gobierno central ha apuntado la posibilidad de cerrar las fronteras ante la creciente presión internacional. En este sentido, la Región Autónoma Especial del Tíbet, uno de los cuatro territorios chinos libres de SRAG, cerró el sábado pasado la frontera con Nepal y se han prohibido terminantemente los viajes a la zona.