L D (Agencias) Las enmiendas que ha presentado a las propuestas de reforma institucional del presidium de la asamblea constituyente fijan una estructura donde la Comisión Europea mantiene sus competencias, frente a un Consejo apenas reforzado con la aparición de la nueva figura del ministro de Asuntos Exteriores.
Así, el artículo 18, que se refiere a esta institución “que promueve el interés general europeo y toma toda iniciativa útil a este fin”, toma cuerpo frente al texto inicial. En vez de estar compuesta por 14 miembros, “la Comisión comprende un nacional de cada Estado miembro”, pero además “ejerce la función ejecutiva, salvo cuando la Constitución dispone otra cosa” y “representa a la Unión en las relaciones internacionales sin prejuicio de las funciones del Ministro de Asuntos Exteriores”.
La propuesta firmada por los comisarios Michel Barnier y Antonio Vitorino establece que la Comisión mantiene el derecho de iniciativa salvo que se indique lo contrario o “cuando las instituciones y órganos de la Unión tomen medidas de organización internas o procedan a nombramientos”. El cargo de presidente del Ejecutivo sale también reforzado, puesto que es quien define las orientaciones políticas de la Comisión, quien decide de su organización interna, el nombramiento de vicepresidentes, y quien puede requerir a un miembro del Colegio la dimisión.
La Comisión liderada por el político italiano insiste en rechazar la idea de un presidente estable del Consejo Europeo porque a su juicio hará la arquitectura europea aún menos clara y sería difícil evitar solapamientos de competencias entre el presidente de la Comisión y el ministro de Asuntos Exteriores. Según su propuesta, el Consejo que ejerce conjuntamente con el PE la función legislativa y la autoridad presupuestaria, está formado por un representante de cada Estado miembro a nivel ministerial.
Cada formación del Consejo nombra en su seno a su presidente por un año, renovable. En la elección de estos presidentes se tendrán en cuenta los equilibrios políticos y geográficos europeos y la diversidad de todos los Estados miembros. Elimina así la posibilidad de que los jefes de Estado y de Gobierno puedan decidir por consenso sobre la presidencia del Consejo.
Así, el artículo 18, que se refiere a esta institución “que promueve el interés general europeo y toma toda iniciativa útil a este fin”, toma cuerpo frente al texto inicial. En vez de estar compuesta por 14 miembros, “la Comisión comprende un nacional de cada Estado miembro”, pero además “ejerce la función ejecutiva, salvo cuando la Constitución dispone otra cosa” y “representa a la Unión en las relaciones internacionales sin prejuicio de las funciones del Ministro de Asuntos Exteriores”.
La propuesta firmada por los comisarios Michel Barnier y Antonio Vitorino establece que la Comisión mantiene el derecho de iniciativa salvo que se indique lo contrario o “cuando las instituciones y órganos de la Unión tomen medidas de organización internas o procedan a nombramientos”. El cargo de presidente del Ejecutivo sale también reforzado, puesto que es quien define las orientaciones políticas de la Comisión, quien decide de su organización interna, el nombramiento de vicepresidentes, y quien puede requerir a un miembro del Colegio la dimisión.
La Comisión liderada por el político italiano insiste en rechazar la idea de un presidente estable del Consejo Europeo porque a su juicio hará la arquitectura europea aún menos clara y sería difícil evitar solapamientos de competencias entre el presidente de la Comisión y el ministro de Asuntos Exteriores. Según su propuesta, el Consejo que ejerce conjuntamente con el PE la función legislativa y la autoridad presupuestaria, está formado por un representante de cada Estado miembro a nivel ministerial.
Cada formación del Consejo nombra en su seno a su presidente por un año, renovable. En la elección de estos presidentes se tendrán en cuenta los equilibrios políticos y geográficos europeos y la diversidad de todos los Estados miembros. Elimina así la posibilidad de que los jefes de Estado y de Gobierno puedan decidir por consenso sobre la presidencia del Consejo.