LD (EFE) Las personas contagiadas por la neumonía atípica en el gigante asiático asciende ya a 4.280, de los cuales 206 han muerto, por lo que el índice de mortalidad de este virus es del 4,81 por ciento, ligeramente superior al de hace unas semanas, precisaron fuentes de Sanidad.
Pekín, ciudad que ha tomado el relevo a la provincia meridional de Cantón como epicentro de la epidemia, registró 98 nuevos casos, cifra que ha ensombrecido el optimismo del domingo, cuando apenas se llegaba a los sesenta. De las 1.939 personas contagiadas en la capital, 103 personas han muerto, aunque los pacientes dados de alta en todo el país, por otra parte, superan los 1.400.
El índice de recuperaciones en Pekín, centro neurálgico del gigante asiático cuya vida social, económica y política está paralizada por la enfermedad, sigue siendo alarmantemente bajo, destacan los responsables sanitarios. Entre los contagios en Pekín, son los trabajadores médicos quienes suman el 20 por ciento de la cifra total, lo que ha puesto en serios aprietos al sistema sanitario, ya de por sí con graves deficiencias, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La OMS recuerda en su página de Internet que "se necesita reforzar las medidas de control de infecciones en los hospitales" de la capital, los cuales, paradójicamente, se han convertido en uno de los principales focos de infección.Estudiantes y obreros de la construcción, por otra parte, son los otros sectores con más riesgo de contagio, por las condiciones de hacinamiento en que viven, y son quienes más han sufrido las medidas de prevención, que han mantenido en cuarentena a cerca de 16.000 personas, sólo en Pekín.
El primer ministro chino, Wen Jiabao, que lidera la "guerra contra el SRAG" junto a la viceministra Wu Yi, hizo este fin de semana un dramático llamamiento a la nación para que encaren esta crisis nacional "con espíritu patriótico y científico".
Más de 6.000 personas se han contagiado de SRAG en una treintena de países, de las cuales 460 han fallecido, desde que el 16 de noviembre se anunciara el primer caso de neumonía atípica en Cantón, coincidiendo con el nombramiento del nuevo Ejecutivo de China, liderado por Hu Jintao.
Pekín, ciudad que ha tomado el relevo a la provincia meridional de Cantón como epicentro de la epidemia, registró 98 nuevos casos, cifra que ha ensombrecido el optimismo del domingo, cuando apenas se llegaba a los sesenta. De las 1.939 personas contagiadas en la capital, 103 personas han muerto, aunque los pacientes dados de alta en todo el país, por otra parte, superan los 1.400.
El índice de recuperaciones en Pekín, centro neurálgico del gigante asiático cuya vida social, económica y política está paralizada por la enfermedad, sigue siendo alarmantemente bajo, destacan los responsables sanitarios. Entre los contagios en Pekín, son los trabajadores médicos quienes suman el 20 por ciento de la cifra total, lo que ha puesto en serios aprietos al sistema sanitario, ya de por sí con graves deficiencias, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La OMS recuerda en su página de Internet que "se necesita reforzar las medidas de control de infecciones en los hospitales" de la capital, los cuales, paradójicamente, se han convertido en uno de los principales focos de infección.Estudiantes y obreros de la construcción, por otra parte, son los otros sectores con más riesgo de contagio, por las condiciones de hacinamiento en que viven, y son quienes más han sufrido las medidas de prevención, que han mantenido en cuarentena a cerca de 16.000 personas, sólo en Pekín.
El primer ministro chino, Wen Jiabao, que lidera la "guerra contra el SRAG" junto a la viceministra Wu Yi, hizo este fin de semana un dramático llamamiento a la nación para que encaren esta crisis nacional "con espíritu patriótico y científico".
Más de 6.000 personas se han contagiado de SRAG en una treintena de países, de las cuales 460 han fallecido, desde que el 16 de noviembre se anunciara el primer caso de neumonía atípica en Cantón, coincidiendo con el nombramiento del nuevo Ejecutivo de China, liderado por Hu Jintao.