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Directivos e intermediarios se repartieron las comisiones de la entrada de Elf en España

Los dos personajes clave en la entrada de la petrolera francesa Elf en Cepsa y Ertoil, Daniel de Busturia y Nadhmi Auchi, justificaron este lunes ante el Tribunal Correccional de París las "retribuciones" u "honorarios" recibidos por el riesgo asumido o por su trabajo. Elf compró la filial de Ercros a través de una sociedad instrumental en Luxemburgo para evitar la oposición. La operación dejó cuantiosas comisiones a intermediarios y directivos.

L D (EFE) Se trata del financiero británico de origen iraquí Nadhmi Auchi, que compró la refinería española Ertoil a principios de la década de los 90 para revendérsela unos meses más tarde a Elf, y el hombre de negocios español Daniel de Busturia, que ayudó a Elf a penetrar en el mercado petrolero de España y, en concreto, en Cepsa. Auchi, sobre quien pesaba una orden internacional de detención dictada en julio de 2000, quedó en libertad bajo fianza de 100.000 euros, tras presentarse espontáneamente este lunes ante el tribunal y dar como garantías de representación ante la Justicia su segunda residencia en la Costa Azul francesa y la dirección de un amigo en París, donde se aloja con su esposa.

Auchi y su brazo derecho Nasir Abid (sobre quien pesa la misma orden de detención internacional y quien justificó su ausencia de este lunes por motivos de salud) adquirieron Ertoil por vía de la sociedad instrumental luxemburguesa General Mediterranean Holding (GMH), dirigida por este último, por 248,8 millones de euros, y algunos meses después la revendieron a Elf. Según la acusación, en esta operación de reventa Auchi se embolsó unos 40 millones de euros de beneficios, una parte de los cuales fueron a parar después a manos de ex directivos de Elf. Según Auchi, Elf se puso en contacto con él para que una de las sociedades de su holding de inversiones sirviese como pantalla para comprar Ertoil y le propuso un beneficio "muy interesante", con el compromiso de que la entonces petrolera francesa pública tuviese derecho de adquisición preferente. Un beneficio que Auchi justificó en virtud de los "riesgos" que asumía en esa compra, pues Elf "podía echarse para atrás en cualquier momento".

El presidente de Elf en aquella época Loik Le Floch-Prigent justificó ante el tribunal el recurso a los servicios de Auchi, en virtud de que el grupo francés no podía comprar directamente Ertoil, pues eso podía "enfadar a las autoridades de Bruselas y a los directivos de Cepsa", en cuyo capital Elf había entrado en un 20,5 por ciento en julio de 1990. En abril de 1991, Elf cedió a Cepsa su opción de compra preferente de Ertoil a cambio de un aumento en el capital de la petrolera española hasta un 32 por ciento. Esa operación fue calificada por Le Floch-Prigent como "un éxito desde el punto de vista económico", pues consiguió introducir un vicepresidente técnico de Elf en Cepsa y que el nombre de su grupo apareciese en todas las estaciones de servicio asociado al de Cepsa. No logró, por contra, convertir a Elf en el socio de referencia de Cepsa ni tampoco tener una minoría de bloqueo.

Según Le Floch-Prigent, esa operación fue negociada en Madrid entre él y el entonces presidente del Banco Central y de Cepsa, Alfonso Escámez, quien le habló "sin parar de la necesidad de comprar Ertoil" para poder mantener el "duopolio" con Repsol. De Busturia, por su parte, aclaró que fue un intermediario de Elf, Hubert Le Blanc, quien contrató los servicios de su gabinete, Estrategias Empresariales, para "encontrar los argumentos necesarios para convencer a Cepsa del interés de casarse con Elf", al tiempo que puntualizó que "nunca" distribuyó "comisiones sino honorarios". Hacía alusión al primer pago que recibió de Elf, de 8,23 millones de euros, de los cuales aproximadamente la mitad fue a parar a cuentas de Le Blanc, del antiguo director de refinado y distribución del grupo francés Alain Guillon y del ex "numero dos" de Elf Alfred Sirven. Este último precisó que los 60.979 euros ingresados en su cuenta eran para pagar los servicios de un "colaborador belga", al que no identificó, por sus labores frente a las autoridades europeas.

Después de haber reflexionado "mucho" sobre esta operación, Sirven afirmó que los directivos de Elf "fuimos estúpidos" por haber aceptado la intervención de Le Blanc y no haber contratado directamente como asesor a Busturia, lo que era perfectamente legal. El presidente del tribunal había precisado anteriormente que la legitimidad de los honorarios recibidos por el empresario catalán no habían sido nunca puestos en duda, sino que su procesamiento en este caso está motivado por las comisiones ocultas que luego distribuyó. Guillon, por su parte, precisó que Elf había autorizado un presupuesto de 1.067 millones de euros para la penetración del grupo en el mercado español y, por ello, consideró "muy razonable" los honorarios pagados a De Busturia por sus servicios.
La vista sobre el caso de Ertoil continuará mañana en el marco del macrojuicio sobre el escándalo de comisiones ocultas de Elf.

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