L D (EFE) "Quiero terminar con eso de que la gente vea al gobierno como su enemigo", afirmó en referencia al fuerte desprestigio de los dirigentes políticos el gobernador de la sureña provincia de Santa Cruz, quien asumirá como jefe del Estado dentro de diez días. Kirchner, quien fue el segundo candidato más votado en los comicios del pasado 27 de abril, será proclamado presidente a raíz de que el ex mandatario Carlos Menem renunció a participar de la segunda ronda electoral del próximo domingo.
Kirchner anticipó que el próximo lunes dará a conocer los nombres de quienes integrarán su gabinete de ministros, en el que continuará el actual encargado de la cartera de Economía, Roberto Lavagna. Entre los primeros asuntos que abordará como gobernante figuran "una reforma tributaria y una nueva ley de entidades financieras para normalizar el sistema y recuperar el crédito". Aunque aseguró que durante su gestión buscará que haya un "buen funcionamiento de las empresas de servicios públicos" que fueron privatizadas en la década pasada, reiteró que no impulsará que vuelvan a formar parte de la estructura del Estado.
"Nuestro combate a la pobreza y la indigencia será fuerte", añadió sobre las dificultades que atraviesa gran parte de la población argentina en momentos en que la economía comienza a dar signos de recuperación al cabo de una crisis inédita. Kirchner, que pertenece al Partido Justicialista (peronista) y en estas elecciones contó con el apoyo del Gobierno de Eduardo Duhalde, negó que vaya a ser un presidente "débil" y dijo que el actual mandatario "jamás" le impondría la designación de un funcionario. "Hay algunos intereses económicos que están trabajando para instalar esta idea y pretenden tener un gerente al frente del país, pero tendrán un presidente", advirtió.
Luego de afirmar que tiene "la seguridad" de que podrá gobernar Argentina durante los próximos cuatro años, señaló que sólo sintió "miedo durante la última dictadura militar (1976-1983). Además, volvió a criticar al también peronista Menem, que gobernó el país de 1989 a 1999, por haber decidido no participar de una segunda ronda electoral en la que, según todas las encuestas, Kirchner hubiera obtenido una categórica victoria. "Menem tendría que haber hecho honor a las instituciones y a la Constitución que él mismo reformó en 1994 para ser reelegido y crear la figura de la segunda vuelta. Los dirigentes argentinos tenemos que empezar a ser serios", indicó.
Kirchner anticipó que el próximo lunes dará a conocer los nombres de quienes integrarán su gabinete de ministros, en el que continuará el actual encargado de la cartera de Economía, Roberto Lavagna. Entre los primeros asuntos que abordará como gobernante figuran "una reforma tributaria y una nueva ley de entidades financieras para normalizar el sistema y recuperar el crédito". Aunque aseguró que durante su gestión buscará que haya un "buen funcionamiento de las empresas de servicios públicos" que fueron privatizadas en la década pasada, reiteró que no impulsará que vuelvan a formar parte de la estructura del Estado.
"Nuestro combate a la pobreza y la indigencia será fuerte", añadió sobre las dificultades que atraviesa gran parte de la población argentina en momentos en que la economía comienza a dar signos de recuperación al cabo de una crisis inédita. Kirchner, que pertenece al Partido Justicialista (peronista) y en estas elecciones contó con el apoyo del Gobierno de Eduardo Duhalde, negó que vaya a ser un presidente "débil" y dijo que el actual mandatario "jamás" le impondría la designación de un funcionario. "Hay algunos intereses económicos que están trabajando para instalar esta idea y pretenden tener un gerente al frente del país, pero tendrán un presidente", advirtió.
Luego de afirmar que tiene "la seguridad" de que podrá gobernar Argentina durante los próximos cuatro años, señaló que sólo sintió "miedo durante la última dictadura militar (1976-1983). Además, volvió a criticar al también peronista Menem, que gobernó el país de 1989 a 1999, por haber decidido no participar de una segunda ronda electoral en la que, según todas las encuestas, Kirchner hubiera obtenido una categórica victoria. "Menem tendría que haber hecho honor a las instituciones y a la Constitución que él mismo reformó en 1994 para ser reelegido y crear la figura de la segunda vuelta. Los dirigentes argentinos tenemos que empezar a ser serios", indicó.