L D (EFE) Al funeral, celebrado en la iglesia de Híjar, asistieron la presidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudi, el presidente y secretario regionales del PP, Gustavo Alcalde y Fernando Martín, respectivamente, la coordinadora de Participación y Acción Sectorial del PP, Ana Mato, y la secretaria ejecutiva para la Educación, Sandra Moneo, así como el alcalde de Teruel, Manuel Blasco, y cargos institucionales de otros partidos políticos.
Patricia Maurel Conte, de 29 años y madre de tres hijos, recibió once impactos de bala con un rifle del calibre 22 de los que se confesó autor su marido José Javier Salvador Calvo, de 34 años, contra quien la madre de la joven había presentado una denuncia por las amenazas de muerte que le había profirió horas antes.
El féretro fue trasladado a hombros por un grupo de jóvenes de Híjar, localidad natal de la joven, entre los que se encontraba su hermano Cristian Maurel. Hasta el cementerio, donde Patricia Maurel recibió cristiana sepultura, se trasladaron cientos de personas para darle su último adiós, entre muestras de dolor y consternación.
El marido de la víctima, José Javier Salvador, después de cometer el crimen y con la camisa ensangrentada viajó hasta la capital turolense para entregarse (recorrió unos 160 kilómetros) pero antes entró en el Hospital Provincial donde dijo a los médicos lo que había pasado. Fue detenido por la Policía y ofreció todas las indicaciones sobre dónde se encontraba el cuerpo de su mujer. Tras pasar a disposición judicial, ingresó en la cárcel de Teruel.
Patricia Maurel Conte, de 29 años y madre de tres hijos, recibió once impactos de bala con un rifle del calibre 22 de los que se confesó autor su marido José Javier Salvador Calvo, de 34 años, contra quien la madre de la joven había presentado una denuncia por las amenazas de muerte que le había profirió horas antes.
El féretro fue trasladado a hombros por un grupo de jóvenes de Híjar, localidad natal de la joven, entre los que se encontraba su hermano Cristian Maurel. Hasta el cementerio, donde Patricia Maurel recibió cristiana sepultura, se trasladaron cientos de personas para darle su último adiós, entre muestras de dolor y consternación.
El marido de la víctima, José Javier Salvador, después de cometer el crimen y con la camisa ensangrentada viajó hasta la capital turolense para entregarse (recorrió unos 160 kilómetros) pero antes entró en el Hospital Provincial donde dijo a los médicos lo que había pasado. Fue detenido por la Policía y ofreció todas las indicaciones sobre dónde se encontraba el cuerpo de su mujer. Tras pasar a disposición judicial, ingresó en la cárcel de Teruel.