L D (EFE) La divisa europea, que este viernes rebasó en Francfort los 1,18 dólares y cotizó sobre su valor de estreno en los mercados en enero de 1999, ha ganado más de un 30 por ciento frente al dólar desde que empezaron a circular las nuevas monedas y billetes de euro a principios de 2002. Frente al yen, el ascenso ha sido del 44 por ciento, mientras que respecto a la libra esterlina se ha revalorizado un 14,5 por ciento.
El Banco Central Europeo había insistido en el potencial de recuperación de la moneda única y contaba con que progresivamente recuperara su valor frente al dólar, pero el ritmo de la subida en las últimas meses ha sorprendido a los expertos. Desde comienzos de marzo, el euro se ha apreciado un 9,2 por ciento respecto al billete verde, ayudado por las dudas sobre la coyuntura estadounidense, el aparente abandono por parte de EEUU de su política de dólar fuerte y el diferencial entre los tipos de interés de ese país y la eurozona.
Pocos contaban con un ascenso semejante en octubre de 2000, cuando el euro alcanzó su mínimo histórico, 0,8252 dólares y se alzaron numerosas voces a favor de una intervención del BCE que frenara el desplome. El banco europeo intervino finalmente en dos ocasiones durante otoño de 2000 para frenar la caída libre de la divisa, que encarecía las importaciones de petróleo del área y disparaba la inflación.
Tras un año de tendencia indecisa, la divisa inició una lenta recuperación a principios de 2002, coincidiendo con la introducción de los billetes y monedas de euro. La apreciación de la moneda única ha acelerado su ritmo desde comienzos de este año y, sobre todo, a partir de marzo, pese a que acontecimientos como el rápido fin de la guerra de Irak beneficiaban teóricamente al billete verde.
Paralelamente a su apreciación frente al dólar y otras monedas, el euro ha ido aumentando su peso en los mercados de divisas internacionales y su relevancia dentro de las reservas de los bancos centrales de todo el mundo. Según datos del BCE, que considera que el euro es “la segunda moneda más usada del mundo”, el porcentaje de esta divisa en las reservas de los bancos centrales de todo el mundo ascendió desde el 12,7 por ciento en 1999 al 13 por ciento en 2001, según los últimos datos disponibles.
El Banco Central Europeo había insistido en el potencial de recuperación de la moneda única y contaba con que progresivamente recuperara su valor frente al dólar, pero el ritmo de la subida en las últimas meses ha sorprendido a los expertos. Desde comienzos de marzo, el euro se ha apreciado un 9,2 por ciento respecto al billete verde, ayudado por las dudas sobre la coyuntura estadounidense, el aparente abandono por parte de EEUU de su política de dólar fuerte y el diferencial entre los tipos de interés de ese país y la eurozona.
Pocos contaban con un ascenso semejante en octubre de 2000, cuando el euro alcanzó su mínimo histórico, 0,8252 dólares y se alzaron numerosas voces a favor de una intervención del BCE que frenara el desplome. El banco europeo intervino finalmente en dos ocasiones durante otoño de 2000 para frenar la caída libre de la divisa, que encarecía las importaciones de petróleo del área y disparaba la inflación.
Tras un año de tendencia indecisa, la divisa inició una lenta recuperación a principios de 2002, coincidiendo con la introducción de los billetes y monedas de euro. La apreciación de la moneda única ha acelerado su ritmo desde comienzos de este año y, sobre todo, a partir de marzo, pese a que acontecimientos como el rápido fin de la guerra de Irak beneficiaban teóricamente al billete verde.
Paralelamente a su apreciación frente al dólar y otras monedas, el euro ha ido aumentando su peso en los mercados de divisas internacionales y su relevancia dentro de las reservas de los bancos centrales de todo el mundo. Según datos del BCE, que considera que el euro es “la segunda moneda más usada del mundo”, el porcentaje de esta divisa en las reservas de los bancos centrales de todo el mundo ascendió desde el 12,7 por ciento en 1999 al 13 por ciento en 2001, según los últimos datos disponibles.