L D (Agencias) El portavoz del PSOE en el Congreso, Jesús Caldera, ha reclamado una "profunda investigación" sobre las causas del siniestro que costó la vida a 62 militares españoles en Turquía, cuando el avión en el que regresaban a España desde Afganistán se estrelló después de intentar tomar tierra en tres ocasiones. Según Caldera, el PSOE exigirá al ministro de Defensa, Federico Trillo, que informe al Parlamento de las conclusiones de dicha investigación. Del mismo modo, el portavoz de IU, Felipe Alcaraz, ha anunciado que su grupo solicitará la comparecencia urgente del ministro para que explique las causas del accidente.
Por su parte, Federico Trillo ya ha abierto una investigación que, según sus palabras, será "minuciosa, detallada y lenta". Para dicha investigación serán de gran ayuda las tres cajas negras del avión, que fueron encontradas este martes por la mañana entre los restos del aparato esparcidos por la ladera de una montaña próxima al aeropuerto de Trebisonda. En declaraciones a "Los desayunos" de TVE , el ministro de Defensa también ha explicado este miércoles que, cuando concluya la investigación, acudirá al Parlamento para aclarar todas las dudas acerca del siniestro. Sin embargo, Trillo aún no le ha puesto fecha a su comparecencia, ya que dice desconocer cuándo concluirá la investigación.
La OTAN se lava las manos
Desde Turquía, el titular de Defensa dijo el martes que, tras las dudas planteadas sobre las escasas garantías del aparato, el avión Yakolev 42 en el que viajaban los soldados españoles era "absolutamente seguro", no sólo porque es un avión "especialmente dedicado" a misiones como las que desarrollaba, sino porque, a juicio de la OTAN, es el que "ofrece más garantías en el mercado". Según Trillo, el Yakovlev 42 “está seleccionado, revisado y mantenido e inspeccionado en todos sus requerimientos de vuelo por Namsa”, la agencia de suministros de la OTAN que se dedica, entre otras actividades, a buscar armamento o material del que carecen la mayoría de los estados miembros de la Alianza Atlántica.
Sin embargo, la OTAN se lava las manos. Según el portavoz jefe de la Alianza, Yves Brodeur, el avión fue contratado por el Estado Mayor de la Defensa con Namsa, que “es un mero intermediario. Nosotros no inspeccionamos aviones, actuamos como una agencia de alquiler de coches que comprueba que los documentos están en regla, nada más”, ha declarado Brodeur a El Mundo . “Son las autoridades nacionales las que deben comprobar y revisar que todo está en regla”, ha añadido el portavoz de la OTAN.
UM-Air, vetada por Noruega, Suecia y Finlandia
Según informa La Razón , el mayor Tore Dragsnes, portavoz del Cuartel General de Operaciones Conjuntas de la Defensa noruega en la localidad de Stavanger, ha declarado a la NRK , la radio pública de su país, que los departamentos de Defensa de Noruega, Suecia y Finlandia ordenaron cancelar en enero toda colaboración de transporte aéreo con la empresa ucraniana UM-Air, propietaria del avión Yukovlev 42 que se estrelló el pasado lunes en Turquía. Otro oficial del Ejército noruego, Eivind Videnes, que voló el año pasado en el mismo aparato, detalló que “muchos protestamos cuando vimos que había un panel suelto en el fuselaje exterior y que perdía aceite por los motores”. Sin embargo, a pesar de que los tres países nórdicos estuvieron de acuerdo en que no era seguro volar en estos aviones ucranianos, su decisión no fue comunicada al resto de naciones con tropas destinadas en Afganistán.
Según El Mundo , el procedimiento de contratación del Yakovlev 42 se inició cuando el Estado Mayor de la Defensa dirigió una petición a Namsa. Por concurso público, la agencia de la OTAN adjudicó el suministro de aviones alquilados de transporte militar a un broker aéreo alemán, llamado Chapman Freeborn. Esta compañía se dedica a buscar en el mercado los aviones que mejor se adapten a las necesidades de sus clientes. Una vez examinó las ofertas, Chapman Freeborn se las presentó a su cliente, siguiendo su procedimiento habitual de trabajo. Finalmente, el Estado Mayor de la Defensa tomó la decisión de contratar a la compañía charter ucraniana UM-Air, propietaria del Yakovlev 42 que se estrelló el lunes en Trabisonda. Se desconoce cuáles fueron los criterios para tomar esa decisión.
Por su parte, Federico Trillo ya ha abierto una investigación que, según sus palabras, será "minuciosa, detallada y lenta". Para dicha investigación serán de gran ayuda las tres cajas negras del avión, que fueron encontradas este martes por la mañana entre los restos del aparato esparcidos por la ladera de una montaña próxima al aeropuerto de Trebisonda. En declaraciones a "Los desayunos" de TVE , el ministro de Defensa también ha explicado este miércoles que, cuando concluya la investigación, acudirá al Parlamento para aclarar todas las dudas acerca del siniestro. Sin embargo, Trillo aún no le ha puesto fecha a su comparecencia, ya que dice desconocer cuándo concluirá la investigación.
La OTAN se lava las manos
Desde Turquía, el titular de Defensa dijo el martes que, tras las dudas planteadas sobre las escasas garantías del aparato, el avión Yakolev 42 en el que viajaban los soldados españoles era "absolutamente seguro", no sólo porque es un avión "especialmente dedicado" a misiones como las que desarrollaba, sino porque, a juicio de la OTAN, es el que "ofrece más garantías en el mercado". Según Trillo, el Yakovlev 42 “está seleccionado, revisado y mantenido e inspeccionado en todos sus requerimientos de vuelo por Namsa”, la agencia de suministros de la OTAN que se dedica, entre otras actividades, a buscar armamento o material del que carecen la mayoría de los estados miembros de la Alianza Atlántica.
Sin embargo, la OTAN se lava las manos. Según el portavoz jefe de la Alianza, Yves Brodeur, el avión fue contratado por el Estado Mayor de la Defensa con Namsa, que “es un mero intermediario. Nosotros no inspeccionamos aviones, actuamos como una agencia de alquiler de coches que comprueba que los documentos están en regla, nada más”, ha declarado Brodeur a El Mundo . “Son las autoridades nacionales las que deben comprobar y revisar que todo está en regla”, ha añadido el portavoz de la OTAN.
UM-Air, vetada por Noruega, Suecia y Finlandia
Según informa La Razón , el mayor Tore Dragsnes, portavoz del Cuartel General de Operaciones Conjuntas de la Defensa noruega en la localidad de Stavanger, ha declarado a la NRK , la radio pública de su país, que los departamentos de Defensa de Noruega, Suecia y Finlandia ordenaron cancelar en enero toda colaboración de transporte aéreo con la empresa ucraniana UM-Air, propietaria del avión Yukovlev 42 que se estrelló el pasado lunes en Turquía. Otro oficial del Ejército noruego, Eivind Videnes, que voló el año pasado en el mismo aparato, detalló que “muchos protestamos cuando vimos que había un panel suelto en el fuselaje exterior y que perdía aceite por los motores”. Sin embargo, a pesar de que los tres países nórdicos estuvieron de acuerdo en que no era seguro volar en estos aviones ucranianos, su decisión no fue comunicada al resto de naciones con tropas destinadas en Afganistán.
Según El Mundo , el procedimiento de contratación del Yakovlev 42 se inició cuando el Estado Mayor de la Defensa dirigió una petición a Namsa. Por concurso público, la agencia de la OTAN adjudicó el suministro de aviones alquilados de transporte militar a un broker aéreo alemán, llamado Chapman Freeborn. Esta compañía se dedica a buscar en el mercado los aviones que mejor se adapten a las necesidades de sus clientes. Una vez examinó las ofertas, Chapman Freeborn se las presentó a su cliente, siguiendo su procedimiento habitual de trabajo. Finalmente, el Estado Mayor de la Defensa tomó la decisión de contratar a la compañía charter ucraniana UM-Air, propietaria del Yakovlev 42 que se estrelló el lunes en Trabisonda. Se desconoce cuáles fueron los criterios para tomar esa decisión.