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Shevchenko y la lotería de los penaltis dan al Milán su sexta Copa de Europa (2-3)

El Milán, gracias a su mayor acierto en la lotería de los penaltis (2-3), ha decantado de su lado ante la Juventus de Turín una final poco brillante y sin goles, pero que trae al club rossonero su sexta Copa de Europa. Ha sido desenlace final donde el meta brasileño Dida detenía tres de las penas máximas lanzadas por los juventinos; mientras que su colega Buffon "sólo" ha parado dos.

L D (EFE) El derbi de Italia (esta vez en Europa), tristemente no tuvo la espectacularidad en el juego que hubiera merecido la que es la Fiesta del fútbol y, además, en un estadio que en su día Bobby Charlton bautizó Teatro de los sueños . Pero es que, también, le faltó -como era previsible- la salsa de los goles. Se hicieron desear hasta en la tanda de penaltis. Eso sí, vio un alto ritmo, entrega y esfuerzo físico por ambas partes y, sobre todo, tensión y emoción por la incertidumbre del marcador. Es decir, fue italiano, con mucha atención pero sin la pesadilla del catenaccio . Además vio como Marcello Lippi, técnico juventino, uno de los entrenadores transalpinos más fiables, se equivocaba de inicio con las dos apuestas que hizo: la del ítalo-argentino Mauro Germán Camoranesi como sustituto del suspendido Pavel Nedved; y la de jugar con cuatro defensas centrales. La elección de Camoranesi fue un relevo de Nedved más de nombre que de posición y utilidad. El suramericano, con características bien diferentes y que se pegó en su habitual banda derecha, no tiene nada que ver ni como jugador ni como físico con el centroeuropeo. El experimento duró sólo un tiempo.

Lippi, además, tampoco atinó al plantear una defensa con el uruguayo Paolo Montero en una inusual posición para él de lateral izquierdo y la misión de taponar las entradas por dicha zona de Andrey Shevchenko. Montero sufrió, pues el Milán montó casi todos sus ataques por dicha zona, donde el técnico milanista, Carlo Ancelotti, vio un filón y mandó a Seedorf que entrará más por esa posición que por su habitual izquierda. Ancelotti, por su parte, confirmó lo esperado ya que pudo recuperar a los tocados Alessandro Costacurta y al meta brasileño Dida. Puso el denominado equipo del "buen gusto", de posesión de balón con Andrea Pirlo, el portugués Manuel Rui Costa y el holandés Clarence Seedorf en el centro del campo, junto al físico bisonte Gennaro Gattuso. El Milán, que tras unos primeros minutos de juego alocado por ambas partes y con defensas adelantadas -como homenajeando al huésped fútbol inglés-, se asentó antes y tomó las riendas del partido. Su mejor toque, concepción del juego y mejor saber qué hacer, le hizo muy pronto llevar el peligro sobre la meta juventina.

En tan sólo un minuto, además, contó con dos acciones que pudieron ser determinantes: un posible agarrón, no señalado, dentro del área de Tudor sobre Inzaghi (m.7); y gol anulado a Shevchenko (m.8), por claro fuera de juego de un Rui Costa que estaba solo delante del meta Buffon. El Milán hacía el partido ante una Juventus dedicada a enviar balones largos verticales desde la defensa hacía Trezeguet, despreciando el centro del campo. Del Piero, además, estaba ausente. Trezeguet, no obstante, tuvo el gol pero remató de cabeza muy desviado (m.10) un centro desde a derecha. Quien gozó de las mejores ocasiones para adelantarse en el marcador, y en acciones pensadas, fue el Milán. No anotó, primero, por una excelente parada de Buffon, que sacó con la mano un remate de cabeza casi a bocajarro de Inzaghi (m.17), y, segundo, al enviar ligeramente desviado Rui Costa un disparo que olía a gol (m.38). En el minuto 42, Lippi tuvo que sustituir a Tudor, lesionado en un tobillo, sacando a Birindelli. Un cambio que seguro ya estaba pensando el técnico, pues ponía una mayor lógica al equipo.

La Juventus, con Birindelli en la derecha, ya no sufrió tanto por esa banda, a la vez que Montero dio más consistencia en el centro que Tudor. La reacción fue inmediata, pues Del Piero hizo emplearse a fondo a Dida (m.43) y, poco después, Nesta tuvo que anticiparse a Ferrara para despejar un peligroso balón suelto en área pequeña. Lippi, en el descanso, se desdijo por segunda vez al dejar en la caseta al desubicado Camoranesi y poner en liza al veterano Antonio Conte. Conte (m.47), prácticamente en el primer balón que tocó, protagonizó la acción más peligrosa hasta entonces de su equipo: remate de cabeza que estrelló el balón en el travesaño de la meta milanista. La Juventus, ahora más cuadrada y más lógicamente posicionada, controlaba mejor a un Milán menos suelto y que no encontraba su ritmo ya que se le había ahogado a Pirlo, la primera línea de creación milanista. Con ello se perdían Rui Costa y Seedorf, sobre todo el portugués.

En el minuto 65, Lippi quitó a Davids por lesión y sacó al delantero uruguayo Marcelo Zalayeta. Daba más peso a su ataque y, al retrasar a Del Piero perdía fuerza pero ganaba teórica creación en su centro del campo. Ancelotti también movió pieza. Sentó al ya perdido Pirlo y buscó matar con la velocidad por la banda izquierda del brasileño Serginho. Inmediatamente, un centro suyo puso un balón de oro sobre la cabeza de Inzaghi (m.76), quien remató alto. El partido, con un Milán algo más creativo y un Juventus que esperaba y buscaba golpear con rapidez, se equilibró. Fue convirtiéndose cada vez en más opaco y sólo la incertidumbre del resultado mantuvo el interés en alto. Con la emoción, sin Rui Costa y poco más destacado, se dio paso a la prórroga, donde se iba a aplicar por vez primera en la Liga de Campeones la nueva regla del gol de plata . No llegó el gol de plata , pues lo único destacable fue ver como, ya sin cambios que hacer, el Milán se quedó prácticamente en diez, ante la lesión de Roque Junior (m.97), que cojeando se ubicó para molestar en una banda del centro del campo. Estaba sentenciado que la final (séptima vez en la historia de la competición) se iba a decidir en la tanda de penaltis. Ahí, la diosa fortuna y el meta Dida dieron el triunfo al Milán.


Ficha técnica del partido

Juventus de Turín, 0: Buffon; Thuram, Tudor (Birindelli, m.42), Ferrara, Montero; Camoranesi (Conte, m.46), Tacchinardi, Davids (Zalayeta, m.65), Zambrotta; Trezeguet y Del Piero
Milán, 0: Dida; Costacurta (Roque Junior, m.65), Nesta, Maldini, Kaladze; Gattuso, Pirlo (Serginho, m.71), Seedorf; Rui Costa (Ambrosini, m.87); Shevchenko y Filippo Inzaghi

Penaltis: 0-0: Trezeguet, para Dida; 0-1: Serginho, gol; 1-1: Birindelli, gol; 1-1: Seedorf, para Buffon; 1-1: Zalayeta, para Dida; 1-1: Kaladze, para Buffon; 1-1: Montero, para Dida; 1-2: Nesta, gol; 2-2: Del Piero, gol; 2-3: Shevchenko, gol

Árbitro: Markus Merk (Alemania). Mostró tarjeta amarilla a Costacurta (m.18), Tacchinardi (m.68) y Del Piero (m.111)
Incidencias: Final de la Liga de Campeones de Europa, disputada en el estadio Old Trafford, de Manchester, que registró un lleno total, con 63.215 espectadores. Asistieron al partido, entre otros y junto a los dirigentes de la UEFA, entre ellos su presidente Lennart Johansson, los primeros ministros inglés, Tony Blair, e italiano, Silvio Berlusconi, este también propietario del Milán. Asimismo, estuvo el presidente honorario de la Juventus de Turín, Umberto Agnelli, cuya familia es accionista mayoritaria del club




¡Enhorabuena, campeones!

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