L D (EFE) A diez días de que comience el debate parlamentario sobre la reforma de las pensiones, el Gobierno conservador del primer ministro, Jean-Pierre Raffarin, emprende esta semana una carrera de obstáculos en la conflictividad social, que tratará de desactivar por sectores. Mano a mano con su colega de Interior, Nicolas Sarkozy, el titular de Educación Nacional, el filosofo Luc Ferry, intentará apaciguar el terreno minado de la enseñanza al recibir el lunes y el martes, por separado, a los sindicatos, que están en contra de la descentralización de la misma y de la reforma de las pensiones.
Ferry tiene previsto participar este lunes en una mesa redonda con los sindicatos para analizar el anteproyecto de ley de la reforma de las universidades, a las que pretende dotar de más autonomía, y cuyo debate en el Parlamento se ha aplazado hasta el próximo otoño, en un intento de apaciguar al menos una parte de la conflictividad social. Pese a ello, continúa en pie la movilización general en varios sectores y en especial en la educación y los transportes, con lo que se anuncia una semana complicada, que tendrá su día negro el martes cuando confluyen la mayoría de las convocatorias de huelgas y paros.
Los profesores y personal no docente se disponen a protagonizar el martes su décima jornada de huelga desde que comenzó el curso en septiembre. En suspenso están los exámenes de selectividad de unos 600.000 alumnos y el ministro Ferry ha encrespado la ira de los descontentos al advertir de que está dispuesto a recurrir a las fuerzas del orden si es necesario para que se celebren las pruebas, que en su fase oral deben terminar a mediados de julio. En los transportes, donde las primeras perturbaciones comenzarán este lunes a última hora de la tarde, el Gobierno intenta llevar a su terreno a los gremios corporativistas para romper el frente sindical, estrategia que le ha valido éxitos relativos entre los controladores aéreos y entre los trabajadores del metro de París.
Así, el sindicato mayoritario de los controladores aéreos, la SNCTA, no irá a la huelga el martes después de haber obtenido el compromiso gubernamental de que se respetará su jubilación a los 57 años. No obstante, los principales sindicatos de la Dirección General de la Aviación Civil (DGAV) mantiene su convocatoria de paros del 3 al 5 de junio, ambos inclusive, lo que se estima que afectará al 70 por ciento de los vuelos con llegada o salida de Francia. Tras obtener por escrito que pueden estar tranquilos hasta 2008, cinco de los seis sindicatos de los transportes públicos de la región parisiense también han desistido de la huelga, lo que no ha ocurrido con seis de los siete sindicatos de la Sociedad Nacional de Ferrocarriles franceses (SNCF), que comenzarán su huelga a partir de las 20.00 horas del lunes y decidirán el martes su eventual prolongación.
Las convocatorias de huelgas del martes afectan esencialmente al sector público y en su mayoría podrían ser prolongadas. Es el caso de los servicios aduaneros, de impuestos, correos, France Télécom, las empresas de electricidad y gas (EDF y GDF), los hospitales y el Banco de Francia, entre otros. Hay también preavisos de huelga en los transportes públicos de 32 ciudades de Francia, así como en los puertos. La convocatoria de paros para el martes es también numerosa en el sectores privados, como en las empresas Alstom, Renault, Snecma, Dassault, Samaritaine, Buffalo Grill, Virgin, Décathlon o Primtemps.
La reforma de las pensiones reposa básicamente en el alargamiento del período de cotización, primero para los funcionarios (ahora cotizan 37,3 años) y luego para todos hasta los 42 años en 2020 para tener derecho a una pensión completa, si bien mantiene el derecho legal de jubilarse a los 60 años.
Ferry tiene previsto participar este lunes en una mesa redonda con los sindicatos para analizar el anteproyecto de ley de la reforma de las universidades, a las que pretende dotar de más autonomía, y cuyo debate en el Parlamento se ha aplazado hasta el próximo otoño, en un intento de apaciguar al menos una parte de la conflictividad social. Pese a ello, continúa en pie la movilización general en varios sectores y en especial en la educación y los transportes, con lo que se anuncia una semana complicada, que tendrá su día negro el martes cuando confluyen la mayoría de las convocatorias de huelgas y paros.
Los profesores y personal no docente se disponen a protagonizar el martes su décima jornada de huelga desde que comenzó el curso en septiembre. En suspenso están los exámenes de selectividad de unos 600.000 alumnos y el ministro Ferry ha encrespado la ira de los descontentos al advertir de que está dispuesto a recurrir a las fuerzas del orden si es necesario para que se celebren las pruebas, que en su fase oral deben terminar a mediados de julio. En los transportes, donde las primeras perturbaciones comenzarán este lunes a última hora de la tarde, el Gobierno intenta llevar a su terreno a los gremios corporativistas para romper el frente sindical, estrategia que le ha valido éxitos relativos entre los controladores aéreos y entre los trabajadores del metro de París.
Así, el sindicato mayoritario de los controladores aéreos, la SNCTA, no irá a la huelga el martes después de haber obtenido el compromiso gubernamental de que se respetará su jubilación a los 57 años. No obstante, los principales sindicatos de la Dirección General de la Aviación Civil (DGAV) mantiene su convocatoria de paros del 3 al 5 de junio, ambos inclusive, lo que se estima que afectará al 70 por ciento de los vuelos con llegada o salida de Francia. Tras obtener por escrito que pueden estar tranquilos hasta 2008, cinco de los seis sindicatos de los transportes públicos de la región parisiense también han desistido de la huelga, lo que no ha ocurrido con seis de los siete sindicatos de la Sociedad Nacional de Ferrocarriles franceses (SNCF), que comenzarán su huelga a partir de las 20.00 horas del lunes y decidirán el martes su eventual prolongación.
Las convocatorias de huelgas del martes afectan esencialmente al sector público y en su mayoría podrían ser prolongadas. Es el caso de los servicios aduaneros, de impuestos, correos, France Télécom, las empresas de electricidad y gas (EDF y GDF), los hospitales y el Banco de Francia, entre otros. Hay también preavisos de huelga en los transportes públicos de 32 ciudades de Francia, así como en los puertos. La convocatoria de paros para el martes es también numerosa en el sectores privados, como en las empresas Alstom, Renault, Snecma, Dassault, Samaritaine, Buffalo Grill, Virgin, Décathlon o Primtemps.
La reforma de las pensiones reposa básicamente en el alargamiento del período de cotización, primero para los funcionarios (ahora cotizan 37,3 años) y luego para todos hasta los 42 años en 2020 para tener derecho a una pensión completa, si bien mantiene el derecho legal de jubilarse a los 60 años.