(Libertad Digital) El ministro de Ciencia y Tecnología, Josep Piqué, ha admitido en los pasillos del Senado que la Ley Audiovisual que prepara el Gobierno permitirá a un grupo de comunicación (es decir, los grupos Prisa y Correo) poseer una red de televisiones locales. En la actualidad, Prisa controla 74 emisoras locales agrupadas bajo la marca LOCALIA TV y el Grupo Correo más de 30, además de ofrecer los contenidos a otras 30.
Hace tan sólo ocho meses, el pasado 6 de septiembre, Josep Piqué aseguró que la nueva Ley Audiovisual mantendría las restricciones que prohíben a las televisiones locales convertirse de hecho en cadenas de cobertura nacional en abierto. La Ley 41/1995, de 22 de diciembre de Televisión Local por Ondas Terrestres, en su artículo 7 decía lo siguiente:
1. Las televisiones locales por ondas terrestres no podrán emitir o formar parte de una cadena de televisión.
2. A estos efectos, se entenderá que forman parte de una cadena aquellas televisiones en las que exista una unidad de decisión, considerándose que esta unidad de decisión existe, en todo caso, cuando uno o varios socios, mediante la agrupación de acciones, ejerzan la administración de dos o más sociedades gestoras del servicio, posean en éstas la mayoría de los derechos de voto, o tengan derecho a nombrar o destituir a la mayoría de los miembros de sus respectivos consejos de administración.
3. Se entenderá que emiten en cadena aquellas televisiones locales que emitan la misma programación durante más del 25 por 100 del tiempo total de emisión semanal, aunque sea en horario diferente.
Por eso, Piqué ha inundado su discurso con matices y condicionantes para justificar las palabras con que hace unos meses asustó a los directivos del Grupo Correo, coincidiendo con la antesala de la venta de su porcentaje en Telecinco a Berlusconi. Este miércoles, Piqué dijo que “es muy importante que se tenga en cuenta que en ningún caso se pueda producir un sucedáneo de una televisión generalista a través de una cadena de televisiones locales que emita prácticamente las mismas cosas”. Además, añadió que “ahí la ley será taxativa: la emisión en cadena y particularmente de determinadas horas, los prime-times, se prohíbe”.
El ministro intentó diferenciar entre lo que pueden ser “decisiones empresariales desde el punto de vista de la propiedad de los medios” y lo que tiene que ser el respeto a la naturaleza de las televisiones locales, “que tiene que ser de su localidad de la misma manera que las televisiones autonómicas deben serlo de su comunidad”. Los cambios introducidos en la nueva ley eliminan precisamente cualquier residuo de naturaleza local en dichas emisoras.
Hace tan sólo ocho meses, el pasado 6 de septiembre, Josep Piqué aseguró que la nueva Ley Audiovisual mantendría las restricciones que prohíben a las televisiones locales convertirse de hecho en cadenas de cobertura nacional en abierto. La Ley 41/1995, de 22 de diciembre de Televisión Local por Ondas Terrestres, en su artículo 7 decía lo siguiente:
1. Las televisiones locales por ondas terrestres no podrán emitir o formar parte de una cadena de televisión.
2. A estos efectos, se entenderá que forman parte de una cadena aquellas televisiones en las que exista una unidad de decisión, considerándose que esta unidad de decisión existe, en todo caso, cuando uno o varios socios, mediante la agrupación de acciones, ejerzan la administración de dos o más sociedades gestoras del servicio, posean en éstas la mayoría de los derechos de voto, o tengan derecho a nombrar o destituir a la mayoría de los miembros de sus respectivos consejos de administración.
3. Se entenderá que emiten en cadena aquellas televisiones locales que emitan la misma programación durante más del 25 por 100 del tiempo total de emisión semanal, aunque sea en horario diferente.
Por eso, Piqué ha inundado su discurso con matices y condicionantes para justificar las palabras con que hace unos meses asustó a los directivos del Grupo Correo, coincidiendo con la antesala de la venta de su porcentaje en Telecinco a Berlusconi. Este miércoles, Piqué dijo que “es muy importante que se tenga en cuenta que en ningún caso se pueda producir un sucedáneo de una televisión generalista a través de una cadena de televisiones locales que emita prácticamente las mismas cosas”. Además, añadió que “ahí la ley será taxativa: la emisión en cadena y particularmente de determinadas horas, los prime-times, se prohíbe”.
El ministro intentó diferenciar entre lo que pueden ser “decisiones empresariales desde el punto de vista de la propiedad de los medios” y lo que tiene que ser el respeto a la naturaleza de las televisiones locales, “que tiene que ser de su localidad de la misma manera que las televisiones autonómicas deben serlo de su comunidad”. Los cambios introducidos en la nueva ley eliminan precisamente cualquier residuo de naturaleza local en dichas emisoras.