(Libertad Digital) Simancas comenzó reiterando las disculpas a los ciudadanos y haciendo hincapié en que "no hay que buscar motivos políticos". Visiblemente enojado ha dicho que en el parlamento regional "se ha cometido una indignidad intolerable, una afrenta a la democracia" y añade que los responsables han sido dos personas del partido socialista, Eduardo Tamayo y Maite Sáez. Explicó que en la mañana de este martes "requeríamos tiempo para encontrar una respuesta" pero "ahora tenemos algo claro": según Simancas "no hay discrepancias en el seno del partido, las decisiones se toman por unanimidad" y estas dos personas no habían presentado discrepancias en ningún momento sobre la estrategia del partido.
Tamayo no renunciará a su escaño
Añade Simancas que, siendo "más claro", no hay "razones políticas" para explicar el comportamiento de estas personas y darán cuenta de ellas sus responsables, por lo que la Comisión ejecutiva federal y regional, es decir, el propio Simancas y Zapatero deciden expulsar del PSOE a estas dos personas, exigir la renuncia a su condición de diputados y que se corra turno en la lista de candidatos de la lista. Poco después, Eduardo Tamayo dijo que no renunciará al escaño y que apoyará "un gobierno socialista en la Comunidad" pero "con Izquierda Unida, posiblemente no".
Una "traición" con motivaciones "personales"
Tras Simancas, compareció Zapatero para señalar que en nombre del PSOE reitera las disculpas a quienes votaron al partido. Lo resume en la "indignidad política de dos personas incluidas en las candidaturas del PSOE y que ahora no la respaldan". No reconoce que ambos fueron introducidos en las listas por José Blanco. Dice Zapatero que Tamayo y Sáez han traicionado al partido y estas actitudes "no caben en la vida política".
Empezarán a aparecer dossieres
Insiste, como Simancas, en que "no hay razones políticas sólo razones personales de los responsables que tendrán que explicar ante la opinión pública". Y en este punto hace su particular cálculo del 25-M: "La mayoría nacida de las urnas será la que lleve adelante la candidatura en la Comunidad Autónoma de Madrid". Pero Zapatero no explica cuáles son esas razones personales. Rafael Simancas tampoco ha querido relacionar lo sucedido con las denuncias internas sobre los negocios de José Luis Balbás, fundador de la corriente "Renovadores por la Base" de donde ha procedido el plante de Tamayo y Sáez y que denunció un militante a través de una carta a la FSM.
Ante la pregunta concreta sobre si conocía las sospechas de posibles contrapartidas económicas a los dos diputados ausentes, Zapatero declaró: “No hay razones políticas. Refuerza su nula credibilidad. Personas así no pueden estar en un parlamento que representa a los ciudadanos. Ellos tendrán que dar explicaciones y muchas, además. Hoy es esta la valoración que hay que hacer”. Sobre la posible pérdida por parte del PSOE, Zapatero dijo que va “a reivindicar la mayoría que se produjo el 25-M”. Además, explicó que ha sido “una operación planificada y perfectamente definida” y calificó de “increíbles” las posteriores declaraciones a los medios de comunicación.
Zapatero y Simancas han dejado claro que los dos políticos responderán ante la opinión pública de esas razones personales por las que han provocado este terremoto. De fondo, los dossieres sobre esas supuestas actividades inmobiliarias que denunció en la FSM un militante y que puso a disposición de la Comisión ética del partido.
Tamayo no renunciará a su escaño
Añade Simancas que, siendo "más claro", no hay "razones políticas" para explicar el comportamiento de estas personas y darán cuenta de ellas sus responsables, por lo que la Comisión ejecutiva federal y regional, es decir, el propio Simancas y Zapatero deciden expulsar del PSOE a estas dos personas, exigir la renuncia a su condición de diputados y que se corra turno en la lista de candidatos de la lista. Poco después, Eduardo Tamayo dijo que no renunciará al escaño y que apoyará "un gobierno socialista en la Comunidad" pero "con Izquierda Unida, posiblemente no".
Una "traición" con motivaciones "personales"
Tras Simancas, compareció Zapatero para señalar que en nombre del PSOE reitera las disculpas a quienes votaron al partido. Lo resume en la "indignidad política de dos personas incluidas en las candidaturas del PSOE y que ahora no la respaldan". No reconoce que ambos fueron introducidos en las listas por José Blanco. Dice Zapatero que Tamayo y Sáez han traicionado al partido y estas actitudes "no caben en la vida política".
Empezarán a aparecer dossieres
Insiste, como Simancas, en que "no hay razones políticas sólo razones personales de los responsables que tendrán que explicar ante la opinión pública". Y en este punto hace su particular cálculo del 25-M: "La mayoría nacida de las urnas será la que lleve adelante la candidatura en la Comunidad Autónoma de Madrid". Pero Zapatero no explica cuáles son esas razones personales. Rafael Simancas tampoco ha querido relacionar lo sucedido con las denuncias internas sobre los negocios de José Luis Balbás, fundador de la corriente "Renovadores por la Base" de donde ha procedido el plante de Tamayo y Sáez y que denunció un militante a través de una carta a la FSM.
Ante la pregunta concreta sobre si conocía las sospechas de posibles contrapartidas económicas a los dos diputados ausentes, Zapatero declaró: “No hay razones políticas. Refuerza su nula credibilidad. Personas así no pueden estar en un parlamento que representa a los ciudadanos. Ellos tendrán que dar explicaciones y muchas, además. Hoy es esta la valoración que hay que hacer”. Sobre la posible pérdida por parte del PSOE, Zapatero dijo que va “a reivindicar la mayoría que se produjo el 25-M”. Además, explicó que ha sido “una operación planificada y perfectamente definida” y calificó de “increíbles” las posteriores declaraciones a los medios de comunicación.
Zapatero y Simancas han dejado claro que los dos políticos responderán ante la opinión pública de esas razones personales por las que han provocado este terremoto. De fondo, los dossieres sobre esas supuestas actividades inmobiliarias que denunció en la FSM un militante y que puso a disposición de la Comisión ética del partido.