L D (Agencias) El presidente del Banco Central Europeo, Wim Duisenberg, dijo este miércoles que, aunque las reformas de los sistemas de pensiones "son dolorosas", también son "imprescindibles" y eso lo deben entender los europeos. Duisenberg, que compareció ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, aseguró que "hay que dejar claro" a todos que, con los "inevitables" cambios demográficos, en Europa una mayoría de la población dependerá para sus ingresos de la minoría que está trabajando, según informa EFE.
El presidente del BCE reconoció que las reformas no son fáciles, "no voy a negar que vayan a costar muchas protestas, pero debo alentar a los gobiernos a que hagan que los pueblos comprendan que es inevitable, que hay que hacer ajustes". En este sentido, se mostró confiado en que los ciudadanos europeos "acabarán por entender y, si no, al final pagarán un precio por ello". El presidente del BCE hizo hincapié en que los gobiernos de la zona euro "deberían ahora hacer progresos en el campo de las reformas estructurales en los mercados de trabajo y productos".
Estas reformas no sólo incrementarían el potencial de crecimiento de la zona euro, sino también su capacidad de resistir mejor los choques externos, argumentó Duisenberg. Además, agregó que afrontar los problemas estructurales aumentaría también el atractivo actual de la eurozona para la inversión y, por tanto, supondría "un estímulo importante" para la recuperación económica. Por último, Duisenberg abogó por una aplicación "decisiva y coherente" de las normas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento y una supervisión rigurosa de los Estados miembros entre sí.
El presidente del BCE reconoció que las reformas no son fáciles, "no voy a negar que vayan a costar muchas protestas, pero debo alentar a los gobiernos a que hagan que los pueblos comprendan que es inevitable, que hay que hacer ajustes". En este sentido, se mostró confiado en que los ciudadanos europeos "acabarán por entender y, si no, al final pagarán un precio por ello". El presidente del BCE hizo hincapié en que los gobiernos de la zona euro "deberían ahora hacer progresos en el campo de las reformas estructurales en los mercados de trabajo y productos".
Estas reformas no sólo incrementarían el potencial de crecimiento de la zona euro, sino también su capacidad de resistir mejor los choques externos, argumentó Duisenberg. Además, agregó que afrontar los problemas estructurales aumentaría también el atractivo actual de la eurozona para la inversión y, por tanto, supondría "un estímulo importante" para la recuperación económica. Por último, Duisenberg abogó por una aplicación "decisiva y coherente" de las normas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento y una supervisión rigurosa de los Estados miembros entre sí.