L D (EFE) Los hechos se remontan al verano de 2001, cuando Julián B. decidió cerrar el bar de su propiedad por problemas económicos sin liquidar los salarios adeudados a su camarera Araceli N., por lo que ésta presentó una demanda ante el Departamento de Trabajo de la Generalitat. En un acto de conciliación celebrado en dicho Departamento en Lérida el empresario reconoció la deuda y se comprometió a pagarla. Sin embargo, los meses fueron pasando y como la empleada seguía sin cobrar, Araceli N. presentó una demanda ante el Juzgado de lo Social leridano.
Un funcionario de éste juzgado llevó una citación al domicilio de Julián B. pero no encontró a nadie en casa y un vecino le informó de que había muerto, lo que el funcionario hizo constar en la diligencia de citación y el juez encargado del caso lo archivó. Sin embargo, la empleada no aceptó esta versión y siguió buscando a su ex jefe tras constatar que el vecino que había informado al funcionario se había confundido, ya que el fallecido era un pariente de Julián B. Tras un año de indagaciones, Araceli N. logró localizar a su ex jefe moroso en Zaragoza, donde la Policía Local le entregó la citación para el juicio de Lérida.
La vista oral se celebró ayer en el Juzgado de lo Social de la capital aunque el acusado no compareció. Fuentes judiciales han indicado que esta actitud supone que el acusado acepta los términos de la demanda, aunque queda por decidir qué vía emplearan los tribunales para conseguir que el demandado pague sus deudas a la empleada.
Un funcionario de éste juzgado llevó una citación al domicilio de Julián B. pero no encontró a nadie en casa y un vecino le informó de que había muerto, lo que el funcionario hizo constar en la diligencia de citación y el juez encargado del caso lo archivó. Sin embargo, la empleada no aceptó esta versión y siguió buscando a su ex jefe tras constatar que el vecino que había informado al funcionario se había confundido, ya que el fallecido era un pariente de Julián B. Tras un año de indagaciones, Araceli N. logró localizar a su ex jefe moroso en Zaragoza, donde la Policía Local le entregó la citación para el juicio de Lérida.
La vista oral se celebró ayer en el Juzgado de lo Social de la capital aunque el acusado no compareció. Fuentes judiciales han indicado que esta actitud supone que el acusado acepta los términos de la demanda, aunque queda por decidir qué vía emplearan los tribunales para conseguir que el demandado pague sus deudas a la empleada.