L D (EFE) Los parlamentarios de Socialistas Abertzales entraron en el salón de plenos del Parlamento vasco cuando la Ararteko (defensora del pueblo vasco), Mertxe Agúndez, llevaba veinte minutos exponiendo el informe de su institución correspondiente al 2002. Poco después, el presidente del Parlamento, Juan María Atutxa, dio la palabra a la representante de Socialistas Abertzales, Jone Goirizelaia, lo que provocó que el portavoz del PP, Leopoldo Barreda, se dirigiera a Atutxa para recordarle el auto de disolución de Batasuna dictado por el Tribunal Supremo el pasado 20 de mayo.
"El grupo al que pretende dar la palabra no existe en la Cámara y no tiene derecho de intervención", apuntó Barreda. Ante esta petición, Juan María Atutxa volvió a aferrarse a sus argumentos, al afirmar lo mismo que dijo el jueves: que aún no había recibido notificación oficial del último auto del Supremo y que, por tanto, no podía actuar sólo basándose en lo que dicen los periódicos. En este sentido, respondió al parlamentario del Partido Popular que lamentaba “discrepar con su criterio” porque “desconozco la existencia de ningún grupo reglamentariamente disuelto”. Como consecuencia, Goirizelaia hizo uso del turno de intervención ante el pleno.
"El grupo al que pretende dar la palabra no existe en la Cámara y no tiene derecho de intervención", apuntó Barreda. Ante esta petición, Juan María Atutxa volvió a aferrarse a sus argumentos, al afirmar lo mismo que dijo el jueves: que aún no había recibido notificación oficial del último auto del Supremo y que, por tanto, no podía actuar sólo basándose en lo que dicen los periódicos. En este sentido, respondió al parlamentario del Partido Popular que lamentaba “discrepar con su criterio” porque “desconozco la existencia de ningún grupo reglamentariamente disuelto”. Como consecuencia, Goirizelaia hizo uso del turno de intervención ante el pleno.