L D (EFE) El Barça y el Pamesa llegan completamente fundidos a la recta final de la Liga y para preocupación de la entidad levantina, tendrá que afrontar el siguiente encuentro con la incógnita de Oberto, que cayó lesionado en el segundo cuarto. La pésima actuación de Dejan Bodiroga, que hasta el tercer cuarto no anotó sus primeros puntos, tuvo el contrapeso de Patrick Femerling, quien, igual que en la final de la Euroliga, cuajó un sensacional partido (20 puntos y 13 rebotes).
La igualdad que presidió el primer choque regresó al segundo enfrentamiento desde el primer minuto. Luengo y Oberto se convirtieron en el azote barcelonista con su precisión en el tiro, mientras que en el bando local era el juego interior de Dueñas el aspecto más desbordante de un Barcelona muy errante desde donde acostumbra a ser letal. En este aspecto, a Bodiroga ni le vio en los dos primeros cuartos, ya que no anotó ni un sólo punto y acumuló errores como en el peor de sus encuentros. En el Pamesa, su mejor momento llegó con la primera anotación de Paraíso, que pudo la máxima de su equipo en el tanteador (11-16).
En el segundo periodo, Pesic y Olmos dieron tregua a sus mejores hombres y entregaron el partido a Alzamora y Femerling, y a Montecchia, Kammerichs y Hopkins, respectivamente, que convirtieron el choque en un correcalles, aunque con mayor acierto en la canasta rival. El Barcelona encontró en Femerling su valor más en alza y con diez puntos y un completo juego defensivo, permitió que su equipo igualase el encuentro, tras una canasta de Alzamora (21-21).
La jugada más polémica hasta entonces llegó en un triple no concedido al Pamesa cuando sonaba la bocina. A Tomasevic la cayó una técnica por protestar y pocos minutos después Oberto debió retirarse al vestuario por un esguince en el tobillo. Sin Oberto, el Pamesa quedó desdibujado y el Barça logró su renta más cómoda (cuatro puntos, 28-24), tras una anotación de De la Fuente. Un triple de Montecchia puso freno a un parcial local de 9-2.
En el segundo tiempo, el Barcelona se hizo con el partido y volvió a marcar máximas de cuatro puntos (46-42), a pesar de que su mejor jugador, Dejan Bodiroja, seguía peleado con el aro del Pamesa. La reacción valenciana llegó en los minutos finales cuando arrancó un parcial de 2-13 que le devolvió la ventaja y le puso con seis puntos por delante, tras un lanzamiento de Tomasevic (48-54). El mejor baloncesto se lo reservó el Barcelona para el último cuarto, en el que dispuso de una defensa feroz y encontró el acierto colectivo. De la igualdad a 54 puntos, se pasó a un 64-56 que dejó prácticamente sentenciado el partido.
A partir de entonces, el conjunto catalán dosificó su ventaja, mientras que el Pamesa, sin Oberto en pista, dispuso de pocos referentes en la pista. La ventaja más amplia para el Barça la firmó a poco del final: diez puntos (78-68 y 80-70).
La igualdad que presidió el primer choque regresó al segundo enfrentamiento desde el primer minuto. Luengo y Oberto se convirtieron en el azote barcelonista con su precisión en el tiro, mientras que en el bando local era el juego interior de Dueñas el aspecto más desbordante de un Barcelona muy errante desde donde acostumbra a ser letal. En este aspecto, a Bodiroga ni le vio en los dos primeros cuartos, ya que no anotó ni un sólo punto y acumuló errores como en el peor de sus encuentros. En el Pamesa, su mejor momento llegó con la primera anotación de Paraíso, que pudo la máxima de su equipo en el tanteador (11-16).
En el segundo periodo, Pesic y Olmos dieron tregua a sus mejores hombres y entregaron el partido a Alzamora y Femerling, y a Montecchia, Kammerichs y Hopkins, respectivamente, que convirtieron el choque en un correcalles, aunque con mayor acierto en la canasta rival. El Barcelona encontró en Femerling su valor más en alza y con diez puntos y un completo juego defensivo, permitió que su equipo igualase el encuentro, tras una canasta de Alzamora (21-21).
La jugada más polémica hasta entonces llegó en un triple no concedido al Pamesa cuando sonaba la bocina. A Tomasevic la cayó una técnica por protestar y pocos minutos después Oberto debió retirarse al vestuario por un esguince en el tobillo. Sin Oberto, el Pamesa quedó desdibujado y el Barça logró su renta más cómoda (cuatro puntos, 28-24), tras una anotación de De la Fuente. Un triple de Montecchia puso freno a un parcial local de 9-2.
En el segundo tiempo, el Barcelona se hizo con el partido y volvió a marcar máximas de cuatro puntos (46-42), a pesar de que su mejor jugador, Dejan Bodiroja, seguía peleado con el aro del Pamesa. La reacción valenciana llegó en los minutos finales cuando arrancó un parcial de 2-13 que le devolvió la ventaja y le puso con seis puntos por delante, tras un lanzamiento de Tomasevic (48-54). El mejor baloncesto se lo reservó el Barcelona para el último cuarto, en el que dispuso de una defensa feroz y encontró el acierto colectivo. De la igualdad a 54 puntos, se pasó a un 64-56 que dejó prácticamente sentenciado el partido.
A partir de entonces, el conjunto catalán dosificó su ventaja, mientras que el Pamesa, sin Oberto en pista, dispuso de pocos referentes en la pista. La ventaja más amplia para el Barça la firmó a poco del final: diez puntos (78-68 y 80-70).