L D Si la FSM ha cerrado filas en torno a su líder, Simancas, el secretario general del PSOE ha hecho lo mismo con José Blanco. La revista Tiempo publica en su edición de este lunes que el “organizador” del PSOE pudo su cargo a disposición del partido poco después de que estallara la crisis entre los socialistas madrileños. Zapatero rechazó la dimisión y cerró la puerta a cualquier posibilidad de depurar responsabilidades en el partido. Por el contrario, optó por sumarse a la estrategia que preparaba la Ser. Por boca de su portavoz, Jesús Caldera, se multiplicaron las acusaciones, las amenazas de querellas y los intentos de salpicar al PP en esta crisis. La autocrítica ha sido aparcada y el objetivo es desenmascarar la “trama inmobiliaria vinculada con el PP” que ha amparado a los diputados rebeldes Tamayo y Sáez.
De momento, las voces críticas de la FSM contra el papel de Blanco en la crisis también se han silenciado. Ahora todas las sospechas se intentan volcar en el PP con argumentos que se pueden volver en su contra. Y es que si el PSOE acusa a algunos dirigentes populares de estar implicados en la “trama urbanística” porque están relacionados con los dos empresarios a los que se señala, este sábado el líder de la corriente socialista Renovadores por la Base, José Luis Balbás, pidió la dimisión de Simancas porque el responsable de la FSM también ha tenido algún contacto con los dos constructores.
Además, y según publica Interviú , al menos tres militantes socialistas cercanos a Simancas tienen intereses en el sector inmobiliario. Se trata de Enrique Benedicto, Ignacio Díaz y, en menor medida, Andrés Rojo. Tal y como ya explicó Libertad Digital , Benedicto es esposo de Ruth Porta, la mano derecha de Simancas y fue él quien denunció en noviembre del 2002 a Balbás y Tamayo por mezclar negocios y política. Díaz es concejal de Madrid, miembro del comité federal del PSOE y de la ejecutiva de la FSM. Pertenece, como los expulsados Balbás, Tamayo y Sáez, a la corriente Renovadores por la Base, pero se ha desmarcado de ellos. Rojo es jefe de gabinete de Simancas y diputado autonómico.
De momento, las voces críticas de la FSM contra el papel de Blanco en la crisis también se han silenciado. Ahora todas las sospechas se intentan volcar en el PP con argumentos que se pueden volver en su contra. Y es que si el PSOE acusa a algunos dirigentes populares de estar implicados en la “trama urbanística” porque están relacionados con los dos empresarios a los que se señala, este sábado el líder de la corriente socialista Renovadores por la Base, José Luis Balbás, pidió la dimisión de Simancas porque el responsable de la FSM también ha tenido algún contacto con los dos constructores.
Además, y según publica Interviú , al menos tres militantes socialistas cercanos a Simancas tienen intereses en el sector inmobiliario. Se trata de Enrique Benedicto, Ignacio Díaz y, en menor medida, Andrés Rojo. Tal y como ya explicó Libertad Digital , Benedicto es esposo de Ruth Porta, la mano derecha de Simancas y fue él quien denunció en noviembre del 2002 a Balbás y Tamayo por mezclar negocios y política. Díaz es concejal de Madrid, miembro del comité federal del PSOE y de la ejecutiva de la FSM. Pertenece, como los expulsados Balbás, Tamayo y Sáez, a la corriente Renovadores por la Base, pero se ha desmarcado de ellos. Rojo es jefe de gabinete de Simancas y diputado autonómico.