L D (EFE) Los últimos 128 kilómetros de la prestigiosa “Volta”, la más antigua en el calendario español, fueron una especie de homenaje al flamante ganador, un corredor desconocido para muchos. Fue una jornada en la que todos, menos algún que otro aventurero y velocistas, daban por bueno lo sucedido y por ello que el principal problema de Pecharromán no fuera otro que atender a las felicitaciones de la totalidad de corredores del pelotón, entre ellos de su máximo rival, Roberto Heras, vencedor el pasado año y que tuvo que conformarse con el segundo puesto tras haber lucido la camiseta de líder durante tres jornadas.
La etapa, entre Sant Joan Despi y Barcelona, de 128 kilómetros, fue para Angel Vicioso, líder durante una jornada, al imponerse en un esprint muy ajustado al estadounidense George Hincapie (US Postal); mientras que los dos grandes favoritos Oscar Freire y el alemán Erik Zabel quedaban sin opción debido a los problemas que tuvieron para superar los últimos puertos de la “Volta”, el Tibidabo y el Forat del Viento, en los 30 últimos kilómetros de la jornada. El podio final quedaba como Pecharromán como gran triunfador y dominador de la carrera, con la ayuda de sus compañeros de equipo que no lo hicieron nada mal, seguido de Roberto Heras y otro español Koldo Gil que se llevo la "medalla de bronce".
La etapa final de la “Volta”, como suele ocurrir en la totalidad de las grandes carreras que no terminan con una crono, no tuvo mayor historia, pues la general y las diferentes clasificaciones secundarias ya estaban adjudicadas, en algunos casos desde hace muchos días. Hubo infinidad de tirones y cortes, pero los componentes del Paternina Costa Almería controlaron bien la situación y sólo al final, a falta de unos 30 kilómetros para el final, cedieron el testigo a otros equipos, especialmente a los que todavía les quedaba algún velocista.
En ese intercambio de poderes fueron otros conjuntos los que buscaron dar la sorpresa provocando escapadas, las más consistentes las protagonizadas por el venezolano Etxebarria, los españoles Zandio y Laguna y el danés Rasmussen que mantuvo un bonito duelo con el español Aitor Kintana en la lucha por el premio de la montaña, una de las clasificaciones que no estaba definida.
Ya en las puertas de Barcelona, el español Maestre y el alemán Aldag, lo intentaban, pero sin éxito al estar la carrera lanzada y controlada debido a esos marcajes de los equipos con corredores rápidos como el Rabobank de Oscar Freire, el Telekom de Erik Zabelque lo pasaron peor de lo esperado en el tramo final, en las ascensiones al Tibidabo y Forat del Viento, circunstancia que aprovecho Vicioso para hacer valer su velocidad ante la potencia de Hincapie en la llegada masiva.
Así una jornada que fue un tramite para el brillante vencedor Pecharromán y también para los españoles Joaquín Rodríguez (ONCE Eroski) como vencedor de las metas volantes y Angel Vicioso (ONCE Eroski) de la regularidad; el danés Michael Rasmussen (Rabobank) de la montaña y a los componentes del Paternina Costa Almería que ganaban en el apartado de equipos.
La etapa, entre Sant Joan Despi y Barcelona, de 128 kilómetros, fue para Angel Vicioso, líder durante una jornada, al imponerse en un esprint muy ajustado al estadounidense George Hincapie (US Postal); mientras que los dos grandes favoritos Oscar Freire y el alemán Erik Zabel quedaban sin opción debido a los problemas que tuvieron para superar los últimos puertos de la “Volta”, el Tibidabo y el Forat del Viento, en los 30 últimos kilómetros de la jornada. El podio final quedaba como Pecharromán como gran triunfador y dominador de la carrera, con la ayuda de sus compañeros de equipo que no lo hicieron nada mal, seguido de Roberto Heras y otro español Koldo Gil que se llevo la "medalla de bronce".
La etapa final de la “Volta”, como suele ocurrir en la totalidad de las grandes carreras que no terminan con una crono, no tuvo mayor historia, pues la general y las diferentes clasificaciones secundarias ya estaban adjudicadas, en algunos casos desde hace muchos días. Hubo infinidad de tirones y cortes, pero los componentes del Paternina Costa Almería controlaron bien la situación y sólo al final, a falta de unos 30 kilómetros para el final, cedieron el testigo a otros equipos, especialmente a los que todavía les quedaba algún velocista.
En ese intercambio de poderes fueron otros conjuntos los que buscaron dar la sorpresa provocando escapadas, las más consistentes las protagonizadas por el venezolano Etxebarria, los españoles Zandio y Laguna y el danés Rasmussen que mantuvo un bonito duelo con el español Aitor Kintana en la lucha por el premio de la montaña, una de las clasificaciones que no estaba definida.
Ya en las puertas de Barcelona, el español Maestre y el alemán Aldag, lo intentaban, pero sin éxito al estar la carrera lanzada y controlada debido a esos marcajes de los equipos con corredores rápidos como el Rabobank de Oscar Freire, el Telekom de Erik Zabelque lo pasaron peor de lo esperado en el tramo final, en las ascensiones al Tibidabo y Forat del Viento, circunstancia que aprovecho Vicioso para hacer valer su velocidad ante la potencia de Hincapie en la llegada masiva.
Así una jornada que fue un tramite para el brillante vencedor Pecharromán y también para los españoles Joaquín Rodríguez (ONCE Eroski) como vencedor de las metas volantes y Angel Vicioso (ONCE Eroski) de la regularidad; el danés Michael Rasmussen (Rabobank) de la montaña y a los componentes del Paternina Costa Almería que ganaban en el apartado de equipos.