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“Lo que nos pedía el cuerpo era desahogarnos físicamente”

La ira del PSOE hacia sus compañeros de filas se ha acentuado este lunes con unas declaraciones poco afortunadas. Tras tomar posesión de sus actas, Francisco Garrido reconoció en Telemadrid sus ganas de haber llegado a algo más que insultos contra Tamayo y Sáez. Parece que Simancas le convenció de que fuera educado.

(Libertad Digital) La televisión pública madrileña había diseñado todo un especial para cubrir la llegada de Tamayo y Sáez a la Asamblea de Madrid. Pero pasado el gran momento en el que los rebeldes tomaron posesión de sus actas, la presidente de la Cámara, suspendió la sesión para evaluar la nueva situación con 111 diputados. Telemadrid pasó muchas imágenes y desplegó a sus reporteros para que obtuvieran declaraciones de los impacientes diputados.

En una de esas conexiones con los pasillos de la Asamblea, le tocó el turno al socialista Francisco Garrido Hernández. La reportera le preguntó por la reacción de IU que exhibió pancartas en las que se acusaba a los diputados de corruptos consentidos. El socialista fue elocuente: “Lo que nos pedía el cuerpo era desahogarnos físicamente”. No quedó muy claro a qué se refería pero a juzgar por su explicación posterior, no era nada civilizado. Admitió que el propio Simancas había pedido que no se diera espectáculo si Tamayo y Sáez se presentaban en el hemiciclo regional.

Francisco Garrido, casi lamentándolo, decía : “Así nos lo han solicitado. Los impulsos hay que guardarlos”. Pero cerró su intervención destacando que "dos crápulas de este tamaño se han cargado la libertad".

Nuevos reproches a los compañeros de lista

Rafael Simancas calificó la actitud de Tamayo y Sáez de "indigna en lo político y corrupta en lo moral". Añade que la Carta Magna y el Estatuto "no merecen ser nombrados ante unos sujetos de esta catadura moral", para referirse a la toma de posesión de Tamayo y Sáez. Simancas y los 45 diputados socialistas de la Cámara abandonaron el Pleno, según ellos, por "respeto a la Constitución y al Estatuto de Autonomía" y en repulsa por la presencia de los dos parlamentarios díscolos. El hemiciclo se quedó vacío tras la nueva jugada de los rebeldes en espera de que se reanudara la sesión con los ya 111 diputados.

Según informó Telemadrid, la diputada Sáez salió corriendo en medio de insultos tras cumplir el acto protocolario. Los dos diputados accedieron a la Asamblea de Madrid por la entrada del garage ante la presencia de fotógrafos que buscaban la instantánea del día. No faltó un grupo de manifestantes que les acusaban directamente de haber sido sobornados por el PP. Lanzaban billetes y coreaban "qué fácil es coger el dinero del PP".

Tamayo firme y Sáez cambiada

A Eduardo Tamayo, sus propios compañeros le llamaron “cabrón” y “sinvergüenza” aprovechando su presencia pública en la Cámara regional. Parece que en algún momento contestó algo así como “búscame, que me encontrarás”. Pero tanto las televisiones como las agencias de información han querido interpretar el aspecto de los dos diputados. En Telemadrid se hacía hincapié en que a Tamayo “no le tembló la voz” al tomar posesión de su acta.

De Maite Saéz destacan el cambio físico. Europa Press dice que “apareció con el pelo corto y más rubio que antes, y oculta tras unas gafas de sol que no se quitó durante toda la sesión, mostraba un gesto serio, con las manos entrecruzadas y casi temblando en algunas ocasiones”. Algunos socialistas llegaron a decir, según informa Europa Press, que la diputada "estaba completamente sedada".


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