(Libertad Digital) Ferraz está en plena actividad electoral. Desde la SER –mañana, tarde y noche– los líderes socialistas anuncian sus maniobras y lanzan mensajes de futuros escándalos. El propio Zapatero, en diálogo con Iñaki Gabilondo, ha introducido elementos de suspense en la trama madrileña que ya supera, según él a la intentona de golpe de Estado del 23 F. Tras poner la mano en el fuego por José Blanco –parece que no tiene responsabilidad alguna por incluir en las listas a los rebeldes ni por esconder un expediente contra ellos– lo asciende a jefe de la investigación. Tras ello, argumenta sin profundizar en su teoría del golpismo. Dice que el PSOE va a tomar medidas en cuanto cumpla" lo que calificó como su "principal obligación", la de "recuperar el Gobierno que votaron los ciudadanos el 25 de mayo (no se refiere a lo que votó la mayoría, que fue PP) y que se nos ha intentado hurtar de la manera más indignante y más intolerable que ha habido en democracia".
Sembrando la duda con vistas a las nuevas elecciones
Y para explicar esas medidas, trató de convencer a Gabilondo: "Créame, que sé de lo que hablo. Créame que tengo elementos de juicio, créame que tengo mucha información y que esto va a marcar un antes y un después en la vida política española, lo que ha pasado porque es lo más grave que ha pasado, seguramente, desde el 23 F". Es decir, que ni siquiera los episodios del GAL o la corrupción que asoló su partido cuando estaba en el poder superan la trama inmobiliaria.
Zapatero está convencido de que la "causa última de lo que estamos viviendo" en la Comunidad de Madrid, es "el proceso de enriquecimiento espectacular de mucha gente" por la recalificación del suelo con el "absoluto asentimiento de la Comunidad Autónoma". Primera carga de profundidad, sin datos, contra Gallardón, ex presidente regional aún en funciones.
Los ladrillos de Gallardón: "no quiero anticipar"
Denunció la existencia de "un silencio espeso" en esta materia, debido a que "los intereses son de sectores muy poderosos de este país, que tienen muchos resortes de poder, en el poder económico, en el poder mediático". Explicó que "aquí hay todo un sistema organizado para retener suelo cuando interesa, para ir sacándolo poco a poco, para que el precio esté siempre controlado, y además con una potencia de recalificar el suelo enorme", y añadió que "eso está demostrado ya".
Preguntado por si esa denuncia "pone en cuestión" la gestión de Alberto Ruiz Gallardón al frente de la Comunidad de Madrid, respondió: "no quiero anticipar, pero los datos van a ser muy elocuentes y muy concluyentes". Pero matizó que "en principio, ahí sí que hay una actuación de responsabilidad" por "no vigilar" y "por consentir, porque la Comunidad de Madrid tiene muchos poderes en materia de urbanismo y ordenación del territorio y de medio ambiente", y destacó que el PSOE "sin duda alguna" exigirá responsabilidades "con todas las consecuencias".
Blanco no podía adivinar. La culpa es del PP
El organizador del PSOE –ya desbancado de la labor electoral en favor de Caldera– sigue siendo una de las claves del escándalo en el FSM. Pero Zapatero prefiere libarle de toda culpa y no tener en cuenta que archivó el inicio de la tormenta protagonizado por Mamblona. En su cajón quedó olvidada una petición de expediente contra Tamayo y Balbás y su esposa.
El líder socialista dijo también en la SER, que José Blanco "no ha presentado la dimisión" y que le parecería "injusto" que lo hiciera, porque "detrás de esto hay un golpe para acabar con un Gobierno que había salido legítimamente de las urnas". De hecho, añadió que el secretario de Organización socialista "desde el primer día ha dicho que tenía su cargo a mi disposición" y que se "lo ha reiterado estos días", pero insistió en que él no tomará "una decisión injusta".
Insiste en que ni Tamayo ni Sáez fueron "nombrados directamente", sino que su inclusión en las listas del PSOE fue "fruto de un proceso de selección en el que participan diversas instancias" del partido. Y recordó que hasta el momento de la espantada, "no habían hecho nada, ni habían sido nunca traidores al partido". Las conversaciones de Blanco con las familias rebeldes indican lo contrario.
Pero Zapatero dice que "es muy difícil establecer una responsabilidad in adivinando de lo que va a hacer un ser humano ante una situación" en la que "se habrán puesto encima de la mesa muchas cosas, como estamos viendo, para que aquí haya un beneficiario político que es el PP".
Sembrando la duda con vistas a las nuevas elecciones
Y para explicar esas medidas, trató de convencer a Gabilondo: "Créame, que sé de lo que hablo. Créame que tengo elementos de juicio, créame que tengo mucha información y que esto va a marcar un antes y un después en la vida política española, lo que ha pasado porque es lo más grave que ha pasado, seguramente, desde el 23 F". Es decir, que ni siquiera los episodios del GAL o la corrupción que asoló su partido cuando estaba en el poder superan la trama inmobiliaria.
Zapatero está convencido de que la "causa última de lo que estamos viviendo" en la Comunidad de Madrid, es "el proceso de enriquecimiento espectacular de mucha gente" por la recalificación del suelo con el "absoluto asentimiento de la Comunidad Autónoma". Primera carga de profundidad, sin datos, contra Gallardón, ex presidente regional aún en funciones.
Los ladrillos de Gallardón: "no quiero anticipar"
Denunció la existencia de "un silencio espeso" en esta materia, debido a que "los intereses son de sectores muy poderosos de este país, que tienen muchos resortes de poder, en el poder económico, en el poder mediático". Explicó que "aquí hay todo un sistema organizado para retener suelo cuando interesa, para ir sacándolo poco a poco, para que el precio esté siempre controlado, y además con una potencia de recalificar el suelo enorme", y añadió que "eso está demostrado ya".
Preguntado por si esa denuncia "pone en cuestión" la gestión de Alberto Ruiz Gallardón al frente de la Comunidad de Madrid, respondió: "no quiero anticipar, pero los datos van a ser muy elocuentes y muy concluyentes". Pero matizó que "en principio, ahí sí que hay una actuación de responsabilidad" por "no vigilar" y "por consentir, porque la Comunidad de Madrid tiene muchos poderes en materia de urbanismo y ordenación del territorio y de medio ambiente", y destacó que el PSOE "sin duda alguna" exigirá responsabilidades "con todas las consecuencias".
Blanco no podía adivinar. La culpa es del PP
El organizador del PSOE –ya desbancado de la labor electoral en favor de Caldera– sigue siendo una de las claves del escándalo en el FSM. Pero Zapatero prefiere libarle de toda culpa y no tener en cuenta que archivó el inicio de la tormenta protagonizado por Mamblona. En su cajón quedó olvidada una petición de expediente contra Tamayo y Balbás y su esposa.
El líder socialista dijo también en la SER, que José Blanco "no ha presentado la dimisión" y que le parecería "injusto" que lo hiciera, porque "detrás de esto hay un golpe para acabar con un Gobierno que había salido legítimamente de las urnas". De hecho, añadió que el secretario de Organización socialista "desde el primer día ha dicho que tenía su cargo a mi disposición" y que se "lo ha reiterado estos días", pero insistió en que él no tomará "una decisión injusta".
Insiste en que ni Tamayo ni Sáez fueron "nombrados directamente", sino que su inclusión en las listas del PSOE fue "fruto de un proceso de selección en el que participan diversas instancias" del partido. Y recordó que hasta el momento de la espantada, "no habían hecho nada, ni habían sido nunca traidores al partido". Las conversaciones de Blanco con las familias rebeldes indican lo contrario.
Pero Zapatero dice que "es muy difícil establecer una responsabilidad in adivinando de lo que va a hacer un ser humano ante una situación" en la que "se habrán puesto encima de la mesa muchas cosas, como estamos viendo, para que aquí haya un beneficiario político que es el PP".