L D (Agencias) En las últimas 24 horas se ha intensificado la guerra no declarada entre Israel y la organización terrorista Hamas. El Ejército israelí mató a cuatro palestinos, demolió al menos tres viviendas en Gaza y Cisjordania, y detuvo a 12 palestinos en Naplusa y Tubas. Por su parte, terroristas palestinos de Gaza atacaron con proyectiles de mortero y misiles de fabricación casera "Al-Kasam" asentamientos judíos y el pueblo de Sderot, aunque sin consecuencias, y en Cisjordania mataron a un trabajador de la compañía israelí de teléfonos Bezek en la localidad de Baka al Garbíe, en Cisjordania, según fuentes policiales.
Horas antes, la Yihad Islámica, Hamas y "Las brigadas de los mártires de Al-aqsa" anunciaron que responderán al último ataque selectivo lanzado en Jan-Junes. Los jefes en Gaza y Cisjordania de las dos organizaciones terroristas aseguraron que el último ataque israelí tendrá “un impacto negativo” en las posibilidades inmediatas para afianzar un alto el fuego en la zona, paso previo a la aplicación de la “Hoja de Ruta” del plan de paz. Incluso, “Las brigadas Ezzedine al-Kasam” afirmaron que responderán a “los crímenes de la ocupación” israelí. Por lo pronto, la Yihad y Hamas anunciaron que se desmarcan de la tregua de tres meses anunciada oficialmente a media tarde de este miércoles desde El Cairo. Ese pacto incluía un alto el fuego “de todas las acciones militares” en “todos los sectores”, lo que incluye a los territorios ocupados e Israel. Bajo la mediación de Egipto, el acuerdo entraría en vigor en 48 horas tras la aprobación del presidente palestino, Yaser Arafat. Sin embargo, el primer punto, que no llegó a cumplirse, exigía el cese de las hostilidades por parte de Tel-Aviv.
En Egipto estuvieron presentes un comité de Al-Fatah representando a la Autoridad Nacional Palestina (ANP), el líder de Hamas Haled Mashal, y Ramadán Shalah, de la Yihad Islámica, ambos provenientes de Siria. Fuentes palestinas informaron, sin embargo, de que el acuerdo fue alcanzado por los dirigentes palestinos Jaled Mashal, jefe del buró político del Hamas en Damasco, y Maruán Barguti, secretario general de Al-Fatah en Cisjordania y encarcelado en Israel desde el año pasado. Así, el trato estaba ya perfilado desde hace una semana por Ramadán Salah y Haled Mashal, en unas gestiones que llevaron a cabo dos enviados de Barguti, que dirigió las conversaciones desde su celda en una prisión israelí, explicaron fuentes palestinas. Los dirigentes terroristas se trasladaron después a El Cairo, donde lo ultimaron con un comité de Al-Fatah, con la mediación de Egipto. Sin embargo, portavoces en Gaza de los grupos terroristas desmintieron la aceptación de una tregua.
Avanzada la tarde de este miércoles, dos helicópteros israelíes lanzaron en Jan-Junes un bombardeo contra un automóvil en el que viajaba Mohamed Siyam, líder de Hamas, quien resultó gravemente herido. Por el impacto de los misiles murieron Nevin Abú Rjeile, de 17 años, y Akram Abú Farhana, de 33 años. El ataque selectivo causó quince heridos, según fuentes palestinas. Posteriormente, un helicóptero israelí, según mandos militares, localizó y apuntó contra una célula terrorista de Hamas que se disponía a lanzar misiles de fabricación casera del tipo “Al-Kasam” contra el asentamiento de Gush Katif, situada al oeste de Negev. En una entrevista concedida a la CNN , Gideon Meir, responsable del Ministerio israelí de Asuntos Exteriores, justificó el ataque comentando que “no podemos dejar de actuar mientras los terroristas se preparan para lanzar misiles contra nuestros ciudadanos. Israel tiene una tolerancia cero para con el terrorismo”. Asimismo, afirmó que los activistas radicales “que operan en las zonas civiles” son los responsables de la muerte de inocentes en las operaciones del Ejército.
Sobre los dos ataques, Ismail Haniyé, uno de los principales dirigentes de Hamas en la franja de Gaza dijo que “este cobarde asesinato confirma que el enemigo no quiere la estabilidad y la tranquilidad y pone obstáculos reales a la continuidad de nuestro diálogo interpalestino y a los esfuerzos para alcanzar una tregua”. Por ello, subrayó que las últimas acciones israelíes “influirán sobre la decisión de Hamás sobre una tregua”. Por su parte, Mohamed Al Hindi, líder de la Yihad Islámica, advirtió: “Este crimen tendrá seguramente un impacto negativo en la posición de Hamás y de otros movimientos. Este asesinato demuestra que el enemigo (Israel) continúa aumentando la presión contra nuestro pueblo”.
Horas antes, la Yihad Islámica, Hamas y "Las brigadas de los mártires de Al-aqsa" anunciaron que responderán al último ataque selectivo lanzado en Jan-Junes. Los jefes en Gaza y Cisjordania de las dos organizaciones terroristas aseguraron que el último ataque israelí tendrá “un impacto negativo” en las posibilidades inmediatas para afianzar un alto el fuego en la zona, paso previo a la aplicación de la “Hoja de Ruta” del plan de paz. Incluso, “Las brigadas Ezzedine al-Kasam” afirmaron que responderán a “los crímenes de la ocupación” israelí. Por lo pronto, la Yihad y Hamas anunciaron que se desmarcan de la tregua de tres meses anunciada oficialmente a media tarde de este miércoles desde El Cairo. Ese pacto incluía un alto el fuego “de todas las acciones militares” en “todos los sectores”, lo que incluye a los territorios ocupados e Israel. Bajo la mediación de Egipto, el acuerdo entraría en vigor en 48 horas tras la aprobación del presidente palestino, Yaser Arafat. Sin embargo, el primer punto, que no llegó a cumplirse, exigía el cese de las hostilidades por parte de Tel-Aviv.
En Egipto estuvieron presentes un comité de Al-Fatah representando a la Autoridad Nacional Palestina (ANP), el líder de Hamas Haled Mashal, y Ramadán Shalah, de la Yihad Islámica, ambos provenientes de Siria. Fuentes palestinas informaron, sin embargo, de que el acuerdo fue alcanzado por los dirigentes palestinos Jaled Mashal, jefe del buró político del Hamas en Damasco, y Maruán Barguti, secretario general de Al-Fatah en Cisjordania y encarcelado en Israel desde el año pasado. Así, el trato estaba ya perfilado desde hace una semana por Ramadán Salah y Haled Mashal, en unas gestiones que llevaron a cabo dos enviados de Barguti, que dirigió las conversaciones desde su celda en una prisión israelí, explicaron fuentes palestinas. Los dirigentes terroristas se trasladaron después a El Cairo, donde lo ultimaron con un comité de Al-Fatah, con la mediación de Egipto. Sin embargo, portavoces en Gaza de los grupos terroristas desmintieron la aceptación de una tregua.
Avanzada la tarde de este miércoles, dos helicópteros israelíes lanzaron en Jan-Junes un bombardeo contra un automóvil en el que viajaba Mohamed Siyam, líder de Hamas, quien resultó gravemente herido. Por el impacto de los misiles murieron Nevin Abú Rjeile, de 17 años, y Akram Abú Farhana, de 33 años. El ataque selectivo causó quince heridos, según fuentes palestinas. Posteriormente, un helicóptero israelí, según mandos militares, localizó y apuntó contra una célula terrorista de Hamas que se disponía a lanzar misiles de fabricación casera del tipo “Al-Kasam” contra el asentamiento de Gush Katif, situada al oeste de Negev. En una entrevista concedida a la CNN , Gideon Meir, responsable del Ministerio israelí de Asuntos Exteriores, justificó el ataque comentando que “no podemos dejar de actuar mientras los terroristas se preparan para lanzar misiles contra nuestros ciudadanos. Israel tiene una tolerancia cero para con el terrorismo”. Asimismo, afirmó que los activistas radicales “que operan en las zonas civiles” son los responsables de la muerte de inocentes en las operaciones del Ejército.
Sobre los dos ataques, Ismail Haniyé, uno de los principales dirigentes de Hamas en la franja de Gaza dijo que “este cobarde asesinato confirma que el enemigo no quiere la estabilidad y la tranquilidad y pone obstáculos reales a la continuidad de nuestro diálogo interpalestino y a los esfuerzos para alcanzar una tregua”. Por ello, subrayó que las últimas acciones israelíes “influirán sobre la decisión de Hamás sobre una tregua”. Por su parte, Mohamed Al Hindi, líder de la Yihad Islámica, advirtió: “Este crimen tendrá seguramente un impacto negativo en la posición de Hamás y de otros movimientos. Este asesinato demuestra que el enemigo (Israel) continúa aumentando la presión contra nuestro pueblo”.