L D (EFE) Las víctimas cuyos cuerpos fueron hallados ocupaban un puesto de control en Balad, a cincuenta kilómetros de la capital, cuando el miércoles dejaron de responder a las llamadas por radio de sus superiores, y su muerte se enmarca en la espiral de violencia que se ha disparado por el aumento de las operaciones de leales a Sadam Husein.
El anuncio del descubrimiento de los cadáveres se produjo pocas horas después que otro soldado estadounidense resultara muerto y tres heridos en un nuevo ataque registrado anoche también al norte de Bagdad contra las fuerzas de ocupación. En el ataque, perpetrado con una granada en el distrito bagdadí de Sadr, resultó asimismo herido un intérprete del Ejército norteamericano, segun fuentes militares estadounidenses, que precisaron que las víctimas pertenecen a la Primera División Blindada del Ejército de EEUU.
Con el fallecimiento de los dos desaparecidos y la nueva víctima mortal asciende a seis el número de militares estadounidenses muertos en ataques que han tenido lugar en los últimos tres días, en una escalada de enfrentamientos que también ha incluido emboscadas y actos de sabotaje.
En otro incidente registrado el sábado, dos civiles iraquíes resultaron heridos en una encerrona contra un convoy militar estadounidense en una localidad al nordeste de la capital, informaron testigos presenciales. Según las fuentes, el ataque fue perpetrado con granadas y se produjo cuando el convoy se detuvo en una céntrica avenida de la ciudad de Baquba, a 65 kilómetros de Bagdad.
También este sábado un incendio declarado en una planta de azufre en Mosul, en el norte de Irak, provocó la muerte a una mujer y heridas a varias personas, informaron portavoces de las tropas militares norteamericanas destacadas en la región. Un segundo incendio destruía poco después un almacén de papel usado en el distrito bagdadí de Nagda, informaron por su parte testigos oculares, que no pudieron precisar si en este otro siniestro se produjeron víctimas.
Los dos incendios se producen después de que fuentes de la administración Civil estadounidenses de Irak hayan acusado a los seguidores del depuesto régimen de Sadam Husein de perpetrar en las últimas dos semanas una ola de actos de sabotaje contra instalaciones eléctricas, gasoductos y oleoductos. Este incremento de las operaciones de la resistencia se ha cobrado la vida de más de una veintena de soldados de las fuerzas militares norteamericanas, que tras derrocar el pasado 9 de abril el Gobierno del ex líder iraquí encuentran cada vez más dificultades para restablecer la normalidad en Irak.
Según observadores locales, la ausencia de medidas para rehabilitar a las antiguas fuerzas de defensa, la precariedad de las condiciones de vida de la población y la falta de perspectivas de una alternativa política a la ocupación militar han sumido al país en una vorágine de inestabilidad a la que no se ve fin.
El anuncio del descubrimiento de los cadáveres se produjo pocas horas después que otro soldado estadounidense resultara muerto y tres heridos en un nuevo ataque registrado anoche también al norte de Bagdad contra las fuerzas de ocupación. En el ataque, perpetrado con una granada en el distrito bagdadí de Sadr, resultó asimismo herido un intérprete del Ejército norteamericano, segun fuentes militares estadounidenses, que precisaron que las víctimas pertenecen a la Primera División Blindada del Ejército de EEUU.
Con el fallecimiento de los dos desaparecidos y la nueva víctima mortal asciende a seis el número de militares estadounidenses muertos en ataques que han tenido lugar en los últimos tres días, en una escalada de enfrentamientos que también ha incluido emboscadas y actos de sabotaje.
En otro incidente registrado el sábado, dos civiles iraquíes resultaron heridos en una encerrona contra un convoy militar estadounidense en una localidad al nordeste de la capital, informaron testigos presenciales. Según las fuentes, el ataque fue perpetrado con granadas y se produjo cuando el convoy se detuvo en una céntrica avenida de la ciudad de Baquba, a 65 kilómetros de Bagdad.
También este sábado un incendio declarado en una planta de azufre en Mosul, en el norte de Irak, provocó la muerte a una mujer y heridas a varias personas, informaron portavoces de las tropas militares norteamericanas destacadas en la región. Un segundo incendio destruía poco después un almacén de papel usado en el distrito bagdadí de Nagda, informaron por su parte testigos oculares, que no pudieron precisar si en este otro siniestro se produjeron víctimas.
Los dos incendios se producen después de que fuentes de la administración Civil estadounidenses de Irak hayan acusado a los seguidores del depuesto régimen de Sadam Husein de perpetrar en las últimas dos semanas una ola de actos de sabotaje contra instalaciones eléctricas, gasoductos y oleoductos. Este incremento de las operaciones de la resistencia se ha cobrado la vida de más de una veintena de soldados de las fuerzas militares norteamericanas, que tras derrocar el pasado 9 de abril el Gobierno del ex líder iraquí encuentran cada vez más dificultades para restablecer la normalidad en Irak.
Según observadores locales, la ausencia de medidas para rehabilitar a las antiguas fuerzas de defensa, la precariedad de las condiciones de vida de la población y la falta de perspectivas de una alternativa política a la ocupación militar han sumido al país en una vorágine de inestabilidad a la que no se ve fin.