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Tras la derrota de Zapatero a manos de Aznar, el debate sucesorio ya no es exclusivo del PP

Después de la última gran cita parlamentaria del presidente, y a ocho meses de las elecciones generales, vuelve el debate de la sucesión pero con una novedad. Ya no es sólo el candidato popular el que preocupa. El “finiquito” de Zapatero promete sembrar mucha polémica. Desde el PP, Gabriel Cisneros considera incomprensible que Aznar no repita y, si hay que apostar, lo hace por Mayor Oreja.

(Libertad Digital) La resaca del debate sobre el estado de la nación ha brindado este lunes el análisis de los políticos. Era el último de Aznar y todo el PP salió del hemiciclo con la sensación de una gran victoria ante un Zapatero desgastado por su propio partido. Ya el martes, se comentó que el líder socialista estaba arrinconado por “la vieja guardia que le prepara el finiquito”. Este miércoles, el portavoz adjunto del grupo popular en el Congreso Ignacio Gil Lázaro dijo que hay "runrrunes permanentes" entre los miembros del PSOE de "desencanto y desafección" con el secretario general y con su equipo.

Pero en el PSOE la interpretación es contraria. Dice Caldera que Zapatero ha salido fortalecido porque Aznar se limitó a atacarle “con saña, con furia, indiscriminadamente”. El consejo de Felipe González fue que había que ser duro, pero no funcionó. Y es que ese papel –con Aznar y con el resto de grupos– parece que lo asume más el propio Caldera. Llegó a decir que CiU es “una mierda en votos” lamentando que las resoluciones aprobadas por el PP, CiU y CC que tachó de "puramente declarativas" porque no amplían "la calidad de la democracia". Su análisis ha llegado a oídos de Xavier Trias que también se ha lanzado a calificar en términos deportivos el último debate de Aznar: “ha ganado por goleada”. Añade que el presidente del Gobierno "no perdona ni una, incluso cuando está mal, está duro". Es más, como ha reconocido en la cadena COPE, "le gusta cascar y se le ve eufórico cuando lo puede hacer". Sobre Caldera, ha sido igual de claro: el socialista "tiene su mentalidad, desprecia a las minorías y nos utiliza como si fuéramos un kleenex ", y añadió que en la última sesión del debate sobre el estado de la nación el PSOE "sabía que nosotros hacíamos un conjunto de propuestas que les complicaban la vida y estaba enfadado".

Caldera niega haber pronunciado las palabras que le achacan en CiU y afirma que si las hubiera dicho "no me importaría pedir disculpas", al tiempo que aseguró que el suceso "no ha sido así" y agregó que "el único que manda a la mierda de dos en dos a los socialistas es Pujol".

La “tristeza” de Cisneros por la marcha de Aznar

La sensación del secretario general del Grupo Popular, Gabriel Cisneros es que el último debate del estado de la Nación "lo que ha hecho es acentuar en muchos, entre los que me encuentro, la tristeza de la marcha, lo incomprensible de una decisión que a mí me parece absolutamente disparatada, y no me importa proclamarla". En declaraciones a RNE, recogidas por Europa Press, Cisneros insistió en que, tras el Debate, los "términos" de la sucesión siguen resultando "tan incógnitos" como lo eran antes. Eso sí, recalcó que el sucesor tendrá "camino allanado" en cuanto a "la herencia" que recibirá. "De eso no hay la menor duda".

El perfil del sucesor lo tiene claro: "Sería aquel que teniendo idoneidad para ganar unas elecciones, porque antes de ser sucesor a presidente de Gobierno tiene que ser un buen candidato, sea más capaz de garantizar el legado de Aznar". Preguntado por sus preferencias confiesa: “tengo uno que todos ustedes convienen en que parece haberse caído del cartel, don Jaime Mayor Oreja". Cisneros bromeó con la hipotética "caída del cartel" de la sucesión de Mayor Oreja, vaticinada, dijo, por "los tertulianos y la generalidad de la prensa".

Y aprovechando el aterrizaje de David Beckham, dijo que el PP tiene "un banquillo casi casi como el del Madrid". Sin embargo, parece que los fichajes estrella no son del gusto de Cisneros. Descarta a Gallardón: “no me extraña que los últimos acontecimientos le hayan puesto muy en la parrilla y destacado, pero objetivamente el calendario electoral” no juega, según el veterano popular, a su favor, “si se llevasen tres años de mandato municipal y quedara uno, pues me parecería muy claro que iba a estar con probabilidades altas, pero la circunstancia de que apenas se haya estrenado como alcalde de Madrid, objetivamente parece operar en su contra”. Añadió que “Alberto permite pensar en cualquier otra cosa a plazo medio".

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