L D (EFE) Aragonés transmitió a sus representantes dicha carta y la envió al Comité de Entrenadores en busca de apoyo, ya que considera que en ella no le destituye. El entrenador madrileño se ha puesto en manos del abogado Fernando Pérez Espinosa, quien llevará el caso en busca de una salida amistosa del club. El abogado quiere retomar las negociaciones para su marcha en el punto en el que estaban antes de que Cerezo enviara el ya famoso documento.
En ese momento, los agentes de Luis habían llegado a un acuerdo con el club para que abandonase su cargo cobrando la mitad de lo estipulado en su contrato que termina el 30 de junio de 2004, es decir, unos 900.000 euros. Los problemas radicaban en cómo cobrar ese dinero, ya que el técnico lo quería en efectivo mientras que el Atlético quería pagarlo a plazos.
El entorno del entrenador sostiene que Luis nunca dimitió, sino que dijo que abandonaría el club a final de la pasada temporada. Además, aseguran que si Enrique Cerezo declaró en multitud de ocasiones que estaban negociando la marcha del técnico y que los flecos que quedaban era en la forma de cobro, es lógico que ahora quieran retomar las negociaciones en ese punto. Además, Cerezo también dijo que Aragonés seguiría la próxima temporada. En caso de no llegar a un acuerdo, será el Tribunal Jurisdiccional de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) quien deba dar una solución al conflicto entre ambas partes.
El Comité de Entrenadores a través de su presidente Ramón Cobo ya ha dejado claro que conocen el contenido de la carta de despido que envió Cerezo a Aragonés y que, si bien es cierto que el Atlético puede contratar al técnico que desea, hasta que no se resuelva el caso y el entrenador madrileño haya cobrado su contrato o haya avales para ello, no tramitarán la ficha federativa de ningún otro técnico. Casi con toda seguridad será Gregorio Manzano el próximo entrenador del Atlético de Madrid, quién será presentado a principios de la semana que viene si no se producen problemas de última hora.
En ese momento, los agentes de Luis habían llegado a un acuerdo con el club para que abandonase su cargo cobrando la mitad de lo estipulado en su contrato que termina el 30 de junio de 2004, es decir, unos 900.000 euros. Los problemas radicaban en cómo cobrar ese dinero, ya que el técnico lo quería en efectivo mientras que el Atlético quería pagarlo a plazos.
El entorno del entrenador sostiene que Luis nunca dimitió, sino que dijo que abandonaría el club a final de la pasada temporada. Además, aseguran que si Enrique Cerezo declaró en multitud de ocasiones que estaban negociando la marcha del técnico y que los flecos que quedaban era en la forma de cobro, es lógico que ahora quieran retomar las negociaciones en ese punto. Además, Cerezo también dijo que Aragonés seguiría la próxima temporada. En caso de no llegar a un acuerdo, será el Tribunal Jurisdiccional de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) quien deba dar una solución al conflicto entre ambas partes.
El Comité de Entrenadores a través de su presidente Ramón Cobo ya ha dejado claro que conocen el contenido de la carta de despido que envió Cerezo a Aragonés y que, si bien es cierto que el Atlético puede contratar al técnico que desea, hasta que no se resuelva el caso y el entrenador madrileño haya cobrado su contrato o haya avales para ello, no tramitarán la ficha federativa de ningún otro técnico. Casi con toda seguridad será Gregorio Manzano el próximo entrenador del Atlético de Madrid, quién será presentado a principios de la semana que viene si no se producen problemas de última hora.