(Libertad Digital) Más de una veintena de representantes de los principales grupos de Irak, tanto líderes que vuelven del exilio como neófitos de la política, formarán este fin de semana el primer Gobierno interino iraquí de posguerra, según informa el New York Times . La integración de la administración se ha acelarado tras la escalada de ataques que han sufrido las fuerzas ocupantes. Paul Bremer, jefe de la administración provisional de Irak, , manifestó que en el curso de las negociaciones se realizaron una serie de “ajustes tácticos” para satisfacer las demandas iraquíes. Entre ellas se encontraba asegurar que la mayoría de miembros de la asamblea fueran musulmanes chiítas.
La “asamblea gobernante” tendrá amplios poderes ejecutivos y estará compuesta por entre 21 y 25 miembros provenientes de los principales grupos que forman el país: kurdos, chiítas, sunníes, cristianos y turcos. Según Bremer, la asamblea designará y supervisará un grupo de ministros que se encargará de gobernar el país, nombrará embajadores y cuerpo diplomático, acuñará una nueva moneda, se encargará del presupuesto estatal y de las tareas fiscales.
Todo esto será apoyado por una resolución de la ONU, que sin embargo concede la autoridad final a Washington y Londres, al menos hasta que sea elegido un Gobierno soberano y entre en vigor una nueva constitución. Sergio Vieira de Mello, representante de la ONU en Irak, expresó su satisfacción con la estructura del nuevo gobierno, manifestando que “es obvio” que Bremer “ha estado escuchando a los iraquíes”.
La “asamblea gobernante” tendrá amplios poderes ejecutivos y estará compuesta por entre 21 y 25 miembros provenientes de los principales grupos que forman el país: kurdos, chiítas, sunníes, cristianos y turcos. Según Bremer, la asamblea designará y supervisará un grupo de ministros que se encargará de gobernar el país, nombrará embajadores y cuerpo diplomático, acuñará una nueva moneda, se encargará del presupuesto estatal y de las tareas fiscales.
Todo esto será apoyado por una resolución de la ONU, que sin embargo concede la autoridad final a Washington y Londres, al menos hasta que sea elegido un Gobierno soberano y entre en vigor una nueva constitución. Sergio Vieira de Mello, representante de la ONU en Irak, expresó su satisfacción con la estructura del nuevo gobierno, manifestando que “es obvio” que Bremer “ha estado escuchando a los iraquíes”.