(Libertad Digital) Las dudas crecen en torno al caso del “asesino de la baraja”. Alfredo Galán que se confesó responsable de seis asesinatos y de tres intentos fallidos, alardea en la prisión de Herrera de la Mancha de que quizás la Policía se lleve nuevas sorpresas, ya que pudo cometer más crímenes. Sin embargo, esto no es lo único que está en el aire. Según fuentes consultadas por el diario “El Mundo”, Galán fue relegado de su cargo del ejército a chófer porque no tenía ni idea de disparar, lo que despierta las sospechas de que, o bien no sea el verdadero asesino, sino un desequilibrado en busca de gloria mediática, o que no estuviera sólo en este asunto. Por otra parte, según declaraciones de testigos, Galán huía de la escena de los crímenes en moto, mientras que los amigos del autoinculpado “asesino del naipe” dicen que Galán no montaba en moto ni siquiera de paquete porque le daba miedo.
Mientras, los familiares de Alfredo Galán continúan ausentes de su domicilio, una semana después de que éste fuera registrado por los agentes que llevan a cabo la investigación del caso, en presencia del detenido. Así los vecinos aseguraron que el cuñado de Galán, cuyo nombre de pila es Gabriel, regresó el pasado martes a su vivienda, en la calle de Arrayanes, número 32, de Los Hueros, en la localidad madrileña de Villalbilla, pero señalaron que "no ha vuelto a venir".
El cuñado de Galán también comunicó a una vecina que "aunque ellos no tenían que esconderse porque no tenían la culpa de nada, la Policía les ha recomendado que no vuelvan a la casa, sobre todo para evitar represalias de las familias de las personas asesinadas". Los vecinos, por otra parte, afirman que Galán "era un joven normal, un poco reservado pero tranquilo y la mayoría del día estaba en casa solo, porque su hermana y su cuñado, que son mucho más extrovertidos, trabajaban".
Mientras, los familiares de Alfredo Galán continúan ausentes de su domicilio, una semana después de que éste fuera registrado por los agentes que llevan a cabo la investigación del caso, en presencia del detenido. Así los vecinos aseguraron que el cuñado de Galán, cuyo nombre de pila es Gabriel, regresó el pasado martes a su vivienda, en la calle de Arrayanes, número 32, de Los Hueros, en la localidad madrileña de Villalbilla, pero señalaron que "no ha vuelto a venir".
El cuñado de Galán también comunicó a una vecina que "aunque ellos no tenían que esconderse porque no tenían la culpa de nada, la Policía les ha recomendado que no vuelvan a la casa, sobre todo para evitar represalias de las familias de las personas asesinadas". Los vecinos, por otra parte, afirman que Galán "era un joven normal, un poco reservado pero tranquilo y la mayoría del día estaba en casa solo, porque su hermana y su cuñado, que son mucho más extrovertidos, trabajaban".