(Libertad Digital) La espiral de violencia va en aumento. Madrid cuenta ya 64 muertes violentas en sus calles. Apuñalamientos, tiroteos, robos y hasta asesinatos en serie hacen que la capital de España se esté convirtiendo en una ciudad insegura. A pesar de que el porcentaje de delitos ha disminuido en lo que va de año, según informó el ministro Acebes, la cifra no es ni much menos positiva. El nuevo alcalde, Alberto Ruiz Gallardón, ha hecho de la seguridad una de sus banderas, con un plan integral que quiere sacar a las calles a más policía e implicar a la Policía municipal en la seguridad ciudadana.
A esta cifra ha contribuido las dos últimas muertes de este fin de semana. Así, un indigente magrebí murió este sábado cosido a puñaladas bajo el Puente del Rey en el Paseo de Extremadura, en las inmediaciones de la Casa de Campo. La víctima de 26 años mantuvo una fuerte pelea con un compatriota que le quitó la vida asestándole varias puñaladas en el pecho con un cuchillo de cocina dándose después a la fuga. Los motivos del homicidio, que fue presenciado por varios testigos, no están claros. Sin embargo, un amigo del fallecido declaró a la Policía que la reyerta, que terminó en tragedia, pudo comenzar por una cama.
Tan sólo con unas horas de diferencia se producía otro suceso violento en Madrid, esta vez en Galapagar, donde un joven ecuatoriano falleció también apuñalado. Al parecer fue asesinado por ciudadanos colombianos que ya le habían agredido un día antes.
A esta cifra ha contribuido las dos últimas muertes de este fin de semana. Así, un indigente magrebí murió este sábado cosido a puñaladas bajo el Puente del Rey en el Paseo de Extremadura, en las inmediaciones de la Casa de Campo. La víctima de 26 años mantuvo una fuerte pelea con un compatriota que le quitó la vida asestándole varias puñaladas en el pecho con un cuchillo de cocina dándose después a la fuga. Los motivos del homicidio, que fue presenciado por varios testigos, no están claros. Sin embargo, un amigo del fallecido declaró a la Policía que la reyerta, que terminó en tragedia, pudo comenzar por una cama.
Tan sólo con unas horas de diferencia se producía otro suceso violento en Madrid, esta vez en Galapagar, donde un joven ecuatoriano falleció también apuñalado. Al parecer fue asesinado por ciudadanos colombianos que ya le habían agredido un día antes.