(Libertad Digital) Si la semana pasada se cerraba con las "señales" de Gallardón al PSOE, incomprendidas por Blanco, la presente arranca con lo que podría ser una confirmación de lo que narraba Raúl Heras sobre aquella noche festiva en Toledo, en la toma de posesión de José Bono. Esta vez, la noticia que origina la polémica empieza en el semanario Interviú al hilo de la enésima exclusiva inmobiliaria que implica, según la revista, al vicealcalde de Madrid Manuel Cobo.
El número dos de Gallardón, en declaraciones a la COPE , posteriores a su intervención en la cadena SER, ha negado haber cometido alguna irregularidad como las que relata este lunes la revista Interviú. La información es, a su juicio, un episodio más del clima que se ha desatado a raíz de la crisis de la Asamblea. También la interpreta como un intento de atacar a Alberto Ruiz Gallardón. Cobo ha explicado que desconocía que tuviera esos poderes y que la mejor prueba es que nunca los utilizó. El vicealcalde ha señalado que a partir de 1986 se enfrió la relación con su padre, a raíz de que se separara de su madre. Cinco años más tarde, y sin que se lo comunicara, le otorgó poderes en varias empresas dedicadas a la construcción. Nunca, ha insistido Cobo, conoció esos poderes y nunca, ni siquiera en la revocación, fue informado. Por este motivo, ha indicado, no figura su apoderamiento en la declaración de actividades.
La revista sostiene que Cobo podría haber incurrido en irregularidades al no declarar estas actividades. Sin embargo, el número dos de Gallardón subraya que desconocía que existieran esos poderes y que la mejor prueba es que no los ha utilizado nunca. Si la hubiera, sostiene, presentaría la dimisión “en cinco minutos”.
Pero Cobo no cree que “el ventilador” que se ha puesto en marcha busque su dimisión. Dice que ha tenido cargos más importantes y que nunca ha estado en duda su honorabilidad. El objetivo de “esta mierda”, ha dicho, apunta más alto, hacia Alberto Ruiz Gallardón, que ha demostrado su gestión eficaz sin “mancha”. En este sentido, reprocha que la información publicada en Interviú relacione la obra más importante del equipo de Gallardón al frente de la Comunidad de Madrid, el Metrosur, con las empresas de su familia. Niega que tengan algo que ver y explica que el polígono Cobo Calleja, de su padre, no se ha beneficiado de esta obra.
Cambio de discurso. En la SER importaba más la sucesión
En ningún momento ha sugerido durante su intervención en la COPE que miembros del PP estén interesados en atacar a Gallardón y ponerle trabas en su carrera hacia la sucesión. Esa parte la reservaba sólo para la SER . Cuando ha sido preguntado "¿Cree usted que puede haber gente del PP intranquila, nerviosa en estas vísperas de sucesión que esté queriendo darle un zambombazo a Gallardón en su trasero?", la respuesta de Cobo ha sido: “Pues mire, como ustedes me han definido como honrado y sincero le tengo que contestar que sí”.
Poco ha tardado Rodríguez Zapatero en recoger el guante que desde Prisa quedaba en bandeja. Desde la localdiad madrileña de San Lorenzo de El Escorial, el líder del PSOE se ha precipitado a relacionar la crisis en la Asamblea de Madrid, la "trama de Simancas", con la sucesión en el PP. "Simplemente me resulta llamativo, sorprendente y significativo que haya un dirigente del PP, nada mas y nada menos que el número dos de Gallardón, que exprese que determinadas informacioens que pueden ser comprometedoras tienen que ver con la sucesion. Esto pone de manifesto el estado real del PP sobre la sucesión".
Simancas , en una reacción ante los medios de comunicación que parecía aprendida de memoria dijo que "los desencuentros y las puñaladas" por el relevo del presidente de Aznar "empiezan a ser de órdago" en el seno del PP, al que calificó como "el partido de los líos, en torno a la sucesión, de navajeos, puñaladas de unos contra otros, y líos inmobiliarios" y agregó que "da la sensación de que cualquier dirigente popular tiene tras de si un emporio inmobiliario, unos por herencia y otros por mérito propio". Conectando las palabras de Cobo con su trama, el portavoz socialista dice que todo son guerras, de Gallardón contra Esperanza Aguirre, de Esperanza Aguirre contra Gallardón, de Rato contra Gallardón y de Gallardon contra Rato.
El discurso de Llamazares poco ha variado: "Ahora le toca al PP demostrar la coherencia en esta guerra interna que se ha abierto en el PP. Hay una guerra de poder sobre quién se queda con la herencia de Aznar, aunque sea a costa de las institucioens democráticas madrileñas".
Aguirre, sorprendida. Arenas habla por Cobo
Desde el PP, al igual que ha hecho Cobo con Alberto Ruiz Gallardón , el alcalde le ha devuelto el gesto y ha defendido la honestidad de Manuel Cobo como uno de los referentes éticos de la política. Por su parte, la candidata del PP a la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre , preguntada también en la cadena SER, ha calificado las reflexiones de Cobo de “apreciación libérrima” explicando que ella también ha aparecido en informaciones de la revista “Interviú” pero “a mi no se me ha ocurrido decir que hay una conspiración”.
El secretario general del PP, Javier Arenas , dice que ya ha hablado con el vicealcalde de Madrid y que ambos comparten el "diagnóstico" de que el PP "es un partido muy cohesionado en España y en Madrid, y lo va a seguir siendo". Admite que no ha hablado con Gallardón ni con Aznar y que le "da mucha risa" que Zapatero se haya referido a los "supuestos problemas internos del PP, cuando todo lo que está pasando en Madrid hoy es consecuencia de las guerras internas del PSOE".
El número dos de Gallardón, en declaraciones a la COPE , posteriores a su intervención en la cadena SER, ha negado haber cometido alguna irregularidad como las que relata este lunes la revista Interviú. La información es, a su juicio, un episodio más del clima que se ha desatado a raíz de la crisis de la Asamblea. También la interpreta como un intento de atacar a Alberto Ruiz Gallardón. Cobo ha explicado que desconocía que tuviera esos poderes y que la mejor prueba es que nunca los utilizó. El vicealcalde ha señalado que a partir de 1986 se enfrió la relación con su padre, a raíz de que se separara de su madre. Cinco años más tarde, y sin que se lo comunicara, le otorgó poderes en varias empresas dedicadas a la construcción. Nunca, ha insistido Cobo, conoció esos poderes y nunca, ni siquiera en la revocación, fue informado. Por este motivo, ha indicado, no figura su apoderamiento en la declaración de actividades.
La revista sostiene que Cobo podría haber incurrido en irregularidades al no declarar estas actividades. Sin embargo, el número dos de Gallardón subraya que desconocía que existieran esos poderes y que la mejor prueba es que no los ha utilizado nunca. Si la hubiera, sostiene, presentaría la dimisión “en cinco minutos”.
Pero Cobo no cree que “el ventilador” que se ha puesto en marcha busque su dimisión. Dice que ha tenido cargos más importantes y que nunca ha estado en duda su honorabilidad. El objetivo de “esta mierda”, ha dicho, apunta más alto, hacia Alberto Ruiz Gallardón, que ha demostrado su gestión eficaz sin “mancha”. En este sentido, reprocha que la información publicada en Interviú relacione la obra más importante del equipo de Gallardón al frente de la Comunidad de Madrid, el Metrosur, con las empresas de su familia. Niega que tengan algo que ver y explica que el polígono Cobo Calleja, de su padre, no se ha beneficiado de esta obra.
Cambio de discurso. En la SER importaba más la sucesión
En ningún momento ha sugerido durante su intervención en la COPE que miembros del PP estén interesados en atacar a Gallardón y ponerle trabas en su carrera hacia la sucesión. Esa parte la reservaba sólo para la SER . Cuando ha sido preguntado "¿Cree usted que puede haber gente del PP intranquila, nerviosa en estas vísperas de sucesión que esté queriendo darle un zambombazo a Gallardón en su trasero?", la respuesta de Cobo ha sido: “Pues mire, como ustedes me han definido como honrado y sincero le tengo que contestar que sí”.
Poco ha tardado Rodríguez Zapatero en recoger el guante que desde Prisa quedaba en bandeja. Desde la localdiad madrileña de San Lorenzo de El Escorial, el líder del PSOE se ha precipitado a relacionar la crisis en la Asamblea de Madrid, la "trama de Simancas", con la sucesión en el PP. "Simplemente me resulta llamativo, sorprendente y significativo que haya un dirigente del PP, nada mas y nada menos que el número dos de Gallardón, que exprese que determinadas informacioens que pueden ser comprometedoras tienen que ver con la sucesion. Esto pone de manifesto el estado real del PP sobre la sucesión".
Simancas , en una reacción ante los medios de comunicación que parecía aprendida de memoria dijo que "los desencuentros y las puñaladas" por el relevo del presidente de Aznar "empiezan a ser de órdago" en el seno del PP, al que calificó como "el partido de los líos, en torno a la sucesión, de navajeos, puñaladas de unos contra otros, y líos inmobiliarios" y agregó que "da la sensación de que cualquier dirigente popular tiene tras de si un emporio inmobiliario, unos por herencia y otros por mérito propio". Conectando las palabras de Cobo con su trama, el portavoz socialista dice que todo son guerras, de Gallardón contra Esperanza Aguirre, de Esperanza Aguirre contra Gallardón, de Rato contra Gallardón y de Gallardon contra Rato.
El discurso de Llamazares poco ha variado: "Ahora le toca al PP demostrar la coherencia en esta guerra interna que se ha abierto en el PP. Hay una guerra de poder sobre quién se queda con la herencia de Aznar, aunque sea a costa de las institucioens democráticas madrileñas".
Aguirre, sorprendida. Arenas habla por Cobo
Desde el PP, al igual que ha hecho Cobo con Alberto Ruiz Gallardón , el alcalde le ha devuelto el gesto y ha defendido la honestidad de Manuel Cobo como uno de los referentes éticos de la política. Por su parte, la candidata del PP a la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre , preguntada también en la cadena SER, ha calificado las reflexiones de Cobo de “apreciación libérrima” explicando que ella también ha aparecido en informaciones de la revista “Interviú” pero “a mi no se me ha ocurrido decir que hay una conspiración”.
El secretario general del PP, Javier Arenas , dice que ya ha hablado con el vicealcalde de Madrid y que ambos comparten el "diagnóstico" de que el PP "es un partido muy cohesionado en España y en Madrid, y lo va a seguir siendo". Admite que no ha hablado con Gallardón ni con Aznar y que le "da mucha risa" que Zapatero se haya referido a los "supuestos problemas internos del PP, cuando todo lo que está pasando en Madrid hoy es consecuencia de las guerras internas del PSOE".